LA FORMACIÓN EN VALORES DESDE UNA PERSPECTIVA GEOHISTÓRICA Y PEDAGÓGICA.

LA  FORMACIÓN  EN  VALORES  DESDE  UNA  PERSPECTIVA GEOHISTÓRICA  Y  PEDAGÓGICA

  INTRODUCCIÓN

         La historia de la educación va de la mano con el progreso del ser humano, por lo que ha estado presente en toda la vida social y cultural del hombre;  comenzando por la transmisión de saberes  desde los antepasados hasta las nuevas generaciones para su permanencia en el tiempo.  Con las prácticas sociales que se  articulan  en torno a la naturaleza que configura el destino de los seres humanos;  desde el seno familiar se forma  la educación en valores; a través del vínculo de amor,  la esperanza, la amistad, la relación entre padres e hijos, el perdón, la tolerancia basada en el respeto, amor hacia los demás, que transciende en el  espacio de esa realidad  social.

        Los valores  vienen siendo el motor para la convivencia social, porque  desde allí es donde se puede dar una mejor comunicación entre los seres humanos, ya que son las características morales que determinan su comportamiento en la sociedad, los valores se van construyendo en la medida que vamos desarrollando el sentido de intuición de ver en el hombre los pequeños detalles que son poco observable a simple vista, por lo que nunca pueden ser  transferibles y se adquieren sobre todo a través de la práctica y del ejemplo, de allí la importancia que la persona que educa en valores debe ser una muestra vivencial de lo que pretende enseñar, es decir debe tener una buena  moral en la comunidad  donde  interactúa.

        Prieto Figueroa, (2009), expresa:

El docente debe cambiar su actitud y perder su “pose autoritaria de domine antiguo” para convertirse en el maestro que educa educándose, que desarrollándolo que hay de individual en cada niño, incorpora nuevas energías a la comunidad vital y acrecienta lo que de humanidad hay en todo hombre. (P-3)

aprovechando de éste  los conocimientos previos  que traen  del  hogar,  que le van a servir para obtener ideas de cuál va a ser la estrategia para desarrollar las habilidades y destrezas que  necesita.  La escuela debe  fomentar  la integración de la educación en valores en las diferentes áreas del saber para propiciar en los niños y niñas el amor, el respeto, la responsabilidad,  la justicia,  la igualdad,  la equidad; parte del crecimiento y enriquecimiento como ser humano, por ser las  herramientas claves  para alcanzar  los principios que lo conduzca a comprender, respetar y construir normas justas de convivencias  tanto en la escuela como en  la  comunidad..

         Desde este marco, se contribuirá con el desarrollo del proceso enseñanza- aprendizaje. Es relevante resaltar que la integración de la familia- comunidad-escuela forman un triángulo que ayuda a fortalecer los valores, para así  dar  cumplimiento de la política educativa e instituciones como derecho sagrado que tiene la persona para su porvenir. En este sentido Peña (2002),  manifiesta que “Los valores que deben ser objeto de enseñanza son los ideales de la comunidad o de los pueblos a los que se pertenece, y aquellos que contribuyen los polos orientadores del desarrollo personal”. (p. 73), de lo expuesto,  todos los valores adquiridos, desde la enseñanza del seno familiar, son los puntos de referencias que marcaran la pauta, patrón de conducta, para la vida y conducirá hacia la moral y buenas costumbres. Partiendo de este principio, sus implicaciones axiológicas y pedagógicas.

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