La Geografía En La Araucana
eduardozarhi11 de Septiembre de 2013
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“Chile, fértil provincia y señalada
en la región Antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a extranjero dominio sometida.”
Antes de comenzar con el desarrollo del tema en específico, merece un espacio que se efectúe brevemente un resumen de La Araucana. Simplemente para luego poder dedicarme por entero al tema que me compete y las aristas que rodean al mismo: La geografía en Ercilla, los indígenas y los conquistadores. Me propongo analizar cómo contribuyeron las especiales formas del sur a sus propios habitantes en pos de defender sus tierras. Cómo esta misma flora actuó en perjuicio de los conquistadores, sin duda gracias a la astucia de los mapuches y “el secreto” de Lautaro. Y finalmente cómo ésta geografía fue un motivo evidente para Ercilla y la realización de su poesía, sublime, descriptiva y realista, con las palabras de un cronista que vivió lo que narra. La flora y fauna del sur de Chile quedan plasmadas en las páginas de La Araucana como verdaderas maravillas naturales, bellas y puras, mantenidas y utilizadas por los indígenas.
Daré paso entonces a un resumen breve del autor y de su obra. El poema fue escrito durante su estadía en Chile usando, a manera de papel, cortezas de árboles; lo anterior lo convierte en un verdadero cronista y por ende testigo presencial de los hechos que anota. Ercilla llegó a nuestro país como parte de la expedición comandada por el gobernador García Hurtado de Mendoza. Su obra consiste en un poema épico de la conquista, interesante en primer lugar por su tono realista y por su composición que fue escrita durante el curso de la guerra, la larga y tediosa guerra de Arauco. Consta de treinta y siete cantos que abarcan la descripción geográfica de Chile, los preparativos para la guerra de ambos bandos, las victorias de Lautaro y Caupolicán y las estrategias utilizadas por los mapuches para vencer a su enemigo. Así también describe las formas de combate de los propios españoles y resalta su hazaña. Otro aspecto interesante es la manera en que el autor trata de captar el punto de vista de los caciques indígenas, ensalzando su figura y su capacidad belicosa.
La trama describe episodios históricos, como la captura y ejecución de Pedro de Valdivia y la muerte de los caciques mapuches Lautaro y Caupolicán. Pero, además, se encuentran sucesos fantásticos, como el de un hechicero que eleva al narrador en un vuelo sobre la Tierra, permitiéndole ver acontecimientos que suceden en Europa y Medio Oriente, como la batalla de Lepanto. Se destaca el episodio del encuentro con una mujer indígena, Tegualda, que busca a su marido Crepino entre los muertos de un campo de batalla. Esto es una muestra humanista del trabajo de Ercilla, y de su condolencia por la suerte corrida por el pueblo indígena, que describe como gente carente de vicios y malicia, hasta la llegada de los españoles. Realza al indio y su valentía, sus formas de combate y su estado de paz anterior a los invasores. Muestra al mismo tiempo el valor de los hombres llegados del Viejo Mundo, que se aventuraron sin cuestionarse por estas tierras desconocidas.
El poema empieza con la descripción de los habitantes y sus costumbres, además de la llegada de los españoles; sigue uno de los más bellos cantos: El consejo de los caciques para elegir al futuro capitán. Luego de la muerte de Lautaro el más óptimo para ser el futuro Lonco era Caupolicán.
Luego son descritas las primeras luchas, Valdivia ataca Tucapel y sufre grandes pérdidas. La venganza de los españoles, la llegada a la Concepción, innumerables batallas de los araucanos contra los españoles y finalmente las fiestas de aquellos por sus triunfos.
La segunda parte empieza con la llegada del marqués de Cañete Don García Hurtado de Mendoza al Perú. Este envía auxilio a los españoles. Al mismo tiempo Villagrán ataca a Lautaro y le infiere grandes pérdidas. Surgen así nuevos ataques araucanos y empieza el episodio de San Quintín intercalado para narrar lo que por los mismos días le estaba ocurriendo a los españoles en Europa.
Definir el tema central de La Araucana es un tanto difícil, esto pues Ercilla toca infinidad de aspectos de la propia guerra de Arauco, el clima del lugar, su geografía, las costumbres y la vida de los mapuches, etc. El autor es un cronista que vive en carne propia sus escritos por los mismo es tan complejo identificar un aspecto principal que él toque de los indígenas, sin embargo, se puede decir que es un poema que describe, algunas veces en forma detallada y otras en forma reducida, la guerra entre los conquistadores españoles y los araucanos por el dominio de las tierras de Arauco en Chile. Así Ercilla logra realizar un poema sublime, en donde ensalza al indio, que lucha por sus tierras incansablemente y al mismo tiempo también muestra la gallardía del español por haberse aventurado en una empresa tan compleja, en tierras remotas de clima arduo y geografía compleja.
En relación al tema de la geografía del sur de Chile, el autor muestra cómo los indígenas la utilizaron siempre en su beneficio, realizando todo tipo de estrategias ayudándose de las mesetas, las montañas, lo escarpado del terreno o bien del propio clima, que es sin duda de condiciones muy arduas.
“El territorio chileno, por su prolongación de norte a sur, por su estrechez de oriente a poniente, por el paralelismo de sus dos grandes cadenas de montañas, y por el de éstas con el mar, presenta caracteres geográficos tan marcados y distintos, que sin gran trabajo puede comprenderse su configuración general.”
Otro aspecto que cabe mencionar en relación a la geografía es específicamente la flora y fauna de Chile, que fueron vías de inspiración para el poema y muestran cómo Ercilla se motivó claramente a dejar constancia de todo lo que estaba viendo y al mismo tiempo todo eso que observaba lo entrega con palabras de loa. Es importante rescatar en este aspecto que el español de la época fue siempre muy legalista y se preocupó constantemente dejar constancia de todos los hechos que le acontecían, así como también de describir el Nuevo Mundo.
Un Chile hermoso y de flora espectacular es lo que plasma Ercilla en La Araucana, cada palabra denota la riqueza del sur de nuestra patria, cada frase describe prolijamente cada planta, cada árbol novedoso, las montañas escarpadas, la tierra, los animales para ellos extraños y los reconocibles, y sumado a todo ello se encuentra todo articulado en sus habitantes. Todo se manifiesta como una suerte de alabanza a nuestra patria. Una poesía didáctica que nos permite hoy saber cómo era nuestro Chile y comprarlo con lo que es hoy. Y más específicamente la zona que describe Ercilla nos hace ver y otras veces imaginar lo difícil y tedioso que debió ser para los conquistadores adentrarse en las profundidades de los bosques araucanos. Es más, estos bosques estaban repletos de indígenas que conocían mejor que la palma de su propia mano cada cada flor nueva que emergía en su vasto territorio.
Queda constatado entonces, que los mapuches demostraron su astucia y capacidad belicosa, pues se ayudaron innumerables veces con las formas de la naturaleza en las batallas. Un claro ejemplo de lo anterior son las famosas emboscadas que hacían éstos a los españoles. Ocultos en los caminos dando alaridos y gritos indescriptibles, podemos hoy imaginar cómo habrán sido esos asaltos en medio de los árboles, con el suelo pantanoso, la lluvia, el frío que calaba los huesos y unos hombres semidesnudos abalanzándose con ademanes extraños sobre las cabezas de los invasores. Sin duda debió ser un espectáculo digno de ver entre los matorrales.
Esta poesía además deja ver la presión a la que estaban sometidos los araucanos por parte de los españoles, mostrando la valentía del indio frente a las armas de fuego. Esto llama la atención teniendo en cuenta que el poema está dirigido por parte del escritor a sus compatriotas españoles y especialmente a Felipe II. Al rey al parecer no le gustó para nada la obra, de seguro no imaginó la fama posterior que tendría. Es más, en el periodo de la Independencia esta obra fue releída muchas veces; necesitaban afianzarse como nación y qué mejor que La Araucana para ayudar a lograr ese objetivo.
Es de señalar que a pesar de que el poema se desarrolla con base en la guerra antes mencionada, igualmente se presenta dentro del contenido de la propia vida del cronista. Así podemos observar una variación en la narración puesto que el narrador-personaje incorpora otras temáticas que integra con el estilo propio del poema y con las cuales pretende abarcar todo de diferentes aristas, una de ellas es la geografía, “musa” de Ercilla, que lo motiva a describir los acontecimientos, escenarios y tiempos, pasando por el pasado, el presente y el futuro a través de la bola mágica del hechicero Fitón y con la cual representa al Mundo, con el fin de permitir a Ercilla ver las guerras futuras y las circunstancias que le rodean.
Considero importante resaltar la condición de narrador-personaje del autor del poema, ya que en sus narraciones él es un testigo presencial de los hechos, lo cual permite que sean descritos con mayor veracidad. Él es “el que ve”, tiene por ende un valor muy significativo como fuente primaria, sumando a ello la riqueza del lenguaje que incorpora en su poesía para describir la naturaleza araucana.
En la obra vemos innumerables referencias de las descripciones de los entornos naturales y sobre los hábitos, las
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