Los Orígenes De La Primera Guerra Mundial

Los Orígenes de la Primera Guerra Mundial

Como en la mayoría de los casos, el orígen de la primera guerra mundial fue principalmente de carácter económico.

A mediados del siglo XIX el príncipe prusiano Otto Bismarck luchaba desesperadamente por integrar una sola nación alemana a partir de la multitud de pequeños estados y principados de origen sajón la Europa media. Bismarck integró la Triple Alianza entre Alemania, Austria e Italia en 1882.

Dado el carácter beligerante del príncipe erigido en mariscal, era evidente que esta Triple Alianza contemplaba objetivos expansionistas a lo que Francia y Rusia formaron su propia alianza para enfrentar a la de Bismarck. A la alianza Franco-Rusa se uniría después Gran Bretaña, aunque sin compromisos específicos, dando lugar a la Triple Entente. Ambos grupos perseguían una supremacía política que les diera por supuesto, ventajas económicas. El escenario quedo así dispuesto para el estallido de un gran conflicto.

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Entre tanto Turquía que era el centro y corazón del Imperio Otomano empezaba a enfrentar sus propias crisis. De entrada tenía conflictos históricos con Rusia y aparte sufrió el levantamiento del príncipe Fernando de Bulgaria quien proclamó su independencia del estado Turco y pretendió encabezar una rebelión contra la dominación turca en todos los Balcanes. Aunque en ese sentido, Fernando fue derrotado por las tropas turcas, al menos consiguió la independencia de su nación. De esta manera toda la región balcánica se vio militarizada y lista para caer en un gran conflicto.

El imperio Astro-Húngaro busca su propia expansión en los Balcanes para adelantarse a las pretensiones rusas y en 1907 invade la región de Bosnia-Herzegovina anexándosela con pretextos de tipo étnico y religioso pero por supuesto no son bien recibidos por la mayoría de la población. De esta manera otro factor más se integra al preámbulo al gran conflicto.

Otro factor de origen mucho más remoto comienza a partir del siglo XII de nuestra era cuando los normandos (europeos) se adueñan de parte de la costa argelina (África) dando inicio a un proceso de colonización del Continente Negro por parte de los diferentes estados europeos debido a la obvia superioridad militar de éstos sobre aquéllos. Esta expansión les reportó enormes ganancias a los estados europeos. Casi al final de este proceso, al principio del siglo XX Francia ocupó Marruecos haciendo que África fuera casi en su totalidad un continente esclavo. Alemania ya contaba con colonias en el Continente Negro pero consideraba que tenía más derecho que otros estados europeos de tener colonias, por lo que el Káiser ordenó el envío de tropas a Marruecos en 1907. Esto por supuesto, resultaba una afrenta directa al poder francés, y como resultado de ello, alemanes y franceses echaron mano a las armas lanzándose miradas de reto, listos para la guerra.

Un paso más había sido dado.

La gota que derramó el vaso.

El teatro de la guerra había quedado completa-

mente dispuesto. Sólo faltaba una chispa que encendiera la mecha del conflicto y esta chispa se encendió cuando el archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa decidieron visitar Bosnia-Herzegovina como uno de sus territorios súbditos. Muchos nos preguntamos si Francisco Fernando fue tan ingenuo como para creer que sería recibido como un regente bienamado

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