La Industria Del Acero En Mexico Los Ultimos 100 años
intrepid3459 de Noviembre de 2012
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La Industria del Acero en México, los últimos 100 años
RESUMEN
Este trabajo muestra el desarrollo de la industria siderúrgica en
México a través de un breve resumen histórico de las empresas
más representativas, el cual se puede dividir en las etapas
siguientes: nacimiento, desarrollo, problemas financieros,
estatización, privatización y venta al extranjero.
INTRODUCCIÓN
El hierro fue un elemento decisivo de la Conquista, ya que los
españoles hacían uso extensivo de ese metal, figura 1. Antes de la
caída de la Gran Tenochtitlan los conquistadores, y sus aliados
indígenas iniciaron trabajos de forja para la elaboración de clavos,
cadenas y anclas necesarias para los 13 bergantines que
construyeron en el Lago de Texcoco y que les ayudaron a vencer a
la capital del Imperio Azteca. Posteriormente, el hierro sirvió de
infamante marca de esclavitud de los pueblos sojuzgados.
Figura 1. Rodelero, arcabucero y lancero de las fuerzas de
Cortés. Ilustración de Angus McBride
* Departamento de Ingeniería, FES Cuautitlán, Carretera Cuautitlán
Teoloyucan km 2.5, c.p 54714, San Sebastián Xhala, Cuautitlán Izcalli,
México, TEL. 5623-1889, email: prof_felipe@yahoo.com.mx
Como ejemplo de las primeras forjas ya durante la Colonia, se
pueden citar tijeras, cuchillos, instrumentos de labranza, clavos y
armas, pero luego la herrería creció en importancia formando parte
de la arquitectura de templos, castillos y casas. Rejas, puertas y
barandales con figuras de hojas, ángeles, querubines, espirales y
otros arabescos, decoraron presbiterios, celosías, puertas, balcones
y canceles. Se produjeron faroles de hierro y vidrio y, como
complemento de roperos y arcones, se forjaron chapetones,
aldabas, chapas, candados, bisagras y llaves que tenían caprichosas
formas: leones, águilas de dos cabezas, serpientes, ángeles y
dragones entre otras.
Aunque durante los primeros años del Virreinato los artesanos
herreros eran españoles y portugueses, ya que se temía que los
indígenas aprendieran el oficio, y con ello pudieran fabricar armas,
la expedición de las Ordenanzas hacia 1524, permitió al religioso
Vasco de Quiroga pugnar por la instalación de talleres para los
indígenas, quienes una vez que aprendieron el oficio, lo
desarrollaron con gran maestría, por lo que se puede afirmar que
toda la herrería de los conventos coloniales se logró gracias a la
mano de obra indígena.
Es importante destacar que durante los primeros años del
Virreinato y por muy largo tiempo en todo el Continente
Americano, las minas de Vizcaya, España, surtieron de hierro para
la forja y la fundición, las técnicas principales para trabajarlo. La
herrería mexicana copió los modelos traídos de España,
prevaleciendo en un principio el estilo gótico, luego se asemejó al
renacentista, pero después se fueron modificando gradualmente
hasta definirse los estilos populares de Oaxaca, Zacatecas,
Durango, San Luís Potosí y Guanajuato.
El siglo XIX se caracterizó por la urgencia de contar con suficiente
abastecimiento de hierro y acero en planchas y platina, que en su
mayoría se importaba, lo que permitió que la tradición de las
ferrerías continuara pese a los agobios físicos y financieros para
habilitarlas con recursos financieros.
La llegada de la tecnología del alto horno a México se produjo en
1807 mediante la ferrería Guadalupe instalada por Andrés Manuel
del Río en Coalcomán, Michoacán. Dicho establecimiento inició
operaciones el 29 de abril con un horno de reverbero y un alto
horno de grandes proporciones y estuvo en operaciones hasta que
los conflictos político militares del movimiento de Independencia
acabaron con ella.
Más adelante, conforme avanzaba el siglo, otras ferrerías emularon
el camino inaugurado por la pionera Guadalupe, y de esta manera,
a la par de la demanda y de la inversión de capitales, estas
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLAN
CARRERA DE INGENIERO MECANICO ELECTRICISTA
1 AL 5 DE SEPTIEMBRE 2008
LABORATORIO DE INVESTIGACIÓN EN ENERGIAS RENOVABLES
CARRERA DE INGENIERO MECANICO ELECTRICISTA:
COORDINACIÓN DE IME
DEPARTAMENTO DE FÍSICA
DEPARTAMENTO DE INGENIERIA
DEPARTAMENTO DE MATEMATICAS
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compañías sustituyeron sus instalaciones viejas, como el horno
catalán, por tecnologías modernas como el alto horno, Ávila [1].
También. Tuvieron mucha importancia las ferrerías de Tula (en
Tapalpa, Jalisco) propiedad de Don Manuel Corcuera, quien en
1879 las renovó con maquinaria fabricada por la empresa Siemens
de Alemania. Estas ferrerías fueron las primera en fabricar, ruedas
dentadas, soleras, varillas corrugadas y hierro estirado, para
convertirse en proveedoras locales de las empresas ferroviarias,
Sánchez [2].
NACIMIENTO Y DESARROLLO
Al despuntar el siglo XX, las ferrerías fueron relevadas por
compañías siderúrgicas de mayor envergadura que iban surgiendo
al ritmo del desarrollo económico e industrial que estaba
experimentando el país. La más importante de ellas fue la
Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, (FUMOSA) empresa
que modificaría drásticamente la forma de fabricar acero en el
territorio nacional.
La Cía. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. fue una de
las empresas nacidas con el siglo XX dentro del proceso de
industrialización de la capital nuevoleonesa.
Quedó constituida el 5 de mayo de 1900 con un capital de diez
millones de pesos y unos meses después inició sus operaciones,
bajo la dirección de los señores Vicente Ferrara -a nombre de
quien fue presentada la solicitud correspondiente y dirigida al
gobernador de Nuevo León, el general Bernardo Reyes-, Eugenio
Kelly, Antonio Besagoiti y León Ferrara, Ávila [1]
La compañía tenía como objetivo la adquisición y explotación de
minas de hierro y carbón, así como la fundición y el procesamiento
del metal para la elaboración de objetos diversos. Es interesante
hacer notar que en 1900 el consumo per. cápita de acero en México
apenas y llegaba a seis kilogramos (hoy en día es de
aproximadamente 250 kg)
Esta planta industrial, lo mismo que las demás establecidas por la
misma época, quedaron exentas de contribuciones según decreto
de diciembre de 1888, durante el gobierno de Lázaro Garza Ayala,
y prorrogado a lo largo de muchos años.
La compañía tuvo su asiento al oriente de la ciudad de Monterrey
en un terreno de 226 hectáreas, que según la visión de sus
compradores serviría para futuras ampliaciones, destinar un área a
la construcción de viviendas para los trabajadores e incluso erigir
escuelas para la educación de los hijos de obreros.
Sus instalaciones albergaban a mil 500 trabajadores y se
encontraban entre las más vanguardistas de la época, ya que
utilizaban la tecnología siderúrgica que se estaba aplicando en
Estados Unidos, país que estaba en pleno auge industrial. Aunque
muchos de los equipos y la maquinaria de sus distintos
departamentos ya habían sido empleados en acereras
estadounidenses, estaban en perfectas condiciones para cubrir la
demanda del mercado mexicano, incluso, eran capaces de generar
una producción de 100 mil toneladas anuales de acero, cantidad
muy elevada para las expectativas del incipiente mercado interno.
Una de las instalaciones que moldearon a esta colosal empresa fue
el Alto Horno 1, figura 2.
Figura 2. Alto Horno 1 de Fundidora Monterrey, a principios
del siglo XX
Sin embargo, como una maldición, la empresa por muchos y muy
diversos problemas afrontados a lo largo de su historia, nunca
logró alcanzar sus metas de producción.
Para 1904 afrontó dificultades económicas que se profundizaron
año con año hasta que en 1907 fue alcanzada por la crisis mundial.
Además, la inundación de 1909 representó una severa catástrofe
para la empresa y el inicio de la Revolución Mexicana, un año
después, tuvo también un impacto negativo.
Fue con ayuda del Gobierno Federal que don Adolfo Prieto -en
1908 fue nombrado Consejero Delegado y en 1917 Presidente del
Consejo de Administración-, logró sacar a Fundidora Monterrey
del peor momento.
La empresa tuvo una recuperación importante para 1929, mantuvo
un ritmo moderado de producción y crecimiento, y entre 1950 y
1953 se trazaron líneas de expansión para la creación de la filial
Aceros Planos que significaba la incursión en la producción de
planos (planchas, lámina, hojalata, entre otros)
Con dinero de NAFINSA -el banco de desarrollo financiero del
Gobierno de México- que había recibido un crédito del
EXIMBANK-el banco de desarrollo exterior de los Estados
Unidos, Jiménez de
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