LOS SIETE (Y MÁS) PECADOS CAPITALES DEL MAL HISTORIADOR

Ser historiador es la labor de un individuo fiel y comprometido con el mundo que lo rodea, en un tiempo y espacio determinados, el aquí y ahora. Este individuo es el encargado de hacer que los demás miembros de su sociedad conozcan: las causas y métodos de determinado hecho histórico; las ideas que cualquier hombre tuviera y llevadas a cabo, fueran consideradas un progreso para su sociedad o cómo un descubrimiento u artefacto de siglos atrás, sigue estando aún vigente.

Así como existen hombres dedicados a exponer lealmente su trabajo, claro, hay quienes no lo están y lo único que buscan es verse beneficiados o beneficiar a algún particular, al modificar, reducir o agregar información no verídica a su investigación histórica; llámesele, cuestión de conveniencia. El más claro, actual, lastimoso ejemplo, es la historia que como nación vamos construyendo; la historia de esta sociedad no solo la dirige aquella imposición de gobierno, no. Nos han injertado miedo, apoderándose de lo más recóndito del ser, haciéndonos creer que estamos a merced de ellos y sus intereses.

Aquí es de donde quiero partir, afirmando que los actores que promueven el cambio, son muchísimos y entre ellos nos encontramos los estudiantes cuya carrera sea afín a las Ciencias Sociales.

Para entender el mundo actual se necesita del completo compromiso de un historiador al investigar porqués; sensible y capaz de comprender momentos del ayer, momentos que son distintos a los del ahora; razonar que x suceso pudo haber impactado más a determinada población que a otra y cómo este suceso contribuyó a su progreso… estar consiente de que su labor es imprescindible, nos ayuda a entender el presente. ¿Por qué menciono esto? El estudiante de Ciencias Sociales debe tener en cuenta que las cosas se hacen bien desde el principio, así no caeríamos en alguno de los siete pecados, que bien podrían ser los de cualquiera.

Una de las tareas de las Ciencias Sociales es analizar los fenómenos que van surgiendo a su alrededor, el porqué de ellos, buscar comprenderlos y proporcionar respuestas, alternativas, soluciones (si es que fuera un problema).

El ejemplo anterior mostró a nuestro “democrático” gobierno. Es posible que el problema inició desde la invasión española, al decirnos que como país éramos nada a comparación de los países europeos o quizá el problema reside en nuestra actitud y en que sí estamos a merced de las trasnacionales, políticas injustas y gobiernos autoritarios.

La historia no es de unos cuantos, esa la tenemos que ir forjando todos; nadie dijo que el cambio es fácil, los errores nos enseñan que podemos aspirar a un bienestar.

¿Qué quiero para mí y para lo que me rodea? No es lo que quiero, lo primero que necesito es esforzarme, convicción y fidelidad para con mi labor.

Entonces, hacer un cambio en mí, hacer un cambio

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