Trabajo Del Marxismo
Lcda197920 de Noviembre de 2013
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Biografía Karl Marx
Pensador socialista y activista revolucionario de origen alemán (Tréveris, Prusia occidental, 1818 - Londres, 1883). Karl Marx procedía de una familia judía de clase media (su padre era un abogado convertido recientemente al luteranismo). Estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena, doctorándose en Filosofía por esta última en 1841.
Desde esa época, el pensamiento de Marx quedaría asentado sobre la dialéctica de Hegel, si bien sustituyó el idealismo de éste por una concepción materialista, según la cual las fuerzas económicas constituyen la infraestructura que determina en última instancia los fenómenos «superestructurales» del orden social, político y cultural.
En 1843 se casó con Jenny von Westphalen, cuyo padre inició a Marx en el interés por las doctrinas racionalistas de la Revolución francesa y por los primeros pensadores socialistas. Convertido en un demócrata radical, Marx trabajó algún tiempo como profesor y periodista; pero sus ideas políticas le obligaron a dejar Alemania e instalarse en París (1843). Por entonces estableció una duradera amistad con Friedrich Engels, que se plasmaría en la estrecha colaboración intelectual y política de ambos.
Marx partió de la crítica a los socialistas anteriores, a los que calificó de «utópicos», si bien tomó de ellos muchos elementos de su pensamiento (de autores como Saint-Simon, Owen o Fourier); tales pensadores se habían limitado a imaginar cómo podría ser la sociedad perfecta del futuro y a esperar que su implantación resultara del convencimiento general y del ejemplo de unas pocas comunidades modélicas.
Por el contrario, Marx y Engels pretendían hacer un «socialismo científico», basado en la crítica sistemática del orden establecido y el descubrimiento de las leyes objetivas que conducirían a su superación; la fuerza de la Revolución (y no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales) serían la forma de acabar con la civilización burguesa.
Partiendo de la doctrina clásica, según la cual sólo el trabajo humano produce valor, Marx denunció la explotación patente en la extracción de la plusvalía, es decir, la parte del trabajo no pagada al obrero y apropiada por el capitalista, de donde surge la acumulación del capital. Criticó hasta el extremo la esencia injusta, ilegítima y violenta del sistema económico capitalista, en el que veía la base de la dominación de clase que ejercía la burguesía.
También indicó Marx el sentido de la Revolución socialista que esperaba, como emancipación definitiva y global del hombre (al abolir la propiedad privada de los medios de producción, que era la causa de la alienación de los trabajadores), completando la emancipación meramente jurídica y política realizada por la Revolución burguesa (que identificaba con el modelo francés); sobre esa base, apuntaba hacia un futuro socialista entendido como realización plena de las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, como fruto de una auténtica democracia; la «dictadura del proletariado».
Marx fue, además, un incansable activista de la Revolución obrera. Tras su militancia en la diminuta Liga de los Comunistas (disuelta en 1852), se movió en los ambientes de los conspiradores revolucionarios exiliados, hasta que, en 1864, la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) le dio la oportunidad de impregnar al movimiento obrero mundial de sus ideas socialistas. Gran parte de sus energías las absorbió la lucha, en el seno de aquella primera Internacional, contra el moderado sindicalismo de los obreros británicos y contra las tendencias anarquistas continentales representadas por Proudhon y Bakunin. Marx triunfó e impuso su doctrina como línea oficial de la Internacional, si bien ésta acabaría por hundirse como efecto combinado de las divisiones internas y de la represión desatada por los gobiernos europeos a raíz de la revolución de la Comuna de París (1870).
Retirado desde entonces de la actividad política, Marx siguió ejerciendo su influencia a través de sus discípulos alemanes (como Bebel o Liebknecht); éstos crearon en 1875 el Partido Socialdemócrata Alemán, grupo dominante de la segunda Internacional que, bajo inspiración decididamente marxista, se fundó en 1889.
Muerto ya Marx, Engels asumió el liderazgo moral de aquel movimiento y la influencia ideológica de ambos siguió siendo determinante durante un siglo. Sin embargo, el empeño vital de Marx fue el de criticar el orden burgués y preparar su destrucción revolucionaria, evitando caer en las ensoñaciones idealistas de las que acusaba a los visionarios utópicos; por ello no dijo apenas nada sobre el modo en que debían organizarse el Estado y la economía socialistas una vez conquistado el poder, dando lugar a interpretaciones muy diversas entre sus seguidores.
El Materialismo y la Dialéctica
Materialismo dialéctico
El materialismo dialéctico es la corriente del materialismo filosófico de acuerdo a los planteamientos originales de Friedrich Engels y Karl Marx que posteriormente fueron enriquecidos por Vladimir l. Lenin y ulteriormente sistematizados por miembros de la Academia de las Ciencias de la ex Unión Soviética. Esta corriente filosófica define la materia como el sustrato de toda realidad objetiva (física) y subjetiva (el pensamiento) e interacción de la misma, emancipa la primacía e independencia de la materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica - basada en las leyes dialécticas propuestas por Engels - para interpretar el mundo. El materialismo dialéctico es uno de los tres componentes -la base filosófica - del comunismo marxista-leninista. Denominado "Diamat", el materialismo dialéctico fue también la filosofía oficial de la ex Unión Soviética.
El materialismo dialéctico, como sistema filosófico, es una concepción e interpretación del mundo opuesta al idealismo filosófico representado por la concepción mágica de la religión y su primacía del espíritu (Dios) por sobre la materia. Como tal, el materialismo dialéctico se apoya en los datos, resultados y avances de las ciencias y su espíritu se mantiene en correspondencia y vigencia con la tradicional orientación progresista del pensamiento racional científico. Asimismo está opuesto a la corriente filosófica del agnosticismo al declarar la cognoscibilidad del mundo en virtud de su materialidad y de su existencia objetiva en el tiempo y en el espacio. Engels lo manifestó de esta manera: "Las formas básicas de todo ser son el espacio y el tiempo, y existir fuera del tiempo es un absurdo tan grosero como existir fuera del espacio"
Materialismo histórico
El materialismo histórico o concepción materialista de la historia es un marco teórico para explicar desarrollos y cambios en la historia humana a partir de factores prácticos, tecnológicos o materiales, en especial el modo de producción y las limitaciones que este impone al resto de aspectos organizativos (aspecto económico, jurídico, ideológico, político, cultural, etc.). Para el materialismo histórico los cambios tecnológicos y del modo de producción son los factores principales de cambio social, jurídico y político, y es en los factores materiales de ese tipo donde deben buscarse las causas últimas de los cambios.
Aunque históricamente el materialismo histórico surgió en el seno del marxismo, donde sigue siendo un tema principal, posteriormente las ideas de Marx han influido en antropología, teoría de la historia o sociología, haciendo que el materialismo histórico englobe a toda una serie de elaboraciones teóricas no necesariamente marxistas.
Nociones de Economía Política:
La teoría del Valor: el valor se refiere siempre á un resultado de la industria humana, que tiene por fundamento la utilidad y por condición el trabajo; es la cualidad esencial y distintiva de los productos económicos, y puede definirse como la utilidad apropiada, ó bien el grado de utilidad que convierte las cosas en riqueza. En esto vienen á parar, ó de ello parten como supuesto, las numerosas teorías relativas al valor, aunque sólo algún economista lo establece claramente.
Pero ¿de qué depende que el valor de unas cosas sea considerable, que otras le tengan escaso y se halle el de todas sujeto á continuas alteraciones? ¿Cómo se mide el valor económico? Por la utilidad que contiene el producto, dicen unos; por el esfuerzo que cuesta adquirirle, dicen otros; por su escasez en el mercado, añaden algunos; y aquí comienza la confusión y el laberinto de las opiniones.
Si el valor proviene como hemos visto, de la utilidad y el trabajo, éstos serán los primeros elementos que en él influyan, sin perjuicio de que pueda haber otros con los que también se relacione.
La utilidad del producto puede aplicarse á las necesidades directamente para el uso, é indirectamente por medio del cambio: luego tiene dos aspectos y ambos contribuirán á la determinación del valor: así decimos que valen poco, cosas que satisfacen las exigencias más apremiantes de nuestra naturaleza el pan, la leña, etc., y reconocemos un gran valor en otras que por sí mismas no pueden procurarnos bien alguno el tabaco por ejemplo, para el que no fuma. Ahora bien: este segundo carácter de la utilidad, que la refiere á las necesidades ajenas, se mide por el precio, ó sea por la cantidad de otro producto que puede obtenerse á cambio de ellas. En este sentido ha podido decirse, y es seguramente cierto, que la abundancia y la escasez, las condiciones todas del mercado influyen en el valor económico.
Capital:
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