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La resaca de la Primera Guerra Mundial y la década de 1920


Enviado por   •  3 de Mayo de 2015  •  Ensayos  •  1.065 Palabras (5 Páginas)  •  545 Visitas

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La resaca de la Primera Guerra Mundial y la década de 1920

El final de la Primera Guerra Mundial dislocó seriamente la economía chilena, poniendo a prueba un sistema político cuya ineficacia era clara para muchos. Las dificultades de la posguerra dejaron al descubierto las limitaciones de la economía: sobredependencia en la producción de materias primas, políticas fiscales y monetarias inadecuadas, creciente inercia en la agricultura. Y las necesidades económicas combinadas con los trastornos políticos impulsaron finalmente tanto al Estado como a la economía por nuevos rumbos.

El efecto más terrible del armisticio fue la paralización de las salitreras. El Nitrate of Soda Executive de los aliados copó de pronto el mercado vendiendo sus existencias a muy bajo precio, lo que, a su vez, hizo disminuir los precios y las exportaciones. Aunque en 1920 ya habían comenzado a recuperarse, la producción y las exportaciones volvieron a caer en un 50% al año siguiente. Más de 10.000 mineros y sus familias se dirigieron a Santiago, infectando la ciudad con el virus de la desesperación –y la viruela-. El gobierno respondió como lo había hecho en el pasado, ofreciendo subsidios y comprando el excedente, mientras que las compañías creaban la Asociación de Productores de Salitre de Chile, que impuso cuotas para estabilizar los precios. Como resultado, los precios del salitre y, por ende, el empleo, aumentaron –por un tiempo-.

La producción de cobre también disminuyó en los primeros años de la posguerra, pero en este caso la tendencia principal era al alza: a finales de la década de 1920, la producción de la Gran Minería (responsable del 90% de todo el cobre producido) alcanzaba las 317.000 toneladas, aproximadamente el 16% del mercado mundial. Las minas de cobre, además, comenzaban a contribuir cada vez más a la economía chilena. En 1925, el gobierno gravó a las compañías con un impuesto del 6%. Dicho impuesto, junto con otro gravamen, aumentó la tasa tributaria para la minería del cobre al 12%. Además, las nuevas leyes de seguridad puestas en vigencia también aumentaron las contribuciones reales que las compañías norteamericanas le hacían al gobierno central. De esta manera, quedaban en Chile más ganancias de la Gran Minería que antes.

La Primera Guerra Mundial significó un impulso que hizo prosperar incluso a los hacendados más indolentes. Tratando de llenar el vacío que las naciones europeas habían dejado al entrar en la guerra, los terratenientes se apresuraron a cultivar más la tierra. El ímpetu se vio mermado en un comienzo por las dificultades que afectaban a los embarques marítimos y también por las nuevas restricciones que el gobierno había impuesto a las exportaciones con el fin de impedir la escasez a nivel nacional, prohibición que resultó nociva para el campo. El gobierno no pudo ser persuadido de rescindir la medida.

Aprovechando la inercia de la guerra, la producción agrícola aumentó entre 1920 y 1930 más que en la década anterior (la proporción de tierra cultivada subió en más de un 50%). La viticultura prosperó: la producción de vino y chicha subió a más del doble en la década de 1920 (a 327.800.000 litros). La ganadería floreció: la cantidad de ganado vacuno aumentó en un 10% y el ganado bovino, caprino y porcino tuvo un crecimiento aún mayor.

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