La Soberana Convencion De Aguascalientes

Debido a la ausencia de representantes de las principales facciones en disputa -villistas y zapatistas- que desconfiaban del Primer Jefe, Obregón sugirió que la Convención fuera trasladada una ciudad "neutral" a la que pudieran asistir todos los jefes sin ningún peligro. Se decidió que fuera en Aguascalientes y el 10 de octubre reiniciaron los trabajos, tomándose como centro de actividades el Teatro Morelos.

Después de la caída de Huerta (julio de 1914) y ante el distanciamiento entre Carranza y Villa que anunciaba una nueva etapa en la revolución, a instancias del propio don Venus, el 1 de octubre de 1914 iniciaron los trabajos de la Convención revolucionaria en la ciudad de México con el fin de conciliar los intereses entre los revolucionarios y alcanzar la paz.

Debido a la ausencia de representantes de las principales facciones en disputa -villistas y zapatistas- que desconfiaban del Primer Jefe, Obregón sugirió que la Convención fuera trasladada una ciudad "neutral" a la que pudieran asistir todos los jefes sin ningún peligro. Se decidió que fuera en Aguascalientes y el 10 de octubre reiniciaron los trabajos, tomándose como centro de actividades el Teatro Morelos.

La Convención inició bajo la presidencia del general Antonio Villarreal y la mayoría de los principales jefes revolucionarios firmaron sobre la bandera nacional para estampar su compromiso y darle un significado patriótico a la gran asamblea. Fue más un acto de histrionismo revolucionario que un acto por el bien de la Patria: con el paso de las semanas quedó demostrado que los jefes revolucionarios sólo buscaban ganar tiempo y se preparaban para la guerra. A principios de noviembre, la Convención revolucionaria, con el carácter de Soberana, designó presidente interino de la República al general Eulalio Gutiérrez y la revolución quedó completamente dividida. En 1915 sobrevendría el esperado enfrentamiento entre Carranza y Villa.

La Convención Revolucionaria fracasó por varias razones:

-No fue permitida la participación efectiva -con voto- del elemento civil de la revolución.

-Los militares apoyaron sus propuestas con la fuerza de los fusiles, no con la fuerza de los principios ni de las leyes, pues ellos "habían expuesto sus vidas por la revolución".

-La mayoría de los debates giraron en torno de asuntos triviales y sin mayor importancia.

-Demasiada demagogia en los discursos y propuestas.

-Posiciones: Obregón fue muy ambiguo; Carranza inflexible, prometió acatar los dictados de la Convención, pero siempre condicionó su renuncia. El general Ángeles muy activo a favor del zapatismo; Villa al acecho con presencia militar amenazadora. Los partidarios de Carranza -inexplicablemente- participaron mínimamente; los representantes de Villa y Zapata hicieron gala de oratoria sentimental, exaltando las virtudes y carencias del pueblo, lo cual influyó en las votaciones de los acuerdos.

-Se concedió demasiada importancia al zapatismo; no se le trató como al resto de las facciones revolucionarias. Incluso muchos de los procedimientos seguidos por la Convención hasta antes de la llegada de los zapatistas fueron ignorados, incumplidos u omitidos para favorecerlos.

-Los jefes revolucionarios sabían cual sería el resultado definitivo, es decir, no había lugar para la paz y sólo estaban ganando tiempo para prepararse militarmente. La incapacidad para ponerse de acuerdo determinó el inicio de la etapa más violenta de la lucha armada, ya no contra Díaz ni contra Huerta, sino la revolución contra sí misma.

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