LA GRAN INDUSTRIA NACIONAL
juanjo20527 de Abril de 2014
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LA GRAN INDUSTRIA NACIONAL
La industria en México, había venido presentando un desarrollo más o menos constante a partir de 1921, aunque también resiente los efectos de la crisis de 1929. Para este año, la producción industrial, se concentraba en unas cuantas industrias de bienes de consumo, las cuales, representaban el 83% de la producción de manufacturas. Los bienes intermedios y de capital representaban únicamente el 15% y el 2.0% de la producción total en dicha ramas .
Las industrias de alimentos, bebidas, tabaco, textiles y calzado, generaban las dos terceras partes de la producción manufacturera. Por otro lado, la industria química y la siderúrgica básica eran las actividades más desarrolladas en el sector de bienes intermedios, representando el 66% de este sector. En el sector de bienes de capital predominaban los productos siderúrgicos que representaban el 95% de este sector, mientras que las industrias productoras de maquinaria eléctrica y no eléctrica y transporte participaban con menos del 1% en la producción de manufacturas (ver cuadro 6). El bajo nivel de industrialización y la concentración de la producción en industrias de bienes de consumo se evidencia al observar la estructura de las importaciones. El 90% del total de importaciones de mercancías era de productos manufacturados; de éstos, el 33% eran bienes de consumo, 17% bienes intermedios y el 50% bienes de capital. (Cuadro 6)
Para 1929, ya funcionaban en el país, 48 850 establecimientos industriales, de los cuales, el 75% generaban un valor de 10 mil pesos al año y daban ocupación a 3 obreros en promedio. En lo general son estrictamente empresas artesanales y manufactureras con baja composición orgánica de capital. El 25% restante son empresas manufactureras e industriales modernas entre las que sobresalen 500 grandes de textiles, alimentos, química y metalurgia. Estos datos, nos permiten observar, el nivel de atraso que presentaba la industria en aquellos años. Así el valor de la producción industrial en 1929 era de 900.3 millones de pesos, y absorbía 318 770 obreros, es decir, el 13.4% de la PEA total. Del total de empresas industriales que existían se contaban un total de 37 135 propietarios, de los cuales, 33 994 eran mexicanos. Esto se explica, ya que “...el interés del capital extranjero en la industria extractiva determinó que el capital nacional obtuviera cierta libertad para desarrollarse...” .
Con lo que se confirma el hecho de que las inversiones extranjeras se dirigen a los sectores de mayor lucro en la economía. Así vemos que del total de las ganancias obtenidas en la exportación, los productos agrícolas absorbían el 26%, los productos agrícolas absorbían el 26%, los productos de la industria de extracción de metales el 63% y lo de la industria de transformación sólo el 1% . Años más tarde cuando la expansión de los centros hegemónicos y la necesidad de llevar a cabo un proceso de industrialización de México, se notará un giro en la dirección de las inversiones extranjeras.
El cuadro No. 7, nos da una visión de cómo se encontraba estructurada la industria de transformación en 1929. Al observarlo, podemos corroborar, lo que se veía más arriba, en el sentido de que la producción industrial, se encontraba concentrada en bienes de consumo. Así vemos que el número de empresas dedicadas a la producción de textiles y de alimentos hacen más de la mitad del total de los establecimientos industriales; absorbían casi la mitad del capital invertido en toda la industria de trasformación y más de la mitad del total de los obreros empleados en todo el sector.
La industria, como ya se dijo anteriormente, fue uno de los sectores que más se vieron perjudicados por la crisis del 29. el paro industrial va acelerar seriamente el incremento del desempleo y el deterioro de los salarios nominales, los cuales descienden en un 30%. Para 1932-1933, la producción disminuyó respecto a 1929 en un 9.3 y 16.1% para cada año. El número de desempleados hacia 1929 asciende a 89 690; en 1931 a 287 462 y 1933 a 275 744. El descenso de la capacidad adquisitiva de los salarios como consecuencia, va a restringir el mercado a los principales productos de la industria de transformación como la textil y la de alimentos .
Para 1935 sólo funcionaban en el país, 6904 establecimientos industriales, esto es, casi 42 000menos que en 1929. el capital promedio por empresa, por éste motivo, sube de 19790 pesos en 1929 a 104577 pesos en 1935, y el número de obreros por empresas, pasa de un promedio de 5.4 a 28.9. esto significa que quienes más resistieron la crisis fueron los pequeños talleres artesanales con baja densidad de capital y extensiva utilización de mano de obra. Por otra parte, también quiere decir, que se dio una gran concentración del capital en la industria y al mismo tiempo se fortalecieron las fracciones más poderosas de la burguesía industrial.
La misma crisis facilitó la pronta recuperación de la industria pese a todo. Esto fue posible gracias a que algunas ramas industriales como la textil, capturaron la parte de la demanda interna que hasta entonces había sido abastecida por productos importados. Así tenemos que mientras que en 1928 las importaciones de productos textiles representaban el 40% del total del valor de la producción generada en el interior; ya para 1932 esta cifra se reduce al 13%. La producción industrial en general, también se recupera rápidamente. Así, para 1934, ya había superado sus niveles de 1929 en un 25.4%.
Frente al proceso de transformación estructural que enfrentan las economías del mundo -después de encontrarse inmersas en una profunda crisis-, caracterizado por la tercera revolución tecnológica, la conformación de bloques regionales y la globalización de negocios; las unidades productivas del sistema deben instrumentar una serie de cambios técnicos, financieros, laborales, organizacionales y directivos que les permitan incorporarse, con cierta rapidez y mucha efectividad, a la nueva dinámica de producción internacional.
El propósito de este trabajo es hacer un esbozo del camino que en México desde la óptica gubernamental- se ha diseñado para enfrentar la dinámica económica de este fin de siglo -que implica todo un proceso de reorganización y modernización del aparato productivo-, y asimismo, señalar los desafíos que este proyecto impone a las empresas mexicanas.
La política de modernización industrial y apertura comercial
En México el proceso de modernización industrial y apertura comercial cobra singular importancia hacia la primera mitad de la década de los 80's y, las entidades que en primera instancia responden a estos cambios son las empresas, sobre todo aquellas que mantienen una considerable participación en los mercados internacionales, como las farmacéuticas y las automotrices.
En efecto, el proyecto de reorientación y modernización del aparato industrial es pieza importante de la estrategia económica y social instrumentada durante la administración de Miguel de la Madrid y continuada por el actual gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
El reordenamiento de los mercados financieros y bancario, la reestructuración de la deuda externa, el ingreso de México al GATT, la firma de un Tratado de Libre Comercio entre los países de América del Norte, y el próximo ingreso de nuestro país a la OCDE, son muestra de algunas de las medidas económicas aplicadas que revelan la dimensión del proyecto mexicano de transformación económica y la magnitud de los esfuerzos que se requieren para reponder adecuadamente a esta nueva etapa del desarrollo nacional.
En esta sección trataremos de hacer una exposición mas detallada de este proyecto a partir de los planteamientos vertidos por los planes y programas de gobierno formulados por las últimas dos administraciones.
El Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988 asigna al sector industrial dos propósitos generales: 1) Constituirse en el motor de un crecimiento autosostenido, capaz de generar empleos, divisas y recursos internos suficientes, y 2) Propiciar la consolidación de un empresariado nacional sólido, capaz de ejercer con eficiencia el papel innovador y creativo que requiere el proceso de modernización del país.(DE LA MADRID H., 1983 p.318)
La concepción estratégica que ha de regir este proceso -según el propio plan- consiste en "desarrollar un amplio mercado interno que impulse a un sector industrial integrado hacia adentro y competitivo hacia afuera" (DE LA MADRID H., p.319)
Por su parte el Programa Nacional de Fomento Industrial y Comercio Exterior 1984-1988, siguiendo las directrices antes señaladas, define con mayor claridad el nuevo perfil de la industria mexicana al establecer como objetivo fundamental, el lograr que México se constituya en una potencia industrial intermedia en los inicios del siglo XXI,(SECOFI, 1984 p.59) caracterizada por:
a) Una industrialización eficiente y competitiva, menos vulnerable hacia el exterior en tanto se conforme un sector industrial articulado con la economía nacional y competitivo en los mercados internacionales.
b) Un crecimiento mas autónomo de la producción, a partir de un impulso del desarrollo tecnológico nacional vinculado a la planta productiva, la capacitación y el aprovechamiento de la capacidad de las empresas mediante una mejor organización de la estructura industrial.
c) Un desarrollo industrial bajo el liderazgo del empresariado nacional, aprovechando plenamente las potencialidades y creatividad de los sectores público, privado y social.
Evidentemente ello implica un proceso de modificaciones cualitativas en la industria y el comercio exterior que según el PRONAFICE habran de expresarse
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