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La Mesa De Moctezuma


Enviado por   •  13 de Enero de 2015  •  1.508 Palabras (7 Páginas)  •  447 Visitas

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LA MESA IMPERIAL DE MOCTEZUMA

(Moctezuma Xocoyotzin 1466 –1520 Tenochtitlán)

Noveno emperador azteca (1503-1520) fue elegido gran sacerdote.

Las reformas hechas por sus antecesores impusieron una etiqueta real que incluía la casi nula posibilidad de que el pueblo común lo viera, e incluso su círculo más cercano no podía verle directamente a los ojos, debían hablarle en voz baja y entrar al recinto en donde se encontraba descalzo al igual que todos en el salón del icpalli (silla real).

Los salones y antecámaras se hallaban llenos de nobles que acompañaban constantemente al monarca normalmente los plebeyos de México desempeñaban ciertos empleos en el palacio; pero Moctezuma se rehusó a ser servido por hombres que no fueran de noble nacimiento.

En el palacio había una gran cantidad de baños, y Moctezuma daba el ejemplo de frecuentes abluciones (purificación ritual de algunas partes del cuerpo antes de ciertos actos religiosos), todos los días se bañaba una vez y se cambiaba de vestimenta cuatro veces, sin usar una misma prenda dos veces, si no que regalaba su ropa a los que le servían.

Moctezuma II es descrito como un hombre con un fuerte carácter, culto, inteligente, carismático y con un profundo sentido religioso, y su personalidad podía verse reflejada también en la forma de comer, fue el autor de un rígido ritual culinario.

Tenía una serie de normas de etiqueta y un protocolo extenso a la hora de sentarse a consumir alimentos; todo este ritual era realizado con mucho respeto, agradeciendo lo que la tierra les brindaba y debía llevarse a cabo con pulcritud.

El primer servicio era para los nobles que después cedían el honor de servir al monarca a doncellas escogidas por su belleza y gracias personales. Moctezuma ll comía solo, su mesa era cubierta con centenares de platillos, que se mantenían calientes por medio de escalfadores y su mayordomo, indicaba los que él prefería.

El salón estaba alumbrado por antorchas de una madera resinosa, que al arder exhalaba un suave olor y humo.

Un biombo de madera ricamente dorado y esculpido era colocado alrededor para ocultarle de la vista de todos durante la comida. Se sentaba en un almohadón y servía el banquete en una mesa baja, cubierta con un mantel de finísimo algodón. Los platos eran del más hermoso barro de Cholula. Tenía una vajilla de oro que se reservaba para las celebraciones religiosas.

En la comida era acompañado por cinco o seis de sus más antiguos consejeros, que se mantenían en pie a una respetuosa distancia, contestando a sus preguntas Dos muchachas colocadas en un ángulo distante de la sala hacían tortillas, con las cuales de tiempo en tiempo abastecían la mesa. Después de que quedaba satisfecho el real apetito, las doncellas le servían agua en una bandeja de plata, de la misma manera al comenzar la comida. Enseguida le llevaban unas pipas hechas de madera barnizada y ricamente dorada, de las cuales absorbía unas veces por la nariz y otras por la boca el humo de la embriagante yerba “llamada tabaco” mezclada con liquidámbar. Mientras que tenían lugar esta agradable fumigación, disfrutaba el emperador las presentaciones de los saltimbanquis

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