Pablo De Rohka

LEGÍTIMO CHILENO

Comienzo por aclarar que no soy una aficionada a la poesía ni tampoco al mundo de las letras, incluso reitero que la forma en la que observo ahora al mundo es nueva para mí. No puedo criticar a la literatura si mis conocimientos son mínimos, para poder opinar debo informarme para informarme debo investigar y así crear mis propias conclusiones. Eso es lo que hice exactamente con un poeta, puede que para muchos este sea desconocido, incluso hay personas que jamás habían escuchado acerca de el, pero yo me siento identificada ya que Carlos Díaz Loyola es mi vecino (suena extraño pero Carlos nació en Licantén y yo en la comuna de al lado, Hualañé). Desde la enseñanza básica que vengo escuchando su nombre, para nuestro sector Pablo de Rokha (autodenominado así) es un referente de la poesía criolla. Nunca entendí porqué, los profesores lo nombraban pero nunca profundizaron exactamente acerca de lo que escribía. Debido a eso mi percepción frente a el no era la mejor. Pero hoy investigando he descubierto el gran estigma de Poeta Maldito que tuvo, quiero descubrirlo especialmente si sé que Pablo de Rokha era un idealista, autónomo y un verdadero culto.

Como lo dije al principio nació en la pequeña comuna de Licantén el 17 de octubre de 1894.integrante de una familia netamente campesina y de clase media, cursa sus estudios de manera exitosa y comienza a trabajar. No quiero profundizar en su niñez ni adolescencia, solo quiero involucrarme en lo que me llamó más la atención, su poesía.

Pero antes debo acotar que él no fue un vago, siempre se preocupó de mantener a su familia de la mejor forma, fue negociante, vendedor de frutas, corredor de propiedades y sin olvidar que más tarde vendería sus propios libros por el país.

Dejando de lado sus dotes progresistas quiero comentar sobre su personalidad, los pocos que lo conocieron realmente aparte de su familia decían que era un hombre fornido (alto y macizo) amante del buen vino tinto y la comida casera (prefiero omitir a aquellos personajes que hablaban de el como un hombre sin educación y malos modales al que solo le interesaba hacer criticas no constructivistas).

Esos individuos estuvieron muy equivocados, a mi parecer y por lo que pude averiguar Pablo era un gran constructivista, tenía bases y conocimientos tan sólidos que en su época hubiera dejado a muchos sin habla, nadie en ese entonces se iba a imaginar que ese vulgar campesino tuvo una formación humanista, conocía la colección completa de Cervantes, el marxismo y la filosofía idealista alemana. Sentimiento comunista latente que tenía claras referencias (no como personajes en la actualidad que se dicen llamar izquierdistas y ni siquiera conocen sus principios básicos), sin dejar de lado el tema del comunismo al amigo piedra (uno de sus apodos) siempre le interesó mucho la política, era un sagaz contrincante, polémico, lleno de ataques, opiniones y anarquizante.

Quizás este sentimiento tan libertario produjo su eventual quiebre con el partido, el nunca se pudo recuperar de este conflicto ya que para un comunista ético como él la democracia es crucial y en este caso no le fue permitida.

Retomando lo dicho anteriormente, quiero comprender la poesía de Pablo, ¡vaya que es simbólica!, me costó bastante entenderlas, pero lo que logré retener era bellísimo. No sé si piensen lo mismo pero al leer diferentes poemas salió dentro de mí una energía que pocas veces he sentido, esas ganas de decir ¡si tienes razón, yo también lo quiero! Se hacen presentes, la ira y frustración que he experimentado algunas veces aflora y no estoy siendo dramática (ocurrió lo mismo cuando leí algunos capítulos de “el Anticristo” de Friedrich Nietzsche).

Me guié por su lado más negativo, pero no olvidemos que Pablo fue un eterno enamorado

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