La religion de los Incas

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Universidad Politecnica Salesiana

Facultad de Filosofía

Asignatura:

Filosofía de la religión

Elaborado por:

Luis Cristopher Martínez Lugmaña

Fecha de Entrega:

Lunes, 3 de Enero del 2022

La religión de los Incas (Resumen)

El imperio de los incas imponía su religión como política de estado en todo territorio de con-quista. Así, pues, lo que es hoy día república del ecuador, estuvo bajo su dominio en torno a cien años y durante ese tiempo su religión fue la del Tahuantinsuyo. Según el Padre Bernabé Cobo, “los incas eran la nación más dada a la Religión, que debe haber habido en el mundo”. Siendo por un lado el Imperio más religioso de la Historia y por otro, el único caso de total autodestrucción, la investigación se propone establecer hasta qué punto su religiosidad contribuyó a su autodestrucción.

Se constató que lo que ellos pensaban sobre su Dios Viracocha (Ticciviracocha, Pachayachachi, etc.)  Venía prácticamente a coincidir con nuestras creencias cristianas. Los incas creían que este dios era el hijo primogénito de Viracocha. Parece que su figura nunca estuvo bien definida, aunque compren-día el astro que conocemos con ese nombre; el Paraíso, después de la muerte para los hombres dignos de él, y la persona con rostro humano rodeado de rayos, como lo habían representado en el templo de Cori-cancha. Además de esa tenía otra que podía llamarse “figura viajera” o “bulto”, el cual podía ser trasladado de un lugar a otro y hasta llevado a cualquier parte del Imperio. El culto al Padre-Sol superó con mucho al que se rendía a los demás dioses, pues por motivos políticos los reyes incas habían estimulado su veneración no sólo en la Ciudad Sagrada del Cuzco sino en todas las demás ciudades y pueblos importantes.

Leyenda de los hijos del Padre-Sol: Se entiende que desde ese tiempo la divinidad traída del cielo en la sangre de la pareja de hermanos no podía mezclarse con las demás razas humanas, sino que era menester mantenerla encerrada en ese primer matrimonio entre hermanos y sus descendientes directos. Siglos más tarde se extendió ese privilegio también al matrimonio entre padres e hijos. Creyeron ellos que esa era la mejor manera de mantener la divinidad heredada en familia. Tal parentesco había dado lugar a la formación de una clase noble, a la cual nadie podía aspirar de no haber nacido de padres nobles y de íntima consanguineidad.

Las vírgenes del Sol: Las aspirantes a esta profesión eran niñas de diez a doce años.  Debían ser nobles y, mientras más alto fuese su grado de nobleza, mayores podían ser sus perspectivas de subir de escalafón entre ellas.

La luna y las estrellas: Se puede decir en general que los incas creían que la Luna es la esposa del Sol y madre de los hombres. Se creía que al comienzo de los tiempos el Sol y la Luna permanecieron juntos y procrearon los dos hijos, que vinieron a la tierra a civilizar a la raza humana y dar comienzo a la estirpe noble, formada por sus descendientes.  

La Madre Tierra: El primer medio que usaron fue el de la Religión. Aprovechando su tendencia mística, afirmaron que la Tierra era la diosa-madre del hombre, llamada a alimentar a los Incas, sus hijos predilectos y a todos los hombres en general.

El trueno y los dioses pururaucas: Creían que el trueno era el dios que hacía llover y resultaba beneficioso para los campos, así también creían que su luz, al caer sobre los incrédulos o pecadores, los dejase carbonizados.  El Dios-Rayo cumplía este castigo, sólo cuando el Dios Viracocha se lo mandaba.

Adivinos y brujos en el Tahuantinsuyo: Aparte de la Corte Imperial, todas las clases sociales acudían a los adivinos o a los brujos en toda acción importante que pensaban emprender, como sembrar, talar, construir una casa, ir a la guerra etc. etc.

Colectivismo religioso: El sistema colectivista, que sostenía esa población tanto en alimentos como en vestuario producía lo suficiente y distribuía a diario todo cuanto necesitaban. Esta era la razón por la cual los españoles encontraron el “camino real del Inca” en perfecto estado, ya que debía usarse constantemente para repartir los productos alimenticios, textiles e industriales a lo largo de aquel inmenso territorio.

Comentario

Considero que “la religión en el imperio de los incas”, fue de una riqueza insondable, desde los ámbitos religioso, político, económico, cultural, ideológico e intelectual. En lo que discrepo, fue en la manera en que se ejerció tales leyes que los regían, en fin, eran un imperio en desarrollo, en busca de su verdad, intentando dar sentido a su existencia y conquistando cada una de sus limitaciones.

A continuación, haré argumentaciones a favor y en contra en los diferentes ámbitos que he considerado más relevantes para mí y que han tenido mayor injerencia en lo que se refiere a la decadencia de dicho imperio. Muchas veces sus ideologías y normas se basaban en leyendas que como se repetían de generación en generación, se aceptaban como dogma de fe por todos esos pueblos excesivamente crédulos y piadosos. El ser humano con el deseo de encontrar respuesta a los problemas que se le plantean, históricamente desarrollo la capacidad de pensar e imaginar y comienza a crear historias y mitos para explicar el mundo sus misterios, como la creación, la muerte e inclusive la interpretación de los fenómenos naturales.

Pero la imitación de ese ejemplo en el transcurso del tiempo originó varios problemas sociales, que probablemente llevaron a la nación, en parte, a su propia autodestrucción. De esta manera concuerdo en lo que escribió Cobo sobre este tema:

“Por donde concluyo que por este camino de rigor y crueldad, más que  por  otros  medios,  vinieron  los  Incas  a quebrantar los bríos a sus súbditos y ponerlos en la estrecha servidumbre en que los tenían y sujeción y rendimiento con que ellos eran obedecidos y acatados, que era una esclavitud tan dura, que con dificultad se  puede  imaginar  otra  mayor,  aunque  discurramos  por  todos  los  gobiernos de las gentes de que hasta ahora tengamos memoria” (Conferencia Episcopal Ecuatoriana, 2001, p. 29).

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