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PERESTROIKA

mizh2409abi8 de Octubre de 2013

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Perestroika

La Perestroika fue un proceso de reforma basado en la reestructuración de la economía, puesto en marcha en la Unión Soviética por Mijaíl Gorbachov, cuando el se convierte en el máximo representante soviético en el año de 1987 donde el país se encontraba estancado en una grave crisis económica. Entonces se estaba diseñando una nueva política que podría dar solución al atrasó de la URSS “LA PERESTROIKA” que Gorbachov puso en marcha.

Después de la revolución Rusa se implanto un sistema centralizado con el que se pretendía dejar atrás el atrasó del “ESTADO ZARISTA”, pero este sistema no consiguió los resultados que este pretendía y plateaba la perestroika. Reforma ese sistema centralizado y preservar el sistema socialista, pues quería dar a la sociedad soviética un cierto espíritu de empresa e innovación. Este proceso, acompañado también de una cierta democratización de la vida política, produjo varias consecuencias a nivel económico y social que provocaron el fin de la era de Gorbachov, el colapso y desintegración de la URSS.

Los fenómenos de crisis habían abarcado todas las esferas de la vida pública: racionamiento, colas, mercado negro, baja productividad, maquinaria anticuada, escasez de viviendas. Todo esto demostró la evidente necesidad de los cambios. En 1981 los volúmenes de la producción en algunas ramas habían bajado en comparación con los años 70. Las grandes derrotas siempre movían a Rusia hacia los cambios, cuando era necesario superar por medio de las reformas la estancación en la economía y prepararla para un nuevo tirón en la carrera de la guerra fría. Por la iniciativa del presidente Gorbachov en abril de 1985 el Comité Central del PCUS proclamó el inicio del programa para acelerar el desarrollo socioeconómico del país. El objetivo era convertir el sistema de gestión centralizado en un sistema menos centralizado y adaptado al mercado moderno, para lo cual se permitió una cierta autonomía local. Se propuso desarrollar un programa especial para modernizar la industria de ingeniería y los modelos de gestión económicos, que habían sido descuidados. También se pretendía luchar contra la corrupción, la reducción del alcoholismo y el ausentismo laboral. Se llevó a cabo una cierta democratización de la vida política que incluía la Glasnost, transparencia informativa.

La constitución de la Unión Soviética declaró el derecho a trabajar como una obligación ciudadana; partiendo desde este punto de vista fueron formados los comités de apoyo al gobierno, para hacer el seguimiento al cumplimiento de las normas establecidas por el Comité Central del Partido Comunista, con respecto a tal obligación. Miles de funcionarios con trajes elegantes andaban en todas las ciudades del país durante la jornada laboral atrapando los renegados, la gente que estaba en la calle sin tener ningún vinculo laboral. Esta casería de “perezosos” con el tiempo se convirtió en la cacería de fantasmas. No solamente la gente adulta fue perseguida, detenida e interrogada en las calles del país, sino los niños y adolescentes también.

La lucha contra el ausentismo laboral tuvo sus resultados positivos. Las maneras drásticas resultaron ser muy útiles. En tan solo seis meses no había nadie en las calles. La gente, que abandonaba sus puestos laborales para hacer sus cosas personales, fue atemorizada, avergonzada y regresada de vuelta al trabajo. Desaparecieron los vagos, y con ellos llenaron los puestos de trabajo donde hubo la mayor demanda por los empleados, pero primero los hicieron cumplir una condena de 15 días en las cárceles del estado con los trabajos pesados y sucios.

Los mismos métodos se utilizaban en la lucha contra el alcoholismo, pero ésta no dio sus resultados. De repente, de los mostradores de las tiendas, desaparecieron las bebidas alcohólicas. La ley Seca estaba tomando el poder sobre el país. La gente rusa tiene una fama mundial de ser muy fuerte e ingeniosa, ganaban todas las guerras, sufrian por todos los cambios que tuvo el país desde que empezó el programa del desarrollo socioeconómico, pero quitar el alcohol al pueblo ruso es hacerlo agonizar. Cuando una persona está al borde de la muerte, la adrenalina se le sube al cerebro y lo hace funcionar cien veces más rápido y productivo.

Rusia estaba aprendiendo a vivir con Gorbachov y con sus resabios, cuando pasaron dos acontecimientos que han mostrado claramente que no se puede tardar más con las reformas principales. El 26 de abril de 1986 explotó el reactor nuclear de Chernóbil que se encontraba a cientos de kilómetros de Kiev. Las víctimas mortales superaron las 30 mil. Otros 10 millones de personas fueron afectadas principalmente por el producto de los efectos de la radiación, la que condenó a generaciones enteras a la muerte, incluso a quienes aún no nacían, ya que las mutaciones genéticas de miles de mujeres y hombres expuestos a la radiación dieron lugar a las más increíbles pesadillas para la medicina moderna. Durante años, todas las mañanas junto a los noticieros del informe del tiempo daban a conocer la cantidad de radiación acumulada. Especialmente en la zona norte, miles de cabezas de ganado fueron sacrificadas, ya que el agua y el pasto que consumían estaban contaminados, las tierras de cultivo se cerraron, aunque en muchas aldeas, por la necesidad de subsistencia y la pobreza, miles de familias continuaban alimentándose con productos contaminados. La flora y fauna marina corrió la misma suerte, y la oficina de emergencia rusa llamaba a no consumirlas. Se calcula que en Rusia, Ucrania y Bielorrusia se contaminaron 2,9 millones de hectáreas y fue necesario evacuar más de 400 mil personas. El daño ecológico fue descomunal.

Otro acontecimiento - el aterrizaje el 28 de mayo 1987 del piloto-aficionado alemán en el avión deportivo cerca del Kremlin De Moscú. Él había atravesado la frontera occidental de la URSS, pasó felizmente todos los sistemas de la Defensa Antiaérea, aunque, según la afirmación de los militares, fue notado, pero ellos no recibieron la orden de abrir fuego. Gorbachov en este momento se encontraba de visita en Alemania Oriental, y los generales temían asumir la responsabilidad. Como el resultado del incidente fue despedido el Ministro de Defensa con 150 generales y oficiales. Durante un largo tiempo este último acontecimiento ha provocó múltiples bromas y anécdotas no solamente a los rusos sino a toda la comunidad europea.

La aceleración del desarrollo socioeconómico no había sucedido, puesto que el sistema administrativo y de comando se quedaba paralizado. Dentro de esta paciencia continuaba trabajar toda la economía nacional, se usaban activamente los métodos de la presión, el trabajo urgentísimo etc. En enero del 1987 el Comité Central y Gorbachov declararon la necesidad de la reconstrucción, es decir la modernización del socialismo. Por ello, propusieron reformas para dar más autonomía a la empresa, mejorar el rendimiento del trabajador y la calidad de los productos. Las alternativas económicas de otros países socialistas se ignoraron y las medidas que se adoptaron no se discutieron previamente, permitiendo la entrada de capital extranjero y acercándose cada vez más al capitalismo. Así, poco a poco se fueron introduciendo actividades económicas privadas. Se llevaron a cabo medidas, como la venta de un gran número de empresas estatales, reformas de la moneda y un nuevo sistema bancario. A pesar de todo esto, el desengaño de las masas en Gorbachov se había reforzado, puesto que sus promesas no llevaron a los desplazamientos positivos en la vida real. En 1989 había comenzado el descenso absoluto de los volúmenes de la producción industrial. Tratando en cierto modo de compensar la caída del nivel de vida, el estado empezaba a dejar crecer la emisión monetaria.

La perestroika de Mijaíl Gorbachov se parecía a una moneda de doble cara: prometiendo grandes cosas para los ciudadanos y quitándolas a la vez. Como un ejemplo cabe mencionar la ley de la Privatización. Todas las empresas fueron privatizadas por los administrativos y directivos de ellas, quienes por el medio de su poder obtuvieron la mayor cantidad de acciones. Eso llevó al control total sobre la producción, mercadeo y finanzas por parte de los “duros”. Solo ellos decidían quien merecía ser empleado por la empresa y con qué remuneración.

Peor fueron las cosas con la privatización de las viviendas. Antes de la Perestroika todas las viviendas – apartamentos y casas – pertenecían al estado, el cual las distribuía según la necesitad de la gente. Gracias a la burocracia, las nuevas y mejores viviendas siempre se entregaban a quienes manejaban el país al nivel regional, y a los quien ellos consideraban estar necesitados: amigos, familiares, personas importantes y serviciales; y, ya lo que quedaba de ello, se distribuía entre los demás, formando enormes colas de espera, que duraban, a veces, toda la vida. Con la nueva ley se pretendía terminar con la palanca burócrata en el sector de la vivienda y con la vivienda en sí. Esto significaba que no habría más viviendas estatales, porque el Gobierno dejó de construir, y, en un día, se cancelaron todas las colas. Al mismo tiempo, quienes tenían su techo podían privatizarlo, apropiarse de él jurídicamente, y de tal manera ser el único dueño. Claro que había ciertas reglas y normas, las cuales tuvieron que ser cumplidas obligatoriamente, para poder llevar a cabo la privatización. Las principales de ellas fueron escritas de tal manera, que permitían diferentes formas de aplicación, “según el caso”, y la mayoría de los casos no fueron a favor de la gente.

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