El Cercano Oriente
LennyTeran21 de Noviembre de 2014
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El cercano Oriente:
Ubicación: Comprende a una inmensa región que abarca parte de Asia y el noreste de África. Limita con las montañas del Cáucaso, Armenia, Elburs e Hindokush, al norte. Por el Sur el desierto de Nubia, el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y el Océano Indico. El río Indo y los montes de Solimán al este; el mar Mediterráneo y el desierto de Libia al oeste. Esta zona es lo que conocemos como el Cercano Oriente.
Es un medio geográfico con numerosos contrastes; ya que está formado por una serie de montañas y ríos que forman valles en medio de regiones desérticas. Esta característica permitió la sedentarización de los diferentes pueblos que formaron dicha región.
Los primeros pobladores fueron de raza semita, cemita e indoeuropea, las cuales originaron las civilizaciones egipcias, mesopotámicas, medo persas, judía y fenicia.
Esta región comprende 29 países que han sido agrupados en función de sus similitudes agroecológicas y climáticas.
Los primeros pobladores fueron de raza semita, cemita e indoeuropea, las cuales originaron las civilizaciones egipcias, mesopotámicas, medo persas, judía y fenicia.
Estos países tienen en común una cultura y, en general, una lengua. La región se caracteriza por una gran disparidad en la repartición de los recursos económicos y agrícolas, los países más desarrollados teniendo acceso a inmensas reservas de petróleo y los más pobres estando regularmente sometidos a las sequías y las hambrunas. El Oriente Próximo se localiza en la unión de Eurasia y África, entre el mar Mediterráneo y el océano Índico. La región fue el centro espiritual de la Iglesia Ortodoxa, del islam, del judaísmo, yazidismo, mitraísmo, zoroastrismo, maniqueísmo y la Fe bahá'í.
A lo largo de su historia, el Oriente Próximo ha sido centro de asuntos de importancia mundial en los ámbitos estratégico, económico, político, cultural y religioso. Esta región es la cuna de la civilización, del desarrollo neolítico, de la Edad de los Metales, la agricultura, la domesticación de animales (ganadería) y la escritura.
La historia moderna del Oriente Próximo comenzó después de la Primera Guerra Mundial, cuando el Imperio otomano y sus aliados fueron vencidos por los Aliados, el Imperio fue dividido en varios países. Otros eventos decisivos en esta transformación fueron el establecimiento de Israel en 1948 y el declive de las potencias europeas como Reino Unido y Francia, que fueron parcialmente suplantadas en influencia por las superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética.
Topografía
El Oriente Próximo tiene principalmente áreas de relieve bajo, aunque algunas zonas de Turquía, Irán y Yemen son muy montañosas. La Anatolia se encuentra entre dos cadenas montañosas: Pontus y Taurus. El Monte Ararat, en Turquía, tiene una altura de 5,165 metros, y el más alto en la región, Monte Damavand, en las Montañas Elburz de Irán, tiene una altura de 5,610 metros.9 Los Montes Zagros se encuentran en Irán, en el área de su frontera con Iraq. En varias regiones de Yemen las elevaciones sobrepasan los 3,700 metros, y las tierras elevadas se extienden a lo largo del mar Rojo hacia el Líbano.
El centro de Irán se divide en dos cuencas con ocasionales lagos de sal. Al norte el Dasht-e Kavir («llanura desértica» en persa) y al sur el Dasht-e Lut.
Además, hay una falla geológica a lo largo del Mar Rojo, con zonas rift que crean depresiones estructurales con áreas por debajo del nivel del mar.10 El Mar Muerto, localizado en el límite entre Cisjordania, Israel y Jordania, está a 418 metros bajo el nivel del mar, lo cual lo convierte en el punto más bajo de la superficie terrestre.
Egipto: El territorio que ocupaba Egipto en la antigüedad estaba constituido por una estrecha y larga franja correspondiente al valle del río Nilo, en el noreste de África. Este río nace en los lagos Victoria y Alberto y desemboca en forma de delta en el mar Mediterráneo. Tan solo 60 kilómetros de ancho y 1200 kilómetros de largo constituían este valle de tierras fértiles rodeado en gran parte por el desierto del Sáhara.
fue una civilización que surgió al agruparse los asentamientos situados en las riberas del cauce medio y bajo del río Nilo. Tuvo tres épocas de esplendor en los periodos denominados por los historiadores Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo. Alcanzaba desde el delta del Nilo, en el norte, hasta la isla Elefantina (la actual Asuán, junto a la primera catarata del Nilo, en el sur), llegando a tener influencia desde el Éufrates hasta Gebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión. Su territorio también abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí y un gran territorio occidental que dominaba los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte, respectivamente (véase: Kemet).
La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3.000 años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo.1 alrededor del 3150 a. C.,2 y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado.3 Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la época de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en el África nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia, ya que éste permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una significativa ventaja sobre otros oponentes: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.
La economía de Egipto se basaba en la agricultura. La vida dependía de los cultivos de las tierras inundadas por el río Nilo. Tenían un sistema de diques, estanques y canales de riego que se extendían por todas las tierras de cultivo. En las riberas del Nilo los campesinos egipcios cultivaban muchas clases de cereales. El grano cosechado se guardaba en graneros y luego se usaba para elaborar pan y cerveza. Las cosechas principales eran de trigo, cebada y lino.
La agricultura estaba centrada en el ciclo del Nilo. Había tres estaciones: Akhet, Peret, y Shemu. Akhet, la estación de la inundación, duraba de junio a septiembre. Después de la inundación quedaba una capa de légamo en los bancos, enriqueciendo la tierra para la cosecha siguiente. En Peret, la estación de la siembra entre octubre y febrero, los granjeros esperaban hasta que se drenaba el agua, y araban y sembraban el rico suelo. Acabada la labor, irrigaban usando diques y canales. Seguía Shemu, la estación de la cosecha de marzo a mayo, cuando se recolectaba con hoces de madera.
En los huertos se cultivaban guisantes (arveja), lentejas, cebolla, puerros, pepinos y lechugas, además de uvas, dátiles, higos y granadas. Entre los animales que criaban por su carne, se encuentran los cerdos, ovejas, cabras, gansos y patos.
Objetivos: El objetivo principal de la vida de los egipcios era servir a los dioses y al faraón, representante de ellos sobre la Tierra. Esta era la forma de asegurar la prosperidad de todo el pueblo.
Organización: La sociedad egipcia estaba formada por las siguientes categorías:
El faraón: El rey egipcio o faraón ejercía poder absoluto sobre el estado. Era jefe político, religioso, administrativo, militar y judicial. Se lo consideraba un hombre-dios, vínculo entre los dioses con los humanos.
Funcionarios: Para poder cumplir con sus variadas funciones, el faraón recibía ayuda de numerosos funcionarios que formaban la nobleza egipcia: sacerdotes, oficiales del ejército, artesanos especializados y escribas. Estos últimos se encargaban de la escritura, los censos, la contabilidad y la recaudación de impuestos. Los cargos eran generalmente vitalicios y los servicios eran recompensados con tierras libres de impuestos y parte de los botines de guerra.
Campesinos: La base de la pirámide social estaba compuesta por los campesinos. Trabajaban en tareas agrícolas y algunos poseían sus propias tierras. En las épocas en las que no se dedicaban a estas tareas participaban en las obras de riego y construcción de templos, palacios y sepulcros. Otros trabajaban en los palacios del faraón, los nobles y sacerdotes, o formaban parte del ejército.
Esclavos: Algunos de ellos se compraban en el exterior y también se declaraba esclavos a los prisioneros de guerra. Se encargaban de la explotación de las minas y las canteras, realizaban labores serviles y las labores más pesadas en la construcción de obras monumentales, como las pirámides.
Los dioses y el culto funerario: Los egipcios eran politeístas. Todas las manifestaciones de la naturaleza a las que no le encontraban explicación, así como la
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