Juan Rulfo

Entre los más estimados y reconocidos autores hispanoamericanos, se encuentran figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges, entre otros. Estos personajes revolucionaron plenamente el carácter de la expresión escrita en las décadas de los 60 y 70. Al experimentar con nuevas ideas y estilos, estos autores dieron inicio a un nuevo fenómeno literario, político y comercial, el cual posicionó a la cultura latinoamericana en el centro del mundo de la literatura. Actualmente este movimiento se cómo el “boom”. Uno de los principales protagonistas de este movimiento fue el escritor Juan Rulfo, quien con tan solo dos libros logra influenciar de manera extraordinaria la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX.  Su talento e innovaciones en el estilo y la expresión, trajeron consigo reconocimiento y admiración de todo el mundo.

Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo, fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano. Rulfo nace en Apulco, una comunidad rural en el estado de Jalisco en 1917. Vivió una infancia difícil, a los pocos años de vida pierde a sus dos padres a causa de la guerra cristera ocurrida a continuación de la revolución mexicana. Al quedar huérfano, Rulfo quedó a cargo de su abuela, quien lo interna en un orfanato en Guadalajara, en el cual fue severamente abusado, y desde ese momento entra en un estado de depresión del que hasta su momento de su muerte él consideró nunca haber podido salir. Sus circunstancias de vida volvieron la tragedia y dolor parte de su persona. Siempre sintió preocupación por el hombre y su violencia y su sufrimiento, lo cual plasma en su obra. Rulfo se describe a sí mismo como un hombre tímido, reservado y con pánico a la gente. “He aprendido a vivir en la soledad y la cultivo” (Juan Rulfo, 1974, en el programa televisivo A Fondo). A los quince años, va a vivir al DF, en donde estudia filosofía y letras. En 1940 escribe su primera obra y la destruye antes de publicarla porque era “muy mala”. Posteriormente se dedica a escribir cuentos para revistas los cuales terminaron formando parte de El llano en llamas publicado en 1953. Éste libro fue altamente aclamada después de unos pocos años. En 1954 la familia Rockefeller le otorga una cantidad de dinero para crear una nueva obra y en tan solo cinco meses, termina la novela “Pedro Paramo”. Esta novela compuesta de un insignificante número de páginas, fue suficiente para otorgar a Juan Rulfo un enorme prestigio internacional y un indiscutible lugar dentro de la narrativa hispanoamericana.

El tema en todas sus obras gira alrededor de la vida rural en la época de la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera y los conceptos que van unidos a éstas, como la desigualdad social, la lucha por la tierra y la iglesia. El ideal de Rulfo no es reflejar la realidad tal y como es, hacer eso implica para él repetir lo que ya está siendo dicho. En vez de tomar la realidad de forma textual, Rulfo aprovecha el uso del mundo de los sueños para crear un universo fantástico, y con él refleja su cultura. Para crear un ambiente irreal o de los sueños trata temas fantasmagóricos, que incluyen varias experiencias y símbolos. Parte del éxito internacional que alcanza, se debe este contenido, al evitar centrarse en mostrar únicamente la cultura Indígena (como lo hace el indigenismo), Rulfo logra expresarse con un balance entre lo local y lo global, lo cual llama la atención del mundo.

El estilo de narración que emplea Rulfo es ambiguo, no se puede distinguir entre presente, pasado o futuro, porque en realidad está sucediendo todo a la vez. En sus obras hace uso extenso del lenguaje popular tanto en los personajes, como en la narración, y a pesar de ser un escritor culto, con amplio vocabulario, evita el uso excesivo de adjetivos y opta por lo simple. La simpleza del lenguaje es lo que le permite hacer uso del realismo mágico con una cotidianeidad sorprendente. Rulfo menciona que al crear sus obras, lo único que es “real” es la ubicación, es decir el sitio donde toma lugar la historia. Para crear los personajes, Rulfo utiliza recuerdos de figuras de su infancia que lo hayan marcado como personas violentas y víctimas de guerra. A partir de esto, el autor transforma su esencia para reinventarlos en personajes nuevos. Rulfo presta particular atención en definir la personalidad de sus personajes, en especial su forma de hablar y de expresarse.

La falta de lógica y sensatez y junto con la demencia, son características recurrentes en los personajes de sus obras. La irracionalidad en las acciones de los personajes, se puede encontrar en el conjunto de sus obras. Como ejemplo tenemos Macario, un cuento corto que forma parte de “El llano en llamas” (1953), en que el personaje principal, es un hombre de campo inocente pero atormentado, vive en una pequeña casa con sus madrinas y va por la vida sin control sobre sus acciones, con obsesiones absurdas como golpearse la cabeza. Pedro Paramo (1955) es la historia de un hombre que decide buscar a su padre en Comala, un pueblo ficticio en el que todos los habitantes vagan sin motivo. Al

...