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La Historia De Las Carcels

javier3624 de Noviembre de 2013

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LA HISTORIA DE LAS CARCELES Y PRISIONES (y su correspondiente infraestructura según las épocas)

A través de la historia, la sociedad ha mirado con indiferencia el tratamiento y rehabilitación del delincuente. Sólo a partir del siglo XVII se comienza a contemplar el complejo problema que involucra la detención de una persona.

La "ley de retaliación" dictada por Hammurabi en el año 1927 A.C. fue la característica más importante de los métodos de justicia por muchos siglos.Este conjunto de normas establecía la Ley del Talión y enfocaba todo el sistema penal hacia ese principio.

Prisiones como lugares de castigo, fueron un lugar poco común en las primeras épocas. Ellas fueron usadas como lugares de detención para enjuiciados, deudores y opositores políticos.

Vale quizás aquí diferenciar a dos instituciones diferentes, las cárceles y las prisiones. Aunque sean usados como sinónimos, en lenguaje especializado se entiende por cárcel a cualquier lugar en donde se encierra a una persona y para cualquier fin , mientras que la prisión es relativamente moderna, ya que alcanza la idea de un sistema de encierro destinado a preparar a una persona para su reintegro a la sociedad.

Hacia los años 1700 y 1800 fueron establecidos algunos lugares de reclusión para el castigo de criminales. En muy pocos países y notablemente en Inglaterra, se usaron este tipo de establecimientos pero su popularidad fue mas bien tardía.

En el Siglo VII A.C., en Grecia, las cárceles simplemente eran grandes salones o cámaras subterráneas para la detención de reos, en proceso o sentenciados.Platón hablaba de las prisiones dos siglos después en "de legibus", en donde se anticipaba a los modernos sistemas correccionales : "...deben existir penales en la ciudad. Uno para la seguridad de personas enjuiciadas y en sentencia, otro para la reforma de desordenados, vagabundos, y delincuentes menores llamada sophronesterion (correccional)...Una tercera situada en el país lejos de las viviendas de hombres libres y usada para el castigo de delincuentes peligrosos..."

Jerusalén en el siglo VI A.C. tenía tres instituciones pero de diferente carácter a las propuestas por Platón, ellas eran : Beth-ha-keli (casa de detenidos) , Beth-ha-asourin (casa de encadenados) y Beth-ha-mahpecheth (casa de encadenados en manos y pies).

Muchas de las antiguas cárceles fueron construídas a la manera de cisternas subterráneas, en las cuales el acceso se hacía por un agujero cenital.

Una reconstrucción del "Tullianum" , llamado ahora cárcel Mamertine, situado en la esquina nor-este del Foro Romano, cerca del Capitolio, presenta uno de estos esquemas. Consistía en una sala rectangular baja con un hueco en el techo .( bóveda de origen Etrusco) Los prisioneros al ser confinados, prácticamente eran condenados a muerte , pues luego de que eran introducidos en esta gran cisterna, su liberación era muy difícil.

Las cárceles romanas, o las casas de detención fueron usadas únicamente para los esclavos. Los ciudadanos romanos eran encadenados a grillos en sus manos sufriendo así uno de los castigos prescriptos en las leyes romanas.

LAS CARCELES MEDIOEVALES

Posteriormente, y por muchos siglos, los pozos de desperdicios fueron considerados los mejores lugares de castigo para impresionar a los deudores y a los enemigos políticos y personales.

En la Edad Media los lugares más usuales para la detención de personas eran las mazmorras o calabozos de las fortalezas carcelarias.

Europa, en esta época, tenía muchos prisioneros en estos sitios y su reclusión era notable por lo terrible de sus celdas o calabozos, en donde miles de personas morían asesinadas, torturadas o en el más completo abandono.

Sus nombres, famosos en la historia tenían toda un aura de violencia: "Las Siete torres de Constantinopla", "El Castillo de Spilberg", "El Pozzi del Palacio Ducal de Venecia", "La Concergería", "La Bastilla", etc.

Máxima seguridad y tratamiento brutal fueron las únicas medidas conocidas en este período. Si un hombre o una mujer (a veces niños) eran encarcelados en una cárcel por alguna (a veces imaginaria) ofensa; era encadenado, colocado en cepos, torturado bárbaramente o asesinado. No existía posibilidad de redención, ni de defensa, ni de liberación.

En Inglaterra la extensión de la justicia real inglesa y los esfuerzos máximos del Rey Enrique II provocan la legislación para proporcionar lugares de detención para los enjuiciados.

El séptimo artículo de la "Assize of Clarendon" en el año 1166 decretaba que el Sheriff de cada condado debería construir una cárcel si no existía en los alrededores, la cual alternativamente y en forma provisional podría ser hecha en un castillo real.

Las condiciones de estas cárceles fueron indescriptibles, y simplemente fueron pocas las construídas como cárceles originalmente. Algunas edificaciones fueron adaptadas por la población y usadas como casas de prisioneros, ampliadas o reformadas, con el fin de cumplir su tarea.

Durante los siguientes tres o cuatro siglos, este rudimentario sistema penal no mostró ningún signo de evolución. Las cárceles continuaron siendo establecimientos horrendos, salas encerradas, celdas y castillos, todos usados más como sitios de detención que de castigo.

LA INSTITUCION DE BRIDEWELL

Por razones políticas, sociales y religiosas, el problema del tratamiento con vagabundos y desempleados comenzó a tratarse en el período de Tudor, y varios experimentos en niveles bajos y tratamientos correccionales fueron comenzados. Uno de esos fue dirigido al establecimiento de instituciones especiales en donde mendigos y vagabundos podrían ser provistos de trabajo y empleo.

La primera de estas instituciones fue abierta en el año 1557 por Bishop Ridley en el actual Palacio Real de Bridewell (construída por Enrique VIII en 1522) convertida para tal propósito.

Es por esto que de aquí en adelante las demás correccionales en Inglaterra llevaron este nombre.

Consistían en un conglomerado de salas y grandes dormitorios abiertos, donde en teoría eran esencialmente casas de trabajo en reemplazo de prisiones.

Popularizadas en Inglaterra, comenzaron a construirse en el continente a partir del Siglo XVII, especialmente en Holanda y Alemania.

Es dudoso que las "Bridewell" o correccionales tuvieran alguna influencia en el desarrollo de la prisión en Inglaterra. Pero certeramente en Holanda fueron el comienzo de un cambio benéfico. A partir de estas instituciones originales, en Holanda, Bélgica, Alemania y Escandinavia se construyeron numerosas casas de reclusión, entre las que se destacó la Casa de Trabajo o "Rasp house" para hombres, en Amsterdam, fundada en 1595.

Esta institución tenía originalmente nueve habitaciones utilizadas como dormitorios y talleres al mismo tiempo. En cada uno vivían entre 4 y 12 prisioneros. Cada habitación tenía piso de cemento y madera y un pequeño baño, todas construídas alrededor de un patio, no teniendo previsto un sistema de calefacción para el invierno.

Es probable que las primeras casas holandesas de correcciones tuvieran algún orígen en las Bridewell inglesas. Su similitud puede provenir del limitado panorama ofrecido en el diseño de estas construcciones.

El primer signo de verdadero esfuerzo en separar las mujeres de los hombres, tiene sus comienzos en Holanda. En 1593 los protestantes de Amsterdam construyeron una prisión separada para mujeres solamente. Esta fue el principio de la construcción de prisiones de este tipo en Europa, especialmente en Alemania y muchos de los estados Hanseáticos.

PRISIONES CONDALES Y CORRECCIONALES

De esta forma y a partir de este momento, en Inglaterra tenemos dos tipos de instituciones, las cárceles para la custodia segura de los deudores y otro tipo de enjuiciados, y las Bridewells o correccionales ; aunque las diferencias entre ambas estaba sólamente en el nombre en la mayoría de los casos.

A partir del Siglo XVII las correccionales y las cárceles fueron usadas indiscriminadamente para todo tipo de delincuente.

A partir de estas condiciones desesperadas, dos influencias reformadoras se fueron desarrollando para revolucionar los métodos penales.

La primera se debe a la Iglesia Católica, y más particularmente a Filippo Franci, quien en 1650 funda una casa de trabajo para jóvenes vagabundos en Florencia.

Los trabajos de Franci fueron elogiados por el educador benedictino francés Dom Jean Mabillon y su trabajo combinado posibilitó la creación, cincuenta años después, de la Prisión de San Miguel, en Roma, primera cárcel celular del mundo.

La segunda influencia comienza con los Quáqueros americanos, que asqueados por el brutalismo del castigo corporal, sustituyeron el encarcelamiento en las áreas en que ejercían un gran poder (West Jersey y Pennsylvania) por las casas inglesas correccionales, que fueron reproducidas.

William Penn, destacado abogado y legislador, en 1682 estableció que muchos crímenes podrían ser castigados con labores manuales evitando un alto índice de presidios. Esta operación comenzó en 1718.

Afortunadamente, a partir de la Declaración de la Independencia en 1776, el sistema quáquero de encarcelamiento fue revivido y desarrollado dentro de la influencia Pennsylvania y del Sistema "Auburn" de confinamiento parcial y solitario.

LAS CARCELES Y PRISIONES EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII

El sistema de las prisiones tal vez nunca tuvo un mayor esfuerzo

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