Luchas Campesinas
0800marcos005 de Mayo de 2013
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El Estado Social de Derecho y de Justicia y la Extinción del Latifundio
Pensamientos de Bolívar, Zamora y Robinson
El latifundio es una figura que se inicia con la conquista de este Continente a la llegada del Almirante Cristóbal Colón quien por Bulas Pontificias, otorgadas por el Papa a los Reyes Católicos de España, dio inicio al más gigantesco genocidio de la historia, no sólo sin cargo de conciencia alguna sino con la venia de Dios, Luego, sobrevino la repartición de las célebres encomiendas, donde se hicieron de todas las tierras de los conquistados.
La historia de los pueblos latinoamericanos está marcada por un conjunto de hechos, vivencias y experiencias de rebeldía en contra de las imposiciones de las oligarquías y los factores de poder externos.
Venezuela Forma parte de un continente que fue sistemáticamente violentado y explotado por los europeos a partir de la invasión (no “descubrimiento”) de estas tierras que luego llamaron América, y que se inició con la llegada de Colón en 1492.
Estas luchas y resistencias cruzan toda la historia, hasta el día de hoy. Por un lado, las clases explotadoras defienden modelos de desarrollo y de democracia que excluyen a las mayorías de sus beneficios. Por otro lado, las mayorías populares luchan por construir alternativas verdaderamente democráticas, que permitan alcanzar una verdadera democracia al servicio de los intereses del pueblo.
En correspondencia con las ideas de uno de los grandes pensadores de América, el maestro Simón Rodríguez, se cree en la necesidad de desarrollar ideas y organizaciones originales, a partir de la realidad del pueblo. Sólo así se puede resistir las embestidas del poder y del capitalismo salvaje y el secuestro de las identidades culturales.
Cuando se habla de fenómenos como el latifundio, necesariamente hay que invocar al Libertador Simón Bolívar quien con una visión por demás precisa de esta problemática, en uno de sus tantos decretos específicamente el producido el 14 de diciembre de 1825, expresaba,:
“Se devolverán a los naturales, como propietarios legítimos, todas las tierras que formaban los resguardos y sus títulos, cualquiera que sea que aleguen para poseerla los actuales tenedores”. Y continúa el indicado decreto: “Las tierras pertenecientes al Estado se repartirán entre los naturales del país, bajo desmesura y amojonamiento, adjudicándoseles en propiedad”... “Si al cabo de un año después de hecha la adjudicación y amojonamiento de las tierras, los beneficiarios con ellas no hubiesen emprendido el trabajo que demanda la estación del tiempo, y no den muestras de dedicación al trabajo, se les separará de la posesión”.
Se puede inferir sin lugar a dudas la intención del Libertador en cuanto al sentido, razón y propósito de lo que él concebía como fin social del uso de la tierra, como factor de desarrollo y crecimiento de un país. Es tan patente lo afirmado que una vez hecha la respectiva adjudicación, si el beneficiario no se dedicaba al trabajo requerido por la tierra, le era separada la posesión de la misma.
Simón Bolívar también emprende la lucha por darle la libertad al pueblo venezolano y además de ser el padre de la independencia y de la integración latinoamericana, Bolívar es el precursor del pensamiento social revolucionario en nuestro continente.
En su proyecto, la victoria militar no era más que el comienzo de una verdadera revolución social, que debía permitir eliminar los groseros privilegios de las minorías y “la odiosa diferencia de clases”, elevando a todos los y las habitantes al rango de ciudadanos.
Finalizada la guerra, trató de aplicar en la Gran Colombia sus ideas libertarias.
Entre otras cosas, decretó la libertad de los esclavos y esclavas, así como también la devolución de sus tierras a los pueblos indígenas. Quiso también desarrollar la Reforma Agraria como consolidación de su política económica y social, pero los generales leguleyos de la época encontraron la fórmula para evadir su mandato.
El Libertador quiso repartir el campo entre sus soldados, los héroes de la emancipación, los cuales eran pueblo, porque este simplemente era quien conformaba el ejército, decía.
"los ejércitos se componen de hombres de carne y hueso, que necesitan de todo, y, por consiguiente, con pasiones que se deben satisfacer"
En el mensaje de Bolívar al Consejo de Estado en Angostura señalaba:
"Los soldados del ejército libertador eran demasiado acreedores a las recompensas del Gobierno, para que hubiese podido olvidarlos. Hombres que han arrastrado todos los peligros, que han abandonado todos los bienes, y que han sufrido todos los males no debían quedar sin el justo galardón que merecen su desprendimiento, su valor y su virtud. Yo pues, a nombre de la República he mandado distribuir todos los bienes nacionales entre los defensores de la patria. La ley, que fija los términos y la especie de esta donación, es el documento que con mayor satisfacción tengo el honor de ofrecer al consejo. El premio del mérito es el acto más augusto del poder humano”
En su más excelsa obra doctrinaria, el Discurso de Angostura reafirma su pensamiento:
"Hombres que se han desprendido de todos los goces, de todos los bienes que antes poseían, como el producto de sus virtud y talentos; hombres que han experimentado cuan cruel es una guerra horrorosa, padeciendo las privaciones más dolorosas, y los tormentos mas acerbos; hombres tan beneméritos de la Patria , han debido llamar la atención al Gobierno. En consecuencia he mandado recompensarlos con los bienes de la Nación “, y luego dice: "Si he contraído para con el pueblo alguna especie de mérito, pido a sus Representantes oigan mi súplica como el premio de mis débiles servicios. Que el Congreso ordene la distribución de los bienes Nacionales, conforme a la Ley que a nombre de la República he decretado a beneficio de los militares venezolanos”
Esta era la justicia del Libertador, una justicia que abarcaba todos los aspectos, desde el ámbito político hasta los predios sociales y económicos, Bolívar hablaba de los militares porque estos eran en su mayoría integrantes de la clase mas desposeída, el campesinado nacional. Sin embargo, no faltaron las trampas de algunos connotados generales, conocedores de las leyes, tales como el General Santander, para dar al traste con las súplicas de Bolívar, se inventaron la entrega de unos bonos adquiridos a precio irrisorio por los generales y así los grandes fundos y bienes confiscados a los españoles pasaron a manos de los grandes burócratas y caudillos de la emancipación.
El Libertador al darse cuenta de tal artilugio hizo intentos en revertir la situación y le escribe a Santander:
“La ley de repartición de bienes es para toda Colombia, y ahora, bien y mal, es para todos. Mas han hecho cierta reforma en la ley, según se asegura, aunque no he visto la ley. Se manda entregar vales de bienes nacionales a los militares, para que los compren en remate al mejor postor”.
También se dirige a ministro Gual a través de Briseño Méndez para pedirle al congreso la corrección de tan aberrante entuerto, le expresa:
"Siendo el objeto de la ley hacer propietarios a los militares para recompensarlos, asegurarles la subsistencia, y darles estabilidad y arraigo en el país, ¿se logra esto entregándoles unos simples billetes, cuando no tienen medios de subsistir, cuando no hay bienes que subastar ni rematar, porque no se sabe siquiera cuáles son los nacionales, y cuando no pueden ocurrir a las capitales o pueblos distantes de las operaciones, que es donde deben hacerse las ventas?”
Finalmente el Libertador logra la suspensión de entrega de esos vales pero no logra vencer las artimañas de los representantes del Congreso quienes hacen una modificación de la ley a fin de "ampliar la justicia " y la extienden a los civiles, con la que se beneficiaron mayormente los burócratas apoyados por los generales de la revolución.
Por su parte Ezequiel Zamora inicia la lucha armada por sus ideas al unirse a la insurrección campesina que arranca el 1. ° De septiembre de 1846, con el alzamiento de Francisco José Rangel. El contingente rebelde está formado por campesinos y esclavos, y su método de lucha expresa sus ideas.
En la madrugada del 3 de septiembre ocupan la hacienda Yuma, propiedad del político más reaccionario de la República oligárquica, «los insurrectos libertan los esclavos, invitan a los peones a que se les incorporen, queman los títulos de propiedad y fusilan a los empleados de confianza de Ángel Quintero, y éste salva la vida porque se encuentra en Valencia» (Brito Figueroa, 119). No se trata, por tanto, de una mera asonada para disputar prebendas políticas: se da libertad a los esclavos, y se queman los títulos de propiedad para destruir las pruebas y fundamentos jurídicos del sistema de latifundio.
Tal proceder se vuelve práctica ordinaria de los insurrectos a medida que la rebelión se extiende por todo el centro del país. Según indica también Federico Brito Figueroa, a partir de esa fecha «no hay aldea o caserío de las regiones mencionadas donde no se agrupen los peones, manumisos y esclavos bajo las banderas del programa principio alternativo, elección popular, horror a la oligarquía, tierras y hombres libres». Cada uno de estos puntos tiene un contenido socialista. Se reclama elección popular, porque la constitución de la época reservaba el derecho de elegir y ser elegido
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