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Participación Del Movimiento Estudiantil 1830- 1859


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2012  •  2.766 Palabras (12 Páginas)  •  698 Visitas

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Introducción

El siguiente trabajo tiene como objetivo comprender la importancia del estudio de la Historia en nuestras vidas, para lo cual es necesario realizar un recorrido por distintas nociones de esta disciplina, con el fin de acercarnos un poco a su naturaleza. Posteriormente, analizaremos sobre los movimientos estudiantiles del pasado, que es lo que cuenta la historia; fechas, hechos, o procesos, dado que este debate que se ha sostenido durante siglos en la humanidad, yo no pretendo llegar a una respuesta absoluta, sino que entregar algunos elementos que permitan al lector profundizar en el tema y obtener sus propias conclusiones.

A continuación, realizare una apreciación sobre las leyes históricas, para ver si la historia que conocemos es el único pasado posible. En caso de no ser así, ¿qué es lo que permanece fuera de lo que conocemos? Finalmente veremos la intervención del azar en la historia y de la historia en el azar.

Participación del movimiento estudiantil 1830- 1859

Periodo histórico entre 1830 - 1842

La educación nacional, a partir de 1830, sufrió los embates de la separación de la Gran Colombia. Le resultaba difícil al gobierno, obtener los fondos que eran necesarios para la educación. Las demandas de las rentas públicas no se correspondían a las posibilidades de producción propias de una infraestructura agrícola precaria, niveles de ganancia exiguos y estímulos limitados. La mano de obra resultaba escasa y el comercio débil.

El gobierno tenía una estructura Republicana. El poder político se concentraba en el caudillo José Antonio Páez. La economía giró alrededor del café, principal producto de exportación. Tal vez por ello, la Ley de Abril de 1834 favoreció las actividades de los comerciantes y prestamistas.

Las limitaciones económicas de las provincias, no permiten la difusión de la educación primaria en la mayoría de ellos. Para 1830, el país contaba con tan solo cien (100) escuelas primarias municipales. Se reorganizan los Colegios Nacionales de Trujillo (1832), Margarita, el Tocuyo, Carabobo y Coro (1833); de Cumaná (1834), Barquisimeto (1835), Maracaibo y Guanare (1837); Calabozo (1839) y Barcelona (1842).

También se reorganizan las Universidades de Caracas y de Mérida. Precisamente a partir de esta reorganización, se suceden en la Universidad Central de Caracas, una serie de reformas, que dan inicio a una diferenciación con respecto a las concepciones coloniales.

El 9 de febrero de 1835 a las 9 de la mañana José María Vargas presta juramento como Presidente de la República, ante el Congreso. Renuncia el 29 de Abril. En 1835, se reanima la Universidad de los Andes de Mérida, que logra impulsar esporádicos cursos en los años de 1837, 1841, 1854, 1860 y los siguientes años. El 19 de Noviembre 1836 se funda en Caracas, por parte de la Diputación Principal de la ciudad, en la persona de W. Urrutia, la Escuela Normal de Dibujo, la cuál incorpora la dimensión artística a la noción de Docencia en nuestro país.

A pesar de la significación que lo dio Bolívar a la educación en la construcción Republicana, es solo en 1836 cuando José Manuel Vargas logra avanzar en el desarrollo de una Ley para lograr la unidad de la acción educativa. La educación permanecía desarticulada, sin un instrumento legal que la rigiera. Para 1839, de 524 parroquias existentes, 404 no contaban con planteles de educación primaria. Esto originó que la Dirección General de Instrucción Pública, integrada por el Dr. José María Vargas, Manuel Cajigal y el P.P. Díaz, le presentaran un informe a la Presidencia de la República, donde exponían el lamentable estado de la educación nacional.

Periodo histórico entre 1843 – 1858

Fue hasta 1843 cuando se promulgó el Primer Código de Instrucción Pública, que contenía 14 leyes para regular toda actividad educativa. Diez de las leyes del Código (del 4 al 13) están referidos a la Educación Superior y su propósito es reglamentar la actividad universitaria. La Educación Superior y Secundaria fue adscrita a los Poderes Nacionales. Se estructuran los institutos educativos en Escuelas Primarias, Colegios Nacionales de enseñanza Secundaria, Universidades, Escuelas especiales para desarrollar conocimientos específicos, Academias para normar el ejercicio de algunas profesiones y, Sociedades Económicas para promover el desarrollo agrícola, comercial, de las artes y la educación en población.

Para la época, el prestigiado título de Bachiller lo otorgaban los Colegios Nacionales. El presupuesto de estas instituciones provenía de las rentas públicas y de los aportes de los padres de familia. Con relación a la educación primaria la situación era aún más precaria. Para 1843 existían en el país 377 planteles con 11.929 inscritos. En virtud de ello, uno de cada 114 niños, recibía educación. Algunos historiadores educativos señalan que filosóficamente, en el Código de 1843, hubo ausencia de principios que orientasen la labor educativa. La filosofía educativa humanista y de acceso universal al sistema escolar permanecía subyacentes y ganaban cuerpo en el imaginario social. Este imaginario en construcción se expresaba en las argumentaciones sobre las aspiraciones colectivas a una sociedad libre e igualitaria, que procurara proporcionar felicidad y progreso.

Según este instrumento Jurídico, la educación pasó a ser una función del Estado, en donde los beneficios tenían que ser para todos los ciudadanos. Además, puede atribuírsele también a este instrumento jurídico, una connotación laicista, ya que la iglesia fue supeditada al arbitrio del Estado. Es digno de ser resaltado que la Curia no contaba para el momento con instituciones educativas distintas a las destinadas a la formación de sus clérigos.

La columna vertebral de la propuesta pedagógica de este código, estaba relacionada con la idea de concebir la educación como la palanca principal para alcanzar el progreso, soportada en la formación moral y espiritual, lo cual denota un marcado idealismo conceptual. De hecho, la igualdad social y política, solo estaba concebida en el papel.

Para la época, Juan Manuel Cajigal hacia alusión a la necesidad de focalizar la acción pedagógica en el común de los trabajadores, que eran quién más lo necesitaban, en procura de socializarlos, disminuyendo los crímenes provocados por individuos provenientes de estos sectores.

En correspondencia, Cecilio Acosta apuntaba la necesidad de impulsar una educación centrada en el taller, la producción y el comercio, si realmente se quería convertir la acción pedagógica en una palanca para el desarrollo.

Pero, muy a pesar de las declaraciones de intención, la educación post–colonial, continuaba discurriendo por los cauces previstos por la Corona Española, con relación a su concepción elitista. Los más pobres y desposeídos seguían sumidos en la ignorancia pues no tenían acceso a sus beneficios.

Ante ello, encontramos que Cecilio Acosta, en la Antología de su pensamiento, editado por las publicaciones del Estado Miranda (1952) señalaba que

“Una nueva puerta se ha abierto, y una gran novedad se anuncia al mundo, mayormente después que los estados unidos del Norte con su doctrina y con su ejemplo han mostrado que hay dos cosas llamadas a hacer regulares a los gobiernos, e independientes a los pueblos: la escuela y la Industria”

Para 1848–1850 solo se tiene referencia a la existencia de 118 escuelas privadas y públicas, distribuidas en cinco provincias con una matrícula de 3360 alumnos. Los registros de la época mencionan que las restantes once provincias no habían enviado los correspondientes informes a la Dirección General de Instrucción Pública. El 1 de Marzo de 1847 inicia su periodo Presidencial el General José Tadeo Monagas.

Durante el año 1858 se produce la Convención de Valencia, mejor conocida como Convención Federal en la cual se concentran los partidarios de este modelo, que contaba en sus filas con destacadas personalidades nacionales. El pensamiento federalista tendría una influencia determinante en la concepción constitucional de la V República.

En 1850 accede a la Presidencia el General José Gregorio Monagas. En Marzo de 1858, hasta el 9 de Julio, ejerce en calidad de encargado de la Presidencia, el General Julián Castro.

Periodo Histórico entre 1859 – 1880

Durante el periodo 1859 – 1863 se desarrolla la Revolución Federal, cuyas repercusiones se sintieron en todo el territorio nacional. En 1863, el Mariscal Juan Crisóstomo Falcón, accede a la Presidencia de la República. El Jefe del ejército y del Gobierno Federal consideraba -con relación a la instrucción pública y por intermedio del Decreto de Garantías, en su artículo 6 que la libertad de instrucción no exonera la autorización de establecer la educación primaria y darle protección a la secundaria. Este instrumento jurídico, que contemplaba la obligación estatal en todos los niveles de la educación, constituye una piedra angular para la educación pública venezolana y refleja la orientación político – educativo de los líderes del movimiento federalista. Sin embargo, durante los años 1859 – 1869 no se evidencian avances en materia educativa.

El 27 de Abril de 1870 accede a la Presidencia de la República, en condición de encargado, Antonio Guzmán Blanco. Posteriormente ejercería como Presidente Constitucional a partir de 1873. A partir de 1870, el Gobierno nacional, bajo la conducción de Guzmán Blanco, da origen a una movilización de voluntades, esfuerzos y recursos en torno a la educación como no se había visto en el pasado. Consideraba este caudillo, que un gobierno de orientación liberal, para lograr un mínimo de estabilidad, requería el soporte de un pueblo con acceso a la cultura.

El 27 de Junio de 1870 Guzmán Blanco dictó el decreto de Instrucción Pública. Fue promulgado por el entonces Ministro de Fomento, Martín J. Sanabria, ya que a este Ministerio se encontraba adscrito todo lo referente a instrucción. Además de la redefinición de las líneas de acción del Estado, se establecía que la educación seria dirigida por la Dirección Nacional de Instrucción. Se crean fondos especiales destinados a fortalecer las finanzas para la Instrucción Pública, renta que se plasmó en las denominadas estampillas de escuelas. Pero, el Decreto de instrucción Pública, se encontró con la resistencia de los sectores más conservadores de la sociedad venezolana. Algunas de sus expresiones más relevantes fueron:

(a) concepción clasista de la sociedad imperante en la dirigencia política, que veía como una señal de peligro el que los humildes accedieran al conocimiento

(b) el liberalismo, como ideología predominante, no alcanzó en sus efectos a la mayoría de la población, permitiendo tan solo un realineamiento y reordenamiento de los círculos de poder

(c) durante este periodo, se evidenció un significativo estancamiento del aparato productivo, debido a que a pesar de los enunciados, el latifundio siguió siendo la característica básica del sector agropecuario

(d) y un progresivo afianzamiento de nuevos y antiguos caudillismos.

Es digno de resaltar, que la educación obligatoria y gratuita se inscribe con plena legalidad en nuestro país con anterioridad a su símil en Francia o Inglaterra, países en los cuales su intelectualidad y sectores populares de avanzada, tenía mucho más tiempo exigiéndolas que los nuestros.

En 1872 aparecen en las estadísticas gubernamentales, las denominadas escuelas federales. Para 1872 el país cuenta con 141 escuelas federales con una matrícula de 7064 alumnos. Si a esta cifra le adicionamos las 251 escuelas municipales existentes, con sus respectivas matrículas, se evidencia un crecimiento expresado en 15081 alumnos que tienen acceso al sistema educativo.

En 1874, la Constitución expresa la tendencia centralizadora en materia educativa que orienta la política del Ejecutivo. Pero es, a partir de esta Carta Magna (1874) que se establece la responsabilidad del poder público en la implementación de la educación pública y gratuita.

En 1875, el Ministro de Educación Felipe Guevara Rojas, de clara orientación reformista, dividió la educación primaria en dos ciclos: uno elemental hasta 4º grado, y otro superior hasta 6º grado. Esta reforma significó la extensión en dos años más de la escolaridad obligatoria. En 1876 se crean las escuelas Normales de Caracas y de valencia, a las que siguieron las de Cumaná, Barcelona, Ortiz, Tinaco, Calabozo y San Cristóbal. El Congreso eligió Presidente al General Francisco Linares Alcántara el 27 de Febrero de 1877.

A finales de los años setenta del siglo XIX, Venezuela contaba con 345 escuelas, con una matrícula de 55800 alumnos. Un hecho que merece ser mencionado, es la iniciativa gubernamental que levó a la publicación del periódico ABC, para apoyar las iniciativas educacionales. Bajo el gobierno de Guzmán Blanco se iniciaron las escuelas experimentales, con la llamada Escuela Guzmán Blanco. Por otra parte sé apertura la enseñanza de adultos, y es fundada la Academia Venezolana de la Lengua.

Al analizar a los movimientos de protesta social que hubo épocas anteriores Por regla general, las protestas estudiantiles se inician prácticamente en el siglo XX con la llamada Generación 28, como una respuesta a violaciones de sus derechos que sufre el estudiantado como tal. En este sentido, serian una "conducta colectiva". Al tratar de restablecer derechos adquiridos con anterioridad. En su desarrollo, las protestas se proponen modificar los mecanismos institucionales que han permitido que sus derechos sean violados. Entrarían así en la categoría de "luchas", pues el movimiento estudiantil se involucra en acciones políticas enfrentadas a las instituciones del Estado (Ministerio de Educación, gobernaciones, ministerio del interior) y a las autoridades universitarias. Y en ultima instancia, la lucha estudiantil termina orientándose al cuestionamiento general del orden establecido, contrastando lo con un referente social alternativo (por ejemplo la exigencia de una democracia no tutelada por los partidos, y una economía que permita el bienestar de las mayorías), aunque en este aspecto se hayan limitado al aspecto declarativo y agitativo, sin proponerse la toma del poder político. Creemos que los movimientos estudiantiles no lograron cristalizar en un proyecto de poder, no porque no se lo hubieran planteado, sino por una cuestión de incapacidad política y organizativa para resolver sobre la marcha esa posibilidad. Algunos de los dirigentes de los movimientos antipartido de Ios años 80 terminaron incorporándose a partidos y organizaciones que si visualizaban un proyecto de poder; como es el caso de los dirigentes del Movimiento 20 en el Zulia, que se incorporaron al partido Causa R y han figurado como parlamentarios regionales y nacionales en la ultima década y de Franz de Armas^, incorporado la MBR-200 en 1992

Conclusión

En conclusión el Movimiento Estudiantil es una fuerza joven, de espíritu libertario que lucha por las reivindicaciones sociales en busca de hacer cumplir la Justicia y la Equidad de los pueblos. No defiende ideologías imperialistas, ni a regímenes totalitarios, solo busca la mejora social y política de una Nación

Además los movimientos estudiantiles, con éxito o sin él, influyen en la opinión pública con efectos impredecibles a mediano y largo plazo dentro de la sociedad que los vive.

Los movimientos estudiantiles cumplieron un papel de primer ordenen la historia política venezolana del siglo XX. Desde la gesta de la llamada "Generación del 28" contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, hasta las masivas y violentas protestas escenificadas a fines de los anos 80, los estudiantes estuvieron en la primera plana de la confrontación política del país. De los liderazgos estudiantiles surgieron los fundadores y principales dirigentes de los partidos políticos venezolanos durante muchas décadas. Durante bastante tiempo, en las aulas universitarias se debatieron distintos programas políticos que tenían por objetivo la toma del poder y la reconducción del país por caminos modernizadores y revolucionarios.

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