Las Ondas Largas
mabe12236 de Diciembre de 2013
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Las ondas largas (Ernest Mandel)
La interpretación que propone Ernest Mandel de la teoría de las ondas largas brinda un esquema analítico para investigar la etapa actual del capitalismo. Su explicación subraya la influencia predominante de la tasa de ganancia de largo plazo en estos acontecimientos, el origen extraeconómico de los períodos ascendentes y la gravitación de las contradicciones internas de la acumulación en las fases declinantes. Su enfoque es afín a la tradición de periodización histórica del capitalismo inagurada por Lenin y no a la tesis de ciclos regulares y sucesivos que plantearon Kondratieff y Schumpeter. Puntualiza una distinción cualitativa entre el ciclo y la onda y su principal originalidad es la conexión que establece entre la teoría del valor y los extensos períodos de contracción y expansión económica. Atribuye a la lucha de clases un papel explicativo central de estos procesos en polémica con las interpretaciones institucionalistas y hegemonistas, aunque no logra formular una demostración satisfactoria de la lógica periódica de este entrecruzamiento. Su enfoque incluye una teoría original de las revoluciones tecnológicas, que reformula la concepción shcumpeteriana en función de la dinámica objetiva del proceso de valorización. Propone, además, una crítica al estancacionismo destacando que la dinámica del capitalismo es incompatible con la paralización de las fuerzas productivas. Mandel aplica un determinismo histórico-social basado en el materialismo histórico que opuesto al análisis puramente estadístico, habitualmente utilizado para corroborar o desmentir empíricamente la existencia de las ondas largas. El interés actual de esta problemática surge de la eventualidad de una cuarta etapa del capitalismo al comienzo del nuevo siglo. Y en este plano se requieren desarrollar hipótesis que Mandel no llegó a concebir. Ernest Mandel y la teoría de las ondas largas. La teoría de las ondas largas brinda una explicación de los procesos de crecimiento y depresión de largo plazo en la historia del capitalismo. Fue inicialmente concebida por autores marxistas para estudiar el auge económico que concluyó en 1914 y luego retomada por el investigador ruso Kondratieff y por el economista austríaco Schumpeter para analizar la extensa crisis de entreguerra. Posteriormente, varios pensadores utilizaron esta concepción para indagar el surgimiento y el agotamiento del ¨boom de posguerra¨ y en la actualidad, la teoría sirva para abordar el interrogante central de la etapa: ¿ Perdura la crisis iniciada a mediados de los 70 o -por el contrario- ha comenzado una fase de recuperación económica internacional ? El replanteo marxista contemporáneo más importante del problema de las ondas largas fue realizado por Ernest Mandel. Su esquema analítico tuvo gran impacto, tanto en el ámbito académico cómo en el campo político. Revisar su original interpretación - comparándola con otras y despejando frecuentes incomprensiones- permite abrir un juicio general sobre esta teoría, delimitando las líneas promisorias de las pistas falsas de esta investigación. En nuestra opinión, Mandel presenta un análisis de las etapas del capitalismo que toma en cuenta principalmente la acción de la ley del valor en el largo plazo. Su enfoque asigna primacía a la lucha de clases en la explicación de los acontecimientos históricos cruciales y contiene una interpretación de las revoluciones tecnológicas, basada en el reconocimiento de la dinámica discontinua del proceso de innovación. Plantéa una concepción de la acumulación y de la crisis radicalmente opuesta al estancacionismo y aplica un determinismo histórico-social sustentado en el materialismo histórico. El tema más controvertido es cómo utilizar este modelo para el diagnóstico de la fase actual del capitalismo. La interpretación "exógeno-endógena" Mandel desarrolló su concepción de las ondas largas una vez concluido su primer texto significativo de economía en 1960-621. Pretendía caracterizar el período abierto con la fase de crecimiento de posguerra, que denominó ¨neocapitalismo¨ en 19642 y ¨capitalismo tardío¨ en su libro más importante de 19723 . Su interés inicial por las causas de la prosperidad se desplazó hacia los motivos de la declinación de esta fase, cuando corroboró su pronóstico del agotamiento del ¨boom¨. En 1978 analizó los rasgos concretos de esta crisis4 y en 1979-80 conceptualizó su alcance en un texto especialmente dedicado al estudio de las ondas largas, que incluye una diferenciación polémica con otras caracterizaciones del fenómeno5. En 1993 -poco antes de morir- realizó una nueva edición de este libro6, ratificando su interpretación a la luz de la nueva bibliografía aparecida sobre el tema. En esta revisión subrayó dos aspectos: la ausencia de cualquier automaticidad en el pasaje de una fase a otra y la continuidad de la etapa de crisis iniciada a mitad de los 70. Mandel rescató el origen marxista de los primeros estudios de las ondas largas para remarcar la afinidad de esta problemática con la atención que puso Marx en la historicidad del capitalismo. También analizó detenidamente el principal debate sobre el tema que se desarrolló en el naciente estado soviético y presentó su concepción como una extensión de la postura que adoptó Trotsky frente a Kondratieff en estas discusiones. Kondratieff 7 había recopilado evidencias empíricas para demostrar la existencia de sucesivos ciclos económicos expansivos y contractivos de 25 años, que explicaba como un efecto del tiempo de maduración de las grandes inversiones. Sus partidarios subrayaban la consistencia de estos indicadores y la compatibilidad de este enfoque con la teoría del ciclo de Marx, mientras que sus críticos puntualizaban la fragilidad empírica del plantéo y su familiaridad con la concepción marshaliana del equilibrio8 . La hipótesis de Trotsky9 fue diferente: no aceptó ni tampoco desechó la tesis de Kondratieff y sólo indicó que períodos largos de auge y declinación económica debían estudiarse como ¨curvas del desarrollo capitalista¨. Por eso diagramó un esquema tentativo de estas fases y aclaró que la teoría del ciclo no servía de explicación, porque en los procesos de larga duración influyen decisivamente acontecimientos sociales e históricos de gran envergadura, como por ejemplo, las guerras, los inventos o los descubrimientos de oro. Mandel hizo suya no sólo esta sugerencia metodológica de Trotsky, sino también la utilización política de esta concepción como un fundamento de la estrategia socialista. Considera que las ondas largas constituyen períodos históricos cualitativamente diferenciados y correspondientes a las etapas librecambista, monopólica y tardía del capitalismo. Por eso, aunque acepta la existencia de una relación empírica de cierta regularidad entre fases de ascenso y descenso no las considera cómo un promedio estadístico estricto. Presenta diversos estudios historiográficos como prueba de la existencia de estos períodos y estima que deben medirse priorizando el comportamiento de la producción y la productividad y correlacionando estos datos con la evolución de otros indicadores (como el uso de la energía, las tendencias de los precios y del costo del dinero). Mandel conecta la dinámica de las ondas largas con el surgimiento y la estabilización de las revoluciones tecnológicas, destacando que las etapas de ascenso (1848-73, 1893-1913, 1940-67) coinciden con la introducción de innovaciones radicales en la actividad productiva, mientras que en los períodos económicos declinantes se difunden nuevas formas de organización del trabajo y se prepara la próxima oleada de innovaciones. Mandel distingue su interpretación de las cuatro explicaciones más corrientes. La ¨tesis tecnologista¨, que atribuye el auge y la decadencia de cada onda a la aparición y generalización sucesivas de nuevas tecnologías, la ¨tesis hegemonista¨ que asocia estas fases con cambios de liderazgo internacional entre las potencias dominantes, la ¨tesis endogenista¨ que pone el acento en los procesos cíclicos de valorización y desvalorización del capital y la ¨tesis institucionalista¨ que subraya el papel determinante de las estructuras político-sociales. Integrando a su enfoque los elementos aportados por todas estas vertientes, Mandel postula que el secreto de las ondas está en la evolución de la tasa de ganancia de largo plazo, porque estima que el epicentro del sistema capitalista está en el proceso de valorización. Presenta datos del comportamiento de la tasa de interés en períodos prolongados cómo índices representativos de la tasa de beneficio, distinguiendo el carácter de esta última variable en el corto y en el largo plazo. Mientras que en el primer caso, la tasa de beneficio oscila con el movimiento valorizante y desvalorizante que genera la propia dinámica de la acumulación, en el segundo caso el comportamiento de la tasa de ganancia está decisivamente influenciado por grandes acontecimientos político-sociales, que imprimen un signo positivo o negativo al ¨clima general¨ de los negocios y la inversión. Mandel estima que las tasas de ganancia de largo plazo tienen incorporadas a sus equivalentes de corto plazo de la misma forma que las ondas incluyen a los denominados ciclos medios Juglar. Una larga expansión presupone fases de auge sostenido y recesiones espaciadas y viceversa. En el corto plazo las tasas de beneficio generan cortes descendentes más profundos en el nivel de actividad en las ondas declinantes y picos más elevados en las fases de auge. Luego de asignarle un papel crucial a la tasa de ganancia de largo plazo y subrayar su condicionante extra-económico, Mandel localiza esta última determinación en el desenlace de
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