La Argumentación

La Argumentación

Argumentamos para defender nuestras convicciones, nuestras ideas, nuestras opiniones o para re-futar las de otro. El objetivo de una argumentación es, según la definición tradicional "provocar o acre-centar la adhesión de un auditorio a las tesis que se le presentan para su asentimiento" . Esto significa, en otras palabras, que su función principal es persuadir o convencer a los destinatarios del discurso de que las posiciones sostenidas por el enunciador son creíbles y, por lo tanto, dignas de ser apoyadas.

Para que tenga lugar una argumentación siempre debe haber una divergencia de opiniones No puede haber argumentación si no hay un desacuerdo en torno de un tema. En ese caso, el tema se convierte en un problema que genera confrontación de discursos. Por lo tanto, la argumentación siempre presupone el diálogo, ya que fomenta la discusión.

Las preguntas, que pueden aparecer explícita o implícitamente en un texto argumentativo, permi-ten establecer el tema polémico que dará lugar a la argumentación. A este tipo de interrogante se lo de-nomina problema argumentativo. Existen dos tipos de interrogación: la alternativa o la total. La pre-gunta alternativa plantea posibles respuestas mediante una disyunción, por lo que presupone una respues-ta cerrada que debe ser corroborada. En este sentido, el problema argumentativo del texto “Jubilación de la ortografía” podría plantearse así: eformar la ortografía del español implica,¿una forma de coloniza-ción y disgregación cultural o una manera de facilitar las relaciones interculturales? Por otra parte, el interrogante total admite sólo dos tipos de respuesta: sí o no; por ende, también presupone una respuesta cerrada a corroborar: ¿La simplificación de la ortografía del español redundará en la pérdida de rasgos culturales?

Cada texto argumentativo construye una respuesta distinta para el tema polémico. Esta respuesta constituye la tesis de una argumentación. La tesis es, entonces, la idea central que responde a la pregunta que plantea el problema y constituye la opinión personal del enunciador. Puede presentarse de manera explícita –como afirmación o negación- en la introducción o como conclusión. También, puede estar im-plícita, de modo que el receptor debe reconstruirla. La tesis del texto de Giardinelli sería: Jubilar la orto-grafía del español significaría ceder terreno al imperialismo cultural e impulsar la desintegración de nuestra cultura

Ahora bien, para lograr el acuerdo de los lectores, quien argumenta tiene que ofrecer "pruebas" o "razones" que sirvan de apoyo a esa tesis. Estas pruebas o razones constituyen los argumentos, los cuales se construyen mediante varios recursos o estrategias. El cuadro que sigue resume algunas de las técnicas argumentativas más frecuentes:

Estrategia argumentativa

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