Paraguay Independiente
mariaaa18 de Abril de 2015
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EL PRIMER CONGRESO NACIONAL
Para la reunión de este Primer Congreso Nacional, que debía inaugurar sus sesiones el 17 de junio de 1811, los vecinos de villas y ciudades del interior fueron convocados por medio de esquelas, una vez que fueran electos.
Motivó este congreso la necesidad de "... el establecimiento del gobierno y la fijación de las relaciones de esta provincia con la de Buenos Aires y demás del continente".
El discurso inaugural estuvo a cargo del Dr. Francia, quien -con influencia de las lecturas hechas de los textos de Juan Jacobo Rousseau- historió los males pasados por los habitantes de la provincia e indicó que la situación había cambiado "... y una brillante aurora -decía- comienza a descubrirse sobre nuestro horizonte. La naturaleza no ha criado a los hombres esencialmente sujetos al yugo perpetuo de ninguna autoridad civil; antes bien, hizo a todos iguales y libres en pleno derecho. Sí cedieron su natural independencia, creando sus jefes y magistrados, sometiéndose a ellos por los fines de su propia felicidad. Esta autoridad debe considerarse devuelta o más bien permanentemente en el pueblo, siempre que esos mismos fines lo exijan".
PELIGROS PARA LA REVOLUCIÓN
No escapaban a la inteligencia del Dr. Francia los peligros que acechaban a la revolución, aunque en el Congreso todavía se había jurado Fidelidad al monarca Fernando VII, tal vez con intenciones de ganar tiempo o engañar a los españoles "peninsulares" del Paraguay. El 18 de junio de 1811 Mariano Antonio Molas mocionó la suspensión del ex gobernador debido a que los patriotas habían interceptado una carta enviada al mismo, por el español Carlos Genovés. Además, Molas mocionaba la creación de una junta Superior Gubernativa, la que una vez creada, tuvo como presidente a Fulgencio Yegros y como miembros al mismo Rodríguez de Francia, Pedro Juan Caballero, Francisco Javier Bogarín y Fernando de la Mora. Los demás puntos de la moción de Molas se referían a los siguientes: cesaban los miembros del Cabildo de Asunción por haber mantenido comunicación con españoles de otras provincias; y todos los empleos y oficios políticos, civiles, militares o administrativos debían ser ocupados por los nacidos en el Paraguay, quedaban así los españoles "peninsulares" excluidos de estos privilegios.
El pleno del Congreso resolvió además que se mantuviera la paz y la armonía con Buenos Aires y demás ciudades confederadas "... que también se una con ellas para el efecto de fundar una sociedad con principios de equidad y de igualdad". Y que una vez reiniciado el comercio con Buenos Aires y las otras provincias del Río de la Plata, allí se dejase de cobrar los impuestos de sisa y arbitrio que -en ese entonces- sumaban la cantidad de un peso por cada tercio de yerba.
Para terminar con el pesado servicio militar obligatorio y sin sueldo, mocionó un impuesto a la yerba mate para el establecimiento de varias compañías de soldados profesionales. Propuso además la extinción del estanco del tabaco y que las petacas del estanco que se encontraban en los depósitos reales, pasasen al Estado.
Así mismo, se nombró al Dr. Francia diputado de la Provincia ante el Congreso General que debía realizarse en Buenos Aires para tratar la forma de gobierno de la confederación.
La extensa moción de Mariano Antonio Molas fue aprobada con muy pocas modificaciones.
LA JUNTA SUPERIOR GUBERNATIVA
La labor de la Junta Superior Gubernativa, cuya constitución fue resuelta en el Congreso, fue fructífera. En lo político resaltan la nota del 20 de julio de 1811 y el tratado del 12 de octubre de ese mismo año.
LA NOTA DEL 20 DE JULIO DE 1811
No fue más que la reiteración de los bandos difundidos los 17 y 30 de mayo anterior, y de lo expresado en la inauguración del Primer Congreso Nacional. Especialmente en lo relativo a la idea de establecer una confederación con Buenos Aires y las otras provincias del Río de la Plata.
Debía entenderse que este documento trascendental, buscaba una confederación y la no dependencia de Buenos Aires, pues no se había salido del dominio español para someterse a otro Estado, porque expresaba: "... se engañaría cualquiera que llegase a imaginar que su intención había sido entregarse al arbitrio ajeno y hacer dependiente su suerte de otra voluntad. En tal caso, nada más había adelantado ni reportado otro fruto de sus sacrificios que el cambiar algunas cadenas por otras y mudar de amos".
EL TRATADO DEL 12 DE OCTUBRE
Ante la noticia de la llegada a Corrientes con destino al Paraguay de los diplomáticos porteños Vicente Anastacio Echevarría y Manuel Belgrano, solicitando desde allí pasaporte para ingresar a nuestro país, la Junta Superior Gubernativa, integrada entonces por Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero y Fernando de la Mora, condicionó dicho arribo al previo reconocimiento de la independencia del Paraguay. Finalmente, y como la situación política de Buenos Aires en su lucha con los españoles se había agravado por una derrota en el Alto Perú y como los portugueses ya ayudaban a los españoles en Montevideo, a las autoridades de Buenos Aires no les quedó otro camino que reconocer la Independencia del Paraguay, hecho que se materializó en una nota fechada en Buenos Aires, el 28 de agosto de 1811.
Esta comunicación llenó de alegría al Gobierno y a todo el pueblo, y fue anunciada al resto del país por medio de un bando: "Conciudadanos del Paraguay, sois libres, y la junta, participando al pueblo esta lisonjera noticia, os congratula por este suceso, a que era acreedor vuestro esfuerzo y vuestro valor".
Arribados a Asunción, los diplomáticos argentinos mantuvieron conversaciones con los vecinos prominentes y en particular con el Dr. Francia, quien se había reincorporado al Gobierno. Las conversaciones oficiales entre los miembros de la Junta Superior Gubernativa con Belgrano y Echevarría, se limitaron a la ratificación de lo aprobado en el Congreso inaugurado el 17 de junio pasado y cuyos resultados fueran comunicados a Buenos Aires por la nota del 20 de julio siguiente. Al final de las conversaciones se firmó un tratado, rubricado el 12 de octubre de 1811. Este tratado contó con las siguientes cláusulas:
- Que en vista de la necesidad que tenía el Paraguay de contar con ciertos bienes para crear ciertas compañías militares para su defensa, se establecía que la existencia de tabaco en los depósitos de la Hacienda Oficial –ex estanco del tabaco- se vendiese a cuenta del Estado.
- Así mismo, que el impuesto de un peso, que se pagaba en Buenos Aires por cada tercio de tabaco, se cobraría en Asunción.
- El impuesto a la venta llamado alcabala debía cobrarse en el lugar donde se introducía la mercadería. En cuanto a los límites, estos no se modificarían hasta que un congreso general resolviese sobre ellos. El artículo 5°, y último, fue el reconocimiento explícito de los representantes del Gobierno de Buenos Aires a la independencia del Paraguay: "... la Provincia del Paraguay quedaba libre de la de Buenos Aires de acuerdo a lo expresado por su Gobierno a la del Paraguay por la nota del 28 de agosto último", y que el Gobierno de Buenos Aires "... no pondrá reparo en el cumplimiento y ejecución de las demás deliberaciones tomadas por esta del Paraguay en junta general".
Este tratado expresaba además que ambas partes contratantes estrechaban los vínculos que unían y debían unir más a ambas provincias en una confederación y alianza indisolubles, obligándose ambas partes a auxiliarse en defensa de la causa común.
En relación al tratado del 12 de octubre de 1811, Bartolomé Mitre, en una biografía de Manuel de Belgrano, aseguraba: "En esta negociación toda la perseverancia, la habilidad y las ventajas estuvieron de parte del astuto diplomático paraguayo (Dr. Francia). El papel de los representantes del Gobierno de Buenos Aires fue meramente pasivo, quienes sin alcanzar las consecuencias sancionaron, en cierto modo, la segregación del Paraguay y la disolución política del antiguo virreinato".
Casa de los Gobernadores del Paraguay y
residencia del Doctor Francia durante todo su gobierno.
En esta casa, demolida alrededor de 1913, murió el Dictador.
CONSPIRACIÓN DE LOS ESPAÑOLES
En el Congreso del 17 de junio participaron solamente cuatro españoles "peninsulares", con poca o ninguna trascendencia, al igual que Velazco y Zeballos en el gobierno que surgiera inmediatamente después del 14 y 15 de mayo. Entonces existían en el Paraguay tres tendencias: los nacionalistas, los porteñistas y los españolistas.
Los "peninsulares", de vergonzosa
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