ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Invasiones Barbáras


Enviado por   •  24 de Agosto de 2013  •  2.133 Palabras (9 Páginas)  •  355 Visitas

Página 1 de 9

En la segunda mitad del año 410 un acontecimiento conmovía al mundo mediterráneo: Alarico había ocupado Roma y la entregó durante tres días al saqueo de sus visigodos. Para muchos, la capital del imperio recibía un merecido castigo por haber abandonado a sus dioses paganos. Para los cristianos, las hordas visigodas surgían para hacer pagar a Roma sus pecados históricos. Pero tanto los paganos como los cristianos dentro del imperio romano coincidían en su interpretación de lo acontecido: el sistema imperial agonizaba bajo el ataque de los bárbaros combinado con su propia crisis. Desde hacía décadas, el imperio se había convertido en un estado militar cuyas necesidades financieras superaban su capacidad de engendrar riqueza. La agricultura se había arruinado, y el sistema comercial de las ciudades, floreciente durante la etapa anterior, estaba destruido. La propia capacidad de combate de las legiones romanas decaía a pasos agigantados: éstas se componían mayoritariamente por mercenarios de origen bárbaro. Incluso sus jefes militares y los altos mandos de la administración del ejército estaban en manos de germanos, sin demasiado respeto por las tradiciones militares romanas.

Los germanos y Roma

La lucha contra las invasiones germánicas tenía varios siglos de duración, pues desde el año 100 a. de NE –es decir todavía en época de la república—los romanos se enfrentaron a cimbrios y teutones de origen germánico. También, durante su campaña en las Galias, Julio César se enfrentó a los pueblos de las márgenes del río Rin. En la época de Augusto, Roma intentó incorporar al imperio amplias regiones de la Germania, que se extendía hasta el río Elba, en el actual territorio de Alemania, teniendo que renunciar a dichas conquistas pues los romanos fueron derrotados en el año 9 a. de NE en un lugar llamado Teotoburgo. Mas tarde en el siglo II de NE, el emperador Marco Aurelio se enfrentó a los marcomanos (pueblo germano, que se ubicó en la actual República Checa) que invadieron territorios del imperio en Europa Central. Este mismo emperador decidió, en el año 166 emprender una campaña para acabar con las incursiones bárbaras en la región del río Danubio.

Pero ya en el siglo III de NE, los pueblos germanos rebasaron los límites (limes en latín) entre el Rin y el Danubio llegando hasta la Hispania e incluso al norte de Italia, donde con muchas dificultades fueron rechazados por los romanos.. La estrategia bélica de estos pueblos respondía a su extrema necesidad de encontrar nuevos territorios hacia occidente. Su táctica consistía en ataques intermitentes, puestos en práctica por grupos relativamente pequeños, dirigidos por miembros de sus familias dirigentes. Los motivos reales de su irrefrenable marcha hacia el oeste no quedan del todo claros, pero se pueden considerar entre otros, los climas extremos del norte de Europa, así como inundaciones y catástrofes provocadas por el Mar del Norte. Los cambios climáticos y el aumento de la densidad demográfica contribuyeron a que estos pueblos bárbaros tuvieran dificultades para alimentarse, por tanto las regiones del imperio romano en el centro y el sur de Europa se volvieron una irresistible atracción para los germanos acostumbrados a obtener ricos botines a través de la guerra y el saqueo. Además, una vieja costumbre germana exigía que sus jóvenes participaran cuando menos en una acción de guerra en cada primavera para adiestrarse y adquirir experiencia militar. En este tiempo (S. III de NE) las tácticas de combate germano empezaron a modificarse, comenzando a organizarse en unidades militares más numerosas dirigidas por un miembro de su nobleza ya experimentado. Al mismo tiempo su capacidad de movilización se hacía más acelerada, a través de los extensos territorios que los romanos ya no podían ocupar. Los alamanes, sajones, más tarde los francos, pero sobre todo los godos empezaron a realizar incursiones lo mismo en el norte de Europa, desde la península de Escandinavia, hasta la Europa oriental, hacia la desembocadura del río Danubio en el mar Negro, donde por tierra y mar sembraron el terror entre las ya indefensas posesiones romanas. A partir del año 269 de NE, los godos quedaron divididos en dos ramas: los ostrogodos, agrupados bajo el rey Ermanarico, ocupando grandes regiones de la Rusia Europea, y los visigodos que tenían como espacio de expansión el territorio de los Balcanes.

Hunos, visigodos y vándalos

Las migraciones en el norte y este de Europa generaron un proceso del que, a partir de 373, fueron víctimas los propios visigodos, sorprendidos por la aparición de un pueblo nómada procedente del Asia central. Los hunos. Organizados en hordas de hábiles jinetes, los hunos aplastaron a los ostrogodos asentados en los territorios del río Volga y persiguieron con tesón a los visigodos que se negaban a sometérseles. Estos últimos no tuvieron más alternativa que pedir a los romanos el poder asentarse al sur del río Danubio. Nunca fueron huéspedes cómodos de los romanos, pues su cercanía con las legiones de oriente se convirtieron en una fuente de conflictos. Estos enfrentamientos parciales terminaron en una lucha decisiva en el año de 378, cuando los visigodos en la ciudad de Adrianópolis, destruyen a las fuerzas militares de Valente, emperador de Oriente.

La amenaza de los hunos concluyó hasta el año de 451 cuando Atila fue derrotado en los Campos Cataláunicos (sur de Francia) por una coalición de romanos y tropas germánicas. Pero para entonces, el movimiento de los pueblos germánicos era ya incontenible, encontrándose con un imperio romano dividido y en decadencia, pues desde 395 sus dos partes enfrentadas: Oriente y Occidente contaban con su propio emperador. Hacia el año 400, los visigodos atravesaron Grecia y penetraron a Italia, para contenerlos los romanos mandaron traer a las legiones del rió Rin, dejándolo desprotegido. Circunstancia que fue aprovechada por los vándalos, alanos y suevos quienes cruzaron este río en dirección a las Galias y desde ahí a Hispania a partir del año 409. en este nuevo territorio, los vándalos, dirigidos por el caudillo Genserico, se establecieron primero en el sur, en la actual Andalucía. Allí aprendieron a construir barcos y al poco tiempo tuvieron posibilidades de pasar a Africa a través de Gibraltar, ya sin encontrar resistencia por parte de los romanos; diez años más tarde, Genserico funda un reino germánico independiente, con capital en Cartago. Con lo anterior, los vándalos se convirtieron en los señores del norte de Africa y controlaron la producción y comercio de cereales de esta región que era la principal abastecedora del imperio. Como

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.2 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com