Mimesis

Mimesis.  

Mimesis es un vocablo latino (mimēsis) que se traduce como imitación; término que viene siendo utilizado desde la época de Aristóteles y Platón, que desde entonces se le denomina como la imitación de la naturaleza como finalidad esencial del arte.

  Platón señala que la mimesis es solo la apariencia de las imágenes exteriores de las cosas, que constituyen el mundo opuesto al de las ideas. Definiéndola así, como la relación  entre idea e individuo: la idea  es  el modelo  y el individuo  una  copia  inadecuada obtenida  por imitación.

La Mimesis en la Antigüedad, bajo su concepto; adquiere múltiples significados entre las ideas de expresión, imitación, inspiración, representación, reproducción, recreación, aprendizaje, ficción e invención. En un ámbito artístico estaba vinculada a su creación artística, siendo la poesía, pintura, escultura, danza y música actividades esencialmente miméticas, esta mimesis artística se diferenciaba de una creación primitiva por Imitar una realidad preexistente en la naturaleza.  

El carácter dominante de la mímesis en la Antigüedad, en el arte,  fue el de una representación naturalista, más imitativa, abriéndose posteriormente hacia la connotación expresiva.

En los siglos XII y XIII al arquitecto lo consideraban casi una figura imprescindible en la representación de la construcción. La selección del arquitecto o director de las obras se efectuaba en función de la experiencia y habilidad que acreditaba el candidato en las diferentes labores que comprendía la actividad constructiva. Siendo así, que en la edad media, el arquitecto debía saber tanto de mecánica o de ingeniería, como de geometría, trigonometría, carpintería, diseño de ornamentos o representación de figuras.  Se pasó a establecer paralelismos entre él y Dios, entre su obra y la obra divina.

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