ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Modo de produccion asiatico.

Claudio SchimpfApuntes1 de Agosto de 2016

4.082 Palabras (17 Páginas)433 Visitas

Página 1 de 17

EL MODO DE PRODUCCION ASIATICO.

Existe un acuerdo creciente a partir de los años sesenta en que la respuesta es que Marx creía que representaban un modelo específico, al que llamó “modo de producción asiático”.

La aparición definitiva del concepto de “despotismo” coincidió con su proyección sobre Oriente. Montesquieu decía que los Estados asiáticos carecían de propiedad privada estable y nobleza hereditaria, y que eran arbitrarios y tiránicos. No se basaba únicamente en el miedo abyecto, sino también en una confusa igualdad entre sus súbditos, ya que todos eran iguales en su común sometimiento a los letales caprichos de déspota: “el principio del gobierno despótico es el temor (…) el temor es uniforme en todas las partes”. Montesquieu argumentó que las sociedades asiáticas carecían de códigos legales porque la religión actuaba en ella como un sustituto funcional del derecho. Decía: “las leyes, las costumbres, los hábitos, son hoy idénticos a cómo eran hace mil años”.

El clima y la topografía habían determinado sus divergentes destinos. Adam Smith fue quien dijo, el siguiente paso importante en el desarrollo de esta oposición entre Asia y Europa, cuando la redefinió por primera vez como un contraste entre dos tipos de economías. En estos países, el Estado era propietario de las tierras y estaba directamente interesado en la mejora pública de la agricultura (obras hidráulicas de regadío).

Hegel: “en la India impera plenamente el despotismo más arbitrario, perverso y degradante. China, Persia y Turquía son los escenarios del despotismo y, en el peor sentido, de la tiranía”. Mientras en China encontramos un despotismo moral, en la India lo que puede llamarse reliquia de la vida política es un despotismo sin ningún principio y sin ninguna norma de moralidad o religión (castas).

Jones afirmaba: “en toda Asia, los soberanos siempre han estado en posesión de un titulo exclusivo sobre la tierra de sus dominios y han conservado ese derecho en un estado de singular e inconveniente integridad, sin ninguna división ni menoscabo. Los individuos siempre son arrendatarios del soberano, que es el único propietario; únicamente, las usurpaciones de sus funcionarios pueden romper durante algún tiempo los eslabones de esta cadena de dependencia. Esta universalidad de dependencia del trono para conseguir los medios de vida es el verdadero fundamento del inquebrantable despotismo del mundo oriental, así como de los ingresos del soberano y de la forma que adopta la sociedad situada bajo sus pies”. Entonces Jones dijo: “el fin de todo sistema, de toda moderación o protección; se recaudaron, a punta de lanza, rentas ruinosas, impuestas arbitrariamente en las frecuentes correrías militares, y los numerosos intentos de resistencia desesperada fueron castigados sin piedad por el fuego y la matanza”.

Turquía tiene evidentemente algunas ventajas. La permanencia y moderación de la renta de la tierra. En Persia, la rapacidad de las monarquías no tiene límites, pero el sistema local de regadío moderaba su alcance. Persia: a todo aquel que saque agua a la superficie, donde nunca antes la hubo, le garantizan los soberanos la posesión hereditaria de la tierra que ha fertilizado. Mientras que aun no se ha hecho apta para el cultivo ni la mitad de la India y todavía menos superficie de Persia, China está tan plenamente cultivada como la mayoría de las monarquías europeas y más plenamente poblada de ellas. El joven Mill escribió y resucitó las conjeturas de Smith, de que los Estados orientales patrocinaron siempre obras públicas hidráulicas.

Es fundamental comprender que las dos principales tradiciones intelectuales que contribuyeron decisivamente a la formación de la obra de Marx y Engels, contenían un conjunto de ideas que todos compartían.

Propiedad estatal de la Tierra

Inexistencia de barreras jurídicas

Sustitución del derecho por la religión

Ausencia de nobleza hereditaria

Igualdad social servil

Comunidades aldeanas aisladas

Predominio agrario sobre la industria

Obras públicas hidráulicas

Medio climático tórrido

Inmutabilidad histórica

                      =

DESPOTISMO ORIENTAL

Ningún autor combinó todas estas nociones en una sola concepción.

II

Marx escribió a Engels: Marx aceptaba la tesis principal del libro de Bernier. “Bernier piensa, con razón, que la base de todos los fenómenos orientales reside en la ausencia de propiedad privada de la tierra. Esta es la verdadera clave.” Engels conjeturaba esta inexistencia de propiedad privada de la tierra debía radicar en la aridez del suelo, que exigía riegos intensivos y obras hidráulicas acometidas por el Estado central y otras autoridades públicas. El riego artificial es aquí la condición primera de la agricultura, y esto es cosa de las comunas, de las provincias o del gobierno central.

Marx contestó mostrando su acuerdo con la importancia de las obras públicas para la sociedad asiática y subrayando la coexistencia con ellas de las aldeas autosuficientes. Las obras públicas eran cosa del gobierno central; además, todo el imperio, sin contar las pocas y grandes ciudades, se dividía en aldeas, cada una de las cuales poseía una organización completamente separada y formaba un pequeño mundo cerrado. El clima y las condiciones del suelo, convirtieron el sistema de irrigación artificial por medio de canales y otras obras de riego en la base de la agricultura oriental. Impusieron la intervención del poder centralizador del gobierno. Todos los gobiernos asiáticos tuviesen que desempeñar esa función económica: la organización de las obras públicas. No debemos olvidar el bárbaro egoísmo que, concentrado en un mísero pedazo de tierra, contemplaba tranquilamente la ruina de imperios enteros.

De toda su correspondencia con Engels pueden deducirse dos puntos principales. El primero era la noción de que las obras públicas de regadío, exigidas por la aridez del clima, habían sido un determinante básico de los estados despóticos centralizados de Asia, poseedores del monopolio de la tierra. La agricultura hidráulica (Smith), el destino geográfico (Montesquieu) y la propiedad estatal de la tierra (Bernier). El segundo elemento, las células sociales básicas sobre las que se implantaba el despotismo oriental eran las comunidades aldeanas autosuficientes que incorporaban la unión de la artesanía y el cultivo domestico.

Esta ultima concepción de “comunidad aldeana autosuficiente” fue la que adquirió una inconfundible función predominante en su análisis de lo que habría de llamar “modo de producción asiático”. La propiedad estatal del suelo en oriente ocultaba la propiedad tribal comunal de aquel por las aldeas autosuficientes, que eran la realidad socioeconómica oculta tras la “unidad imaginaria” de los derechos del soberano déspota sobre la tierra. Este tipo de propiedad comunitaria puede a su vez aparecer de dos maneras: el individuo trabaja independientemente, con su familia, en el lote que le ha sido asignado; o hasta incluir también el carácter colectivo del trabajo mismo. Según esto, la entidad comunitaria tendrá una forma más despótica o más democrática.

Las conclusiones políticas que Marx dedujo recordaban con idéntica exactitud las que Hegel había propuesto treinta y cinco años antes: “el sencillo organismo productivo de estas entidades comunitarias autosuficientes, que se reproducen siempre en la misma forma y que cuando son ocasionalmente destruidas se reconstruyen en el mismo lugar, con el mismo nombre, proporciona la clave que explica el misterio de inmutabilidad de las sociedades asiáticas. Mientras Marx sostenía que estas aldeas se caracterizaban por la posesión común de la tierra, ahora volvía a la reafirmación abierta e inequívoca de su primera posición, según la cual las sociedades asiáticas se definían esencialmente por la propiedad estatal de la tierra. El estado es el supremo terrateniente. La soberanía es aquí la propiedad del suelo concentrada en escala nacional.

En las dos décadas que siguen a la publicación de El Capital, Marx y Engels volvieron a la idea de que la base social del despotismo oriental era la comunidad aldeana autosuficiente con propiedad agraria comunal.

La formación social asiática incluye los siguientes elementos fundamentales: la ausencia de propiedad privada de la tierra, la presencia de grandes sistemas de regadío de la agricultura, la existencia de comunidades de aldea autárquicas que combinan las artesanías con el cultivo y la propiedad comunal del suelo, el estancamiento de algunas ciudades pasivamente rentistas o burocráticas y la dominación de una despótica maquina de Estado que acapara el grueso del excedente y funciona no sólo como aparato central de represión de la clase dominante, sino como su principal instrumento de explotación económica.

III

El concepto de “modo asiático de producción” de Marx, la emancipación teórica de un esquema excesivamente rígido y lineal del desarrollo histórico, esencialmente está destinado a explicar la incapacidad de las grandes civilizaciones no europeas de su propio tiempo para evolucionar hacia el capitalismo, como había hecho Europa. Marx había llegado a creer que la realidad fundamental del modo de producción “asiático” no era la propiedad estatal de la tierra, ni las obras hidráulicas centralizadas o el despotismo político, sino la “propiedad tribal o comunal” de la tierra en aldeas autosuficientes que combinaban la artesanía y la agricultura. Su interés había pasado del Estado burocrático a las aldeas autárquicas. El concepto se ha extendido en dos direcciones diferentes. A las sociedades antiguas de Oriente Medio y del Mediterráneo, anteriores a la época clásica: la Mesopotamia sumeria, el Egipto faraónico, la Anatolia hitita, la Grecia micénica o la Italia etrusca. Hincapié en un poderoso Estado centralizado y en la agricultura hidráulica, y se centra en la “esclavitud generalizada”, trabajadores forzados y no calificados, reclutados de entre las primitivas poblaciones rurales por un poder burocrático superior situado por encima de ellas. Esta utilización suprime normalmente todo hincapié en las grandes obras de regadío o en un Estado particularmente despótico y se centra esencialmente en la supervivencia de las relaciones de parentesco, de la propiedad rural comunal y de aldeas unidas y autosuficientes.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (27 Kb) pdf (175 Kb) docx (21 Kb)
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com