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Los factores de producción en los períodos 1830-1880 y 1880-1916


Enviado por   •  1 de Septiembre de 2018  •  Síntesis  •  4.282 Palabras (18 Páginas)  •  180 Visitas

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Historia Económica y Social Argentina

Los factores de producción en los períodos 1830-1880 y 1880-1916

Factores productivos 1830 – 1880

La producción rural

Hacia 1830, las exportaciones de cueros y subproductos del vacuno habían reemplazado casi totalmente a las de metálico, marcando un giro sustancial desde 1810. En ese proceso, la demanda mundial fue solo uno de los factores, y quizá no el más importante. La destrucción del antiguo régimen de comercio monopólico derivo en el ocaso del antaño poderoso sector de los mercaderes de ultramar; para sus sucesores, cada vez más claramente la clave de la fortuna estaba en la diversificación de las inversiones. La expansión de la frontera ofreció tierras baratas, y la posibilidad de conformar unidades mucho más grandes que en las zonas de antigua colonización, con el consiguiente ahorro de costos en función del aumento de la escala. Por lo demás, la ganadería demandaba menos mano de obra por unidad de producto, lo cual constituía una ventaja nada despreciable en una economía crónicamente escasa del factor.

Hacia la década de 1840 comienza un ciclo de inversiones de mayor envergadura, y aumenta el tamaño medio de los establecimientos; pero, de cualquier forma, la carne que solía ser descartada y había sido tratada con sal y radiación para vender a Brasil y el Caribe, no era consumida en las grandes capitales europeas. Para adaptarlo al gusto europeo, desde 1857 se introducen animales de razas finas bajo normas y procedimientos destinados a garantizarles una adaptación dinámica a los procesos locales. Las experiencias con la exportación de animales en pie no dieron resultado: los costos eran demasiado altos, y los animales arribaban en deficientes condiciones. A partir de 1880 comenzó la exportación comercial de carne congelada, que abriría una nueva etapa en la agroindustria argentina.

A las exportaciones de subproductos del vacuno fueron agregándose las de derivados del ovino. En este caso, la demanda por parte de los países europeos industrializados comenzó a hacer subir su precio, dado que se consiguió, mediante avances técnicos, resolver los diversos problemas que impedían un uso más intensivo de la lana en la confección textil industrial. Con la mestización y la creación de cabañas especializadas, entre 1850 y 1890 las ventas de lana dieron cuenta de alrededor de la mitad del valor total exportado por el país, desbancando al cuero vacuno; y a ellas deben agregarse las pieles, el sebo y la carne congelada de ovinos, rubros que se irían incorporando a medida que avanzaran nuevas formas de aprovechamiento más intenso de los animales.

En cuanto a la producción agrícola, los cambios fueron aún más espectaculares. El año 1830 encontró a la Argentina precisada a importar parte consistente de su consumo de harinas, situación que habría de mantenerse hasta la década de 1870. Durante los años que corren entre 1810 y 1860, los precios del trigo conocen ciclos de fortísimas oscilaciones, mucho mayores que en cualquier periodo anterior o posterior; estos aquejaron duramente a la actividad, necesitada de certidumbre para programar sus retornos y poder así ofrecer resultados.

Mientras que la producción triguera de la provincia de Buenos Aires, aun cuando expansiva, se quedaba detrás de la más dinámica ganadería ovina, en tierras de frontera de Santa Fe todavía no conquistadas por esta, comenzó una singular experiencia de cambio productivo llevada a cabo por empresarios privados con algún apoyo por parte de los gobiernos locales. Luego de superadas difíciles etapas iniciales, durante las décadas de 1860 y 1870, el fenómeno conoció en Santa Fe una expansión cada vez más vertiginosa, ayudado en parte por las mejoras de los caminos y la construcción de líneas férreas. Para 1877, la producción de trigos y harinas de las colonias, luego de aumentos exponenciales, lograba expulsar de la selectiva demanda de las ciudades a sus similares importados.

La tierra

Hasta el año 1878, cuando se pusieron en marcha las campañas militares, Argentina tenía dos frentes de lucha contra los aborígenes, uno en el norte (bordeando los bosques del chaco), y otro en el sur (en el margen de la vasta Patagonia).

La pionera en la expansión de la frontera fue la Provincia de Buenos Aires, tanto por ser la primera en tomar la iniciativa como por la magnitud de las campañas. Para el año 1885 la mayoría de las Provincias había completado su expansión.

La incorporación de nuevas tierras a los territorios provinciales desembocó en la casi inmediata venta de éstas. Tal situación provocó la necesidad de contar con registros saneados y títulos perfectos para que sirvieran de garantía de empréstitos. En 1876 se sancionó la ley de venta de tierras públicas, por la cual se establecía un tope de 5.400 hectáreas por individuo o sociedad y la obligación de poblar el lote en un máximo de 2 años. Con eso se produjo un importante desplazamiento de ganado hacia territorios nuevos. Esta ley terminó de constituir un mercado de tierras provincial, que pronto alcanzaría escala nacional. Dado el traspaso al Estado Nacional de ingresos por gravámenes al comercio exterior, las provincias orientaron sus imposiciones hacia la producción y las ventas de tierras públicas.

Mano de obra

Otro factor importante en el camino hacia la consolidación del campo argentino fue la influencia de la inmigración extranjera. A esos extranjeros se debía la introducción de muchas mejoras en la producción agrícola y ganadera, así como también el desarrollo de nuevos emprendimientos en el rubro.

Hacia fines del siglo XIX se comenzaron a producir cambios en las unidades productivas. Aparecieron las colonias agrícolas, con producción cerealera destinada a la exportación. Los colonos poseían una parcela de tierra que rondaba las 50 hectáreas. Éstos trabajaban junto a su familia, pero se veían en la necesidad de emplear mano de obra adicional. El costo de contratación era alto dado que no tenían mucho más que su tierra. De esta manera surgió la primer fábrica de maquinaria agrícola (ahorradora de mano de obra) en la colonia Esperanza.

Transporte

Con la irrupción del comercio libre, las antiguas rutinas del comercio monopolista comenzaron a desaparecer. El proceso de conformación de un mercado nacional en Argentina se vio obstaculizado por las grandes distancias, los altos costos de los fletes, y también

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