Marxismo Alineacion Del Trabajo

Según Karl Marx el trabajo alienado puede darse en cuatro aspectos:

1) En la relación del trabajador con el producto de su trabajo (mercancía) como un objeto ajeno a él, como una fuerza exterior que no le es propia y lo subyuga. El objeto de su trabajo compite con el trabajador porque esté ultimo también es una mercancía ya que vende su fuerza de trabajo en el mercado.

2) En la relación del trabajador con el acto de producción dentro del trabajo: es el trabajo mismo lo que le es ajeno al trabajador ya que es propiedad de otro, mientras esté trabajando no pertenecerá así mismo sino al capitalista (burgués).

En el acto de producción el trabajador se pierde a sí mismo ya que considera al trabajo un escarmiento y no como una forma de realizarse como individuo, sino, como el medio para satisfacer las necesidades externas al trabajo y conservar la propia existencia.

3) La alienación del ser genérico: el trabajo alienado priva al hombre de la vida genérica utilizando su actividad vital como medio de subsistencia para su existencia individual.

El ser genérico es el hombre que se relaciona consigo mismo como ser universal y libre que utiliza a la naturaleza como medio de vida

y herramienta para su actividad.

Esta alienación genérica enajena al hombre tanto de su propio cuerpo y de su esencia humana (ser espiritual) como de la naturaleza. El hombre deja de ser libre para pertenecerle a otro.

4) La alienación del hombre respecto al hombre: que el hombre se vea alienado de su ser genérico también significa que se vea alienado del otro.

El trabajador considerara al otro según la relación y el parámetro en la que él mismo se encuentra como trabajador.

En relación con el otro trabajador en las mismas condiciones que él (con el que compite dentro del lugar de trabajo), con el no trabajador y con el dueño de las fuerzas de producción (el capitalista que le da trabajo).

Si el producto del trabajo y el trabajo mismo no le pertenecen, entonces deben pertenecerle a otro hombre distinto a él y es este mismo hombre el que se le presenta como una fuerza ajena y extraña.

El trabajador se apodera de una actividad que no le pertenece y así se ve alienado de su propia actividad.

Las relaciones en las que el hombre se pueda encontrar consigo mismo solo se pueden expresar a través de las relaciones en la que se encuentre con el otro por medio del trabajo.

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