La revelación de Kenia

 La revelación de Kenia  

Antes de encontrarme frente a los hombres, ¿Y por qué Kenia no regreso …  Solamente el  o su sombra o algo innombrable  las investigaciones extrañas de Kenia me eran familiares, hasta cierto punto fui participante de ellas .  De su vasta colección de libros raros sobre temas prohibidos, he leído todo lo que está escrito en idiomas de los cuales yo misma soy especialista, no obstante, resultan ser pocos en comprensión con los de otras lenguas que aún no domino. La mayoría, creo , escritos en árabe, y el libro inspirado el demonio que trajo al final  el libro que guardaba

adba en el bolsillo y se llevó fuera de este mundo  fue escrito en caracteres que nunca  había vistoen otro lugar. Kenia nunca me iba a decir lo que contenía ese ese libro  

En cuanto a la naturaleza de nuestros estudios  A mi más bien me parece misericordioso no hacerlo, pues se trataba de investigaciones terribles, las cuales realizaba más por una fascinación que por una inclinación real.  Kenia siempre me domino, y veces le temía. Recuerdo como me estremecí al ver la excreción de su rostro, la noche anterior al suceso terrible, mientras me hablaba, innecesariamente, sobre su teoría de por qué ciertos cadáveres nunca se corrompen , sino que descansan tiesos y gordos en sus tumbas durante mil años . Pero ya no le tengo miedo, yo sospecho que ha conocido horrores que superan mi entendimiento. Ahora temo por ella.

Una vez más, no tengo  idea alguna sobre nuestro propósito aquella noche. Sin duda, tuvo mucho que ver con algo del libro que Kenia llevaba consigo  - ese libro raido de caracteres indescifrables, que le había llegado de la India un mes antes-,  pero no sé qué fue lo que esperábamos encontrar .  Su testigo dice que nos vio a las once y media en el camino de  SANBARTOLO,  que se dirige Asia la escuela IGNAIO ZARAGOZA. La imagen, grababa con fuego mi alma , solo es una e cena , y la hora debió haber sido mucho tiempo después de la media noche , porque una media luna menguante estaba en lo alto del cielo vaporoso .

tan antiguo que temblé  ante los mulpibles signos de de años inmemoriales . Ubicado en una profunda cuenca húmeda, una línea de pasto crecido, musgo extraño y yerba mala rastrera, rodeado de un vago hedor, que mi ociosa fantasía asocio absurda con piedras putrefactas . Por todas partes se hacían evidentes los los signos de abndono y decrepitud, y comenzaba a bossersionarme la idea de que Kenia y yo fueres los primeros seres vivos el pertubador silencio el cilencio de los signos . Y sobre el borde del valle una palida , menguante  luna creciente , se asomo a través de la vapores fétidos  que emanar de alas malditas catacumbas, y por sus débiles vacilantes rayos una variedad repelente de losas antiguas, y  y fachadas del todo en ruinas , cubirtas de humedad .

...