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Leyes Y Guerra De Reforma


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2013  •  4.814 Palabras (20 Páginas)  •  528 Visitas

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Leyes y Guerra de Reforma

Separación de Texas y la guerra de 1846-1848 con Estados Unidos

Guerra de Castas

El país se encontraba devastado en su interior por la guerra de Reforma, de la

que finalmente el gobierno juarista había salido airoso. Aun logrado el triunfo

de las leyes de Reforma, había en muchas partes del país células de grupos

armados, algunas bajo el amparo del partido conservador, que ajusticiaban y

mataban cobardemente a los simpatizantes de Benito Juárez (como lo fue el

caso del asesinato de Melchor Ocampo, en 1861), así como otros grupos de

ladrones que aprovechaban la confusión para cometer atracos.

Sin embargo, el gobierno se encontraba endeudado y no contaba con los recursos

necesarios para financiar incluso su propia administración, aunado a

que la economía del país se restablecía muy lentamente. Los inversionistas

extranjeros temían depositar sus capitales en México, por la tremenda inestabilidad

política del país desde que se independizó de España.

El gobierno de Benito Juárez,

a través del congreso,

decretó en julio de 1861 la

tajante determinación de

suspender el pago de la

deuda pública por dos años.

Esto implicó que aquellos

que habían ofrecido préstamos

y créditos al gobierno

mexicano –nacionales y

extranjeros– tendrían que

esperar para recuperar su

dinero. La deuda ascendía

a 81 millones de pesos, y entre los acreedores se encontraban Gran Bretaña,

España y Francia, potencias mundiales cuya capacidad bélica se expresaba en

diversas partes del orbe.

Gran Bretaña y Francia, ávidos por recuperar el dinero que México les debía,

se opusieron enseguida al decreto nacional que suspendía sus respectivos pagos;

México, pese a las presiones, no claudicó en la determinación que tanto

gobierno como congreso habían definido. Por tal motivo, aquellas potencias

europeas rompieron relaciones diplomáticas con la República Mexicana. Sin

embargo, el decreto de la suspensión de pagos declarado por el gobierno mexicano

dio pauta para que Francia, Gran Bretaña y España se reunieran en Londres

para tomar una determinación, con el objetivo de formar una alianza en

contra de México, país que se hallaba empobrecido y era incapaz de sostener

una guerra, y mucho menos en contra de tres potencias mundiales aliadas.

A comienzos del año de 1862, ya habían llegado varias embarcaciones bélicas

europeas al puerto de Veracruz y perfilaban la intención de atacar a la población.

La enorme capacidad diplomática del gobierno de Benito Juárez, en este caso mediante el secretario de Relaciones Exteriores Manuel Doblado, logró

que la flota naval extranjera desistiera del ataque al puerto mexicano, y que se

emprendieran las negociaciones necesarias para lograr un acuerdo que permitiera

una conciliación. En un poblado cercano a Veracruz, Inglaterra, España y

México lograron pactar los Convenios de la Soledad, acuerdos que marginaban

cualquier clase de hostilidad y mantenían la paz en territorio mexicano.

En este sentido, los Convenios de la Soledad comprenden lo siguiente: las potencias

extranjeras implicadas en el conflicto reconocían al gobierno encabezado

por Benito Juárez, comprometiéndose a no irrumpir bélicamente dentro

del territorio mexicano; el gobierno mexicano daba su consentimiento para

que las tropas extranjeras desembarcaran en el litoral veracruzano y se establecieran

provisionalmente en las ciudades de Córdoba, Orizaba y Tehuacán;

en caso del rompimiento de los acuerdos de paz, las tropas extranjeras estarían

obligadas a retirarse fuera de las jurisdicciones de las fortificaciones mexicanas;

la suspensión de pagos era temporal, y estos se reanudarían en cuanto

fuera posible.

Por el contrario, Francia tenía otra intención.

Suponía que la debilidad de México le permitiría

establecer fácilmente un imperio (y más

aún tomando en cuenta la actitud entreguista

de los conservadores), lo que al ser advertido

por los representantes de Inglaterra y España

condujo a la ruptura de la alianza establecida

previamente con Francia. Napoleón III, emperador

de Francia, deseaba edificar un imperio

que se subordinara a los intereses de Francia

y que en forma gradual fuera expandiéndose (o

multiplicándose) de manera que pudiera detener

el evidente crecimiento de los Estados Unidos de

América,

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