ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Nadali, La arqueología en el Cercano Oriente


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2021  •  Resúmenes  •  3.584 Palabras (15 Páginas)  •  116 Visitas

Página 1 de 15

La arqueología en el Cercano Oriente

La arqueología del cercano oriente se inicia a mediados del siglo XIX, fue en realidad una arqueología en el cercano oriente , donde se primaba el aspecto espacial de las antiguas civilizaciones cercano-orientales. El interés por la antigüedad del cercano oriente nace en realidad bastante antes de su descubrimiento; en este sentido debido a el entusiasmo por los territorios extra-europeos con un pasado poco conocido; la región habría atraído a viajeros del viejo continente a los países de oriente en la búsqueda de testimonios y ruinas de las antiguas civilizaciones.

La cuestión del conocimiento indirecto , sobre todo a través de los relatos de viajeros, tuvo un fuerte influjo en la investigación arqueológica de campo: la relación con las fuentes escritas se tradujo muchas veces en una búsqueda extenuante del dato para confirmar los textos. A veces la voluntad de querer alinear las fuentes textuales con el dato arqueológico llevó a mistificaciones e interpretaciones forzadas.

El nacimiento de la arqueología oriental tiene entonces distintas fases: de una condición de exploración de lugares fantásticos, a una voluntad de identificación, a veces forzadas, de eventos históricos y monumentos célebres, hasta una fase más madura y consciente donde el dato arqueológico es finalmente estudiado en su contexto para lograr una reconstrucción histórica de los eventos, los momentos y aspectos de la vida, incluso cotidiana, de las sociedades del cercano oriente.

Los protagonistas de la arqueología oriental

La fase inicial de la exploración tuvo cómo protagonistas al frances Paul-Emile Botta y a el britanico Austen Henry Layard, a partir de que emprendieron las primeras excavaciones en las antiguas colinas de Irak septentrional que escondían los vestigios de las capitales asirias de los siglos IX, VIII y VII a.c (no pueden ser considerados pioneros del método y de la cientificidad de la actividad arqueológica pero si fue gracias a ellos que la arqueología oriental vio la luz y se pudieron admirar los restos de las antiguas civilizaciones mesopotámicas.

El descubrimiento de las estatuas colosales de seres mitológicos suscitó gran interés con la publicación de dibujos en los diarios de la época, el estupor y la sorpresa que sólo se enfatizaron con la llegada de las estatuas a las galerías asirias preparadas en los museos de París y Londres.

Estos trabajos tuvieron un fuerte impacto en la opinión pública: la posibilidad de ver los vestigios de los asirios en París y Londres dio vida a lo que se a definido cómo “asiromanía” que ha impactado en la vestimenta y la arquitectura de la época en el intento de imitar la manera y la forma de las esculturas asirias que se sacaban a la luz.

Es significativo subrayar que el nacimiento de la arqueología oriental coincide con la recuperación de las culturas más tardías de la mesopotamia preclásica: los asirios. Paralelo al desciframiento de la escritura cuneiforme y por lo tanto con la primera posibilidad directa de invertir la tendencia y la necesidad de recurrir a fuentes indirectas y externas, sobre todo tardías. Desde ahora, la civilización del Cercano Oriente se mostraba con rostro propio y hablaba con su propia lengua.

La exploración de la parte meridional de Irak dio lugar al descubrimiento de los sumerios y su idioma. La remota fase sumeria, olvidada en las fuentes del Antiguo Testamento y de los autores clásicos, permitió afrontar el estudio y el descubrimiento de esta civilización sin necesariamente tener que encontrar un resquicio en fuentes tardías. El desciframiento del cuneiforme podía permitir conocer los textos sumerios que se originan en las excavaciones. Los sumerios se convirtieron en un tema central con estudios dedicados al análisis del hombre sumerio, incluso desde un punto de vista antropológico y etnológico.

Junto al descubrimiento y al conocimiento de las culturas más tardías de la antigua mesopotamia, la explotación de Girsu permitió estudiar las raíces de la historia de la humanidad y del territorio mesopotamico.

Junto al descubrimiento y al conocimiento de las culturas más tardías de la antigua Mesopotamia, la exploración de Girsu permitió estudiar las raíces de la historia de la humanidad y del territorio mesopotámico, en un tiempo tan remoto que había quedado sepultado en la memoria.

Si bien es cierto que las investigaciones arqueológicas en Irak meridional estaban en menos viciadas por la interferencia de textos cómo la biblia o las fuentes clásicas, y el conocimiento del sumerio era por lo tanto mérito de los resultados de la arqueología y de los textos redactados por los propios sumerios; los métodos de acercamiento eran todavía fuertemente aproximativos: esto llevó a que las excavaciones sacaron a la luz objetos de los antiguos sumerios cuyo contexto era mayormente ignorado; al contrario, en la mayor parte de los casos era arbitrariamente excavado para acelerar la recuperación de objetos, llevando así a la pérdida irrecuperable de datos significativos para la comprensión de los textos escritos.

El descubrimiento de textos cuneiformes condiciona por mucho tiempo la investigación arqueológica: se consideraban exclusivamente por su contenido escrito, ignorando el hecho que una tablilla es en primer lugar un artefacto que tiene valor arqueológico por su posición en el contexto y depósito de un sitio. Si bien es cierto que la tablilla en sí proporciona información directa una vez traducida, también es cierto que ignorando sus orígenes se compromete su potencial desde un punto de vista histórico-arqueológico. ¿Podemos desechar la idea que las tablillas que llegaron a nosotros no hayan sido archivadas o depositadas en un archivo «muerto»? Es decir, su contexto correspondería a aquellos que los arqueólogos denominan una deposición secundaria, cuando un artefacto es movido deliberadamente y reposicionado en un lugar y contexto distinto de aquel para el que fue originalmente pensado. Entonces el contenido del texto asumiría completamente otro significado.

Las excavaciones alemanas primero en Babilonia a cargo de Robert Koldeway y luego en Assur conducidas por Walter Andrae, dedicaron por primera vez una atención particular al contexto arqueológico, logrando una primerísima forma de estratigrafía, aunque basada y condicionada por la arquitectura. La técnica estratigráfica de estos arquitectos no era tanto arqueológica y geológica sino más bien una estratigrafía arquitectónica:los elementos que

se ponían en evidencia y se registraban minuciosamente se relacionaban con la arquitectura de los edificios desenterrados y resulta fácil reconocer cómo, en los estratos donde se habían conservado estructuras en ladrillo, los dibujos de Koldewey y Andrae distan mucho de ser precisos y meticulosos.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (23 Kb)   pdf (67.9 Kb)   docx (15.6 Kb)  
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com