PRÁCTICA 1: LA PESTE NEGRA

PRÁCTICA 1: LA PESTE NEGRA

La peste negra fue una enfermedad infecciosa que apareció en 1346, se dice que pudo haber sido originada en Asia Central y que partir de estos países se fue expandiendo al resto del mundo. En octubre de 1347 llegó a Europa a través de Italia con la llegada de los barcos genoveses y venecianos que desembarcaban en sus puertos, en los cuales viajaban también ratas las cuales eran grandes exportadoras de esta enfermedad y, además, quienes facilitaron el contagio de dicha enfermedad al resto de Europa. También se culpaba a un terremoto que hubo en la época diciendo que dejó salir los gases interiores y que provocó la muerte de varios peces culpados de extender la enfermedad; a una lucha entre los planetas y los océanos; o incluso a los incendios que producían grandes humos que al mezclarse con el aire provocaba un aire corrompido. Son varias causas las que pudieron haber sido, pero todas estaban de acuerdo en que el aire sucio era el transmisor. Los médicos del momento estudiaron toda posible causa y anunciaron que la causa oficial fue la conjunción de Saturno, Marte y Júpiter. Después se encontraban aquellos creyentes que culpaban a la ira de Dios  lo que dio la esperanza de pensar que el pueblo volvería a un comportamiento mejor pero fue todo lo contrario.

No hay un número exacto de gente fallecida pero se ha llegado a estimar que un tercio de la población falleció y  que incluso algunas aldeas quedaron despobladas.

Con el tiempo los ciudadanos se dieron cuenta que la enfermedad se contagiaba a través del contacto con el enfermo o sus efectos personales y con los cadáveres. Tras saber esto hubo muchos familiares y matrimonios que no se acercaban por evitar el contagio al igual que muchos médicos y papas. Los médicos investigaron e hicieron lo posible por buscar una cura pero nada resultó, aunque un médico aisló al papa en el palacio de Avignon donde debía estar todos los días con una chimenea encendida y sin recibir visitas, este calor evitaba el aumento de pulgas y el contagio con otra persona.

Tras la época de la peste las condiciones sociales y económicas fueron empeorando.

En el ámbito social se pensaba que esto haría que la población se comportara mejor pero fue todo lo contrario, pues se olvidaron de lo ocurrido y se entregaron a una vida más atrevida, además de obtener un carácter más cruel y despiadado. Por una parte, había aumentado la tasa de matrimonios pero no era por amor sino por conveniencias donde los hombres se aprovechaban de las mujeres sin padres, esto dio lugar a que la oligarquía prohibiera este tipo de matrimonios sin el favor de la familia, ya que, existían matrimonios que no podían tener hijos provocando una escasa natalidad.

La educación decayó, ya que estaba mayormente compuesta por el clero y este disminuyó también, más tarde se propició las construcciones de universidades para poder mantener un conocimiento y una cultura ya que era un tema que preocupaba a los altos rangos.

Durante este siglo la tasa de natalidad fue en descenso debido a la peste y sus derivadas plagas que se producían cada cierto tiempo, las guerras, el bandolerismo y el hambre. Por lo tanto en esta época existía una baja natalidad y una alta mortalidad.

En el ámbito económico los precios sufrieron un preocupante descenso, puesto que había demasiados bienes y recursos, ya que no había tanta población para su reparto. La existencia de casas abandonadas facilitó que la clase pobre superviviente pudiera ocuparlas al igual que campos de cultivos y ganados abandonados. Las iglesias se quedaron con los terrenos abandonados y los tutores de los huérfanos herederos se aprovecharon de sus riquezas levantando un ambiente de fraude.

El precio también decreció sobre las tierras y el trabajo de manera que los dueños de las tierras tuvieron que reducir bastante, o incluso eliminar, la renta que demandaban por sus tierras para evitar perderlas. A pesar de esto, los terratenientes acabaron desapareciendo abandonando sus posesiones. Respecto al trabajo, al disminuir la población también lo hizo este provocando una disminución en la producción, en los recursos y provocando un aumento de los precios. Cuando la población activa restante se dio cuenta de lo favorable que era ser pocos en sus oficios comenzaron a demandar un mayor salario, que pudieron conseguir, tras esto continuaron pidiendo más aumentos y menos horas de trabajo. Los de mayor rango querían que las posiciones sociales siguieran inamovibles como siempre y comenzaron a promulgar leyes para volver el salario anterior a la peste, pero ya existían las peleas entre los patronos y los trabajadores (pues se separaron los lazos entre los señoríos y campesinos).

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