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Pensamiento Politico En Medio Oriente

olmayi2 de Octubre de 2012

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PENSAMIENTO POLÍTICO EN ANTIGUO ORIENTE

INTRODUCCIÓN

Las primeras sociedades de clase se formaron en los países del antiguo Oriente en el Asia Anterior, oriental y meridional, y en la parte nordeste del África. Ya al comenzar el cuarto milenio a. de c., como resultado de la desintegración del régimen del comunismo primitivo y de la división de la sociedad en clases en esclavistas y esclavos, comenzaron a formarse los Estados esclavistas más antiguos: Egipto, Babilonia, India, China y otros. Todos estos Estados constituían una parte de la superestructura erigida sobre una base esclavista. Sin embargo, el régimen esclavista de los países del antiguo Oriente tenía sus propias particularidades. En dicho régimen, la posesión de esclavos conserva durante algún tiempo las formas primitivas, limitadas fundamentalmente por los marcos de la esclavitud doméstica. El Estado esclavista adopta la forma de una Despotia oriental, o sea una monarquía, en la que todo el poder del Estado se concentra en manos de una sola persona, el déspota, que se apoya en el aparato burocrático del Estado. En su intento de fundamentar la plenitud de poderes ilimitados del déspota, la clase gobernante de los esclavistas proclama el origen divino de este poder. Los ideólogos de la clase gobernante justifican y defienden la necesidad de la desigualdad social, infunden a las masas el sometimiento y la obediencia e incitan al poder supremo a aplicar un severo terror. En cambio, en la ideología de los oprimidos se refleja la conciencia de la injusticia del régimen existente, y surge la duda en torno a la “justicia de la opresión” en medio de la cual viven.

DESARROLLO

A).-EGIPTO

El antiguo Egipto, representaba una sociedad esclavista. No obstante, siguieron existiendo considerables supervivencias del régimen del comunismo primitivo y durante largo tiempo se conservó la comuna aldeana. A la vez que la explotación de los esclavos, se efectuó también la de los agricultores y artesanos libres, a quienes se les imponían obligaciones, en beneficio, no solamente del Estado, sino también de los representantes de la nobleza terrateniente y burocrática. El Estado esclavista del antiguo Egipto estaba organizado a la manera de una Despotia oriental regida por el faraón endiosado. La circunstancia de ser el antiguo Egipto donde precisamente aparece esta forma de gobierno del Estado esclavista, se explica por el hecho de que la utilización de las aguas del Nilo para la irrigación artificial requería la creación de las correspondientes instalaciones complicadas, cuyo mantenimiento y perfeccionamiento sólo podía asegurar una centralización política.

Aplastando y explotando a las inmensas masas de esclavos, agricultores y artesanos libres, empleando en vasta escala la coerción extraeconómica para extraer el sobre producto, la clase esclavista utiliza e implanta la ideología religiosa.

Ya durante la época del antiguo Reino se había formado un auténtico culto de los faraones, a los que se llamaba: “Gran Dios”, “Hijo del Sol”, “Descendiente de los dioses”. El rey no muere, sino que “desaparece en su horizonte eterno”; después de la muerte se convierte en el dios Osiris. Es un “ser que vive eternamente”, al que “le han dado la vida para siempre”. Los dioses, sobre todo el dios Horus, son declarados protectores de los dioses terrenales, los faraones. Todos los acontecimientos políticos son presentados como la manifestación de la voluntad de los dioses terrenales y celestiales.

La ideología política de la capa superior de la clase esclavista se revela con toda crudeza en La sabiduría de Ptah-hotep, que aparece en el tercer milenio a. de c., y cuyo contenido conservó su valor a lo largo de muchos siglos. Ptah-hotep es uno de los descollantes representantes de la nobleza egipcia que ocupa altos cargos en el Estado egipcio, incluso el puesto de visir, jefe de todo el aparato administrativo. Llegado a la edad madura resume la experiencia de la vida que ha acumulado durante largos años. Ptah-hotep parte de la necesidad de la desigualdad social. Según él, el hombre que ocupa una posición inferior en la sociedad es malo; el que ocupa una posición superior es valioso y noble. Reclama a los “inferiores” el sometimiento y la resignación frente a los “superiores”. Frente al “superior” hay que estar quieto y doblar el espinazo. Dice a los “inferiores” que su bienestar depende de la buena voluntad y de la benevolencia de los nobles y del poder de los ricos. Al mismo tiempo, Ptah-hotep aconseja a los “ superiores” no ser soberbios en su trato con los “inferiores”, no humillarlos, no ofenderlos ni dañarlos. La fuerza de la afabilidad es mayor que la de la prepotencia; nadie debe pretender infundir miedo fuera del rey y dios la casa.

A partir de la vi dinastía comienza en Egipto la desintegración de la monarquía centralizada. La unificación había reportado, a su debido tiempo, considerables ventajas a los diversos nomos; habían recibido pastizales y materia prima de que carecían. La unificación produjo el florecimiento en el sistema de regadío y elevó el poderío militar del país.

En el siglo XVIII a. de c. tuvo lugar en Egipto un levantamiento de los desposeídos libres y esclavos, en el curso del cual se efectuó un reparto en gran escala de los bienes de la nobleza y de los pudientes; fueron aniquiladas las instituciones estatales, pero la sublevación fue espontánea y sufrió una derrota. La invasión, desde el Asia, de las tribus nómadas, los hicsos que afianzaron su dominio en Egipto por más de un siglo, aceleró la derrota de dicho levantamiento.

Dios determina todo el destino del hombre; el hombre es impotente frente a la omnipotencia de aquél: “Los asuntos del hombre están en manos de Dios”; además, a Dios no se le puede engañar, ya que penetra en el pensamiento del hombre. “El corazón del hombre es la nariz de Dios.” Estos desempeñaban el papel primordial en la formación de la ideología política del antiguo Egipto.

B).-BABILONIA

Fue uno de los Estados esclavistas más antiguos a la manera de una Despotia oriental. Primitivamente, en los valles de los ríos Tigris y Éufrates (Mesopotamia) existían algunos pequeños Estados, cuyo “comienzo” se remonta al cuarto milenio a. de c. Más tarde se efectuó la unificación política bajo la hegemonía de una de las ciudades que quedó situada como centro del país. En el tercer milenio, tales ciudades fueron primeramente Akkad, y, más tarde, Ur.

Durante mucho tiempo fue el centro político y cultural de la Mesopotamia meridional. El Estado de Babilonia alcanza su florecimiento en el siglo XVIII a. de c., durante el reino de Hammurabi, en que el país se unifica sólidamente bajo el poder de los reyes de la dinastía babilónica.

El desarrollo de la ciudad esclavista de Babilonia viene acompañado de las contradicciones sociales y la lucha de clases. Los esclavistas enriquecidos se dedican a la usura y a la especulación, al arrendamiento de tierras y casas, arruinan y sojuzgan a los desposeídos, multiplicando el número de esclavos en el país.

La ideología política de Babilonia, al igual que la de Egipto, está impregnada íntegramente de ideas religiosas. Los dioses determinan el destino de los hombres y de los pueblos. Conceden todos los bienes y castigan con todas las calamidades, rechazan a los enemigos y otorgan las victorias. A su vez, todos los conceptos de la clase dominante acerca del poder de Estado parten de ideas religiosas.

Las partes Introducción y Conclusión de las leyes del rey babilonio Hammurabi (siglo XVIII a. de c.) contienen un ensalzamiento y una justificación del poder ilimitado del déspota oriental. En estas leyes, ante todo, se afirma el origen divino del poder del rey: “Los dioses designaron a Hammurabi para gobernar a los cabezas negras” (populacho). El es Anub, dios del cielo; Enlil, dios de la tierra; el dios Marduk, protector de Babilonia, y Schmasch, dios del sol y de la luz. Todos los demás dioses prestan invariablemente su ayuda y protección a Hammurabi. Las leyes proclaman al rey como un ser deificado.

El rey Hammurabi se asemeja al dios Schmasch, es el rey divino de los reyes, “el vínculo entre el cielo y la tierra”, que concede la riqueza y la abundancia; es inteligente, fuerte, omnipotente. El rey es ensalzado como el portador de la justicia, defensor de los débiles, defensor de la legalidad, fuente de todas las riquezas y del bienestar de sus súbditos. Hammurabi hace aparecer sus leyes, que sirven a los intereses de ideología de la capa superior de la sociedad esclavista egipcia en un momento crítico para ésta.

Hammurabi lanza terribles maldiciones sobre la cabeza del que desobedezca sus indicaciones.

C).- INDIA

La India es un país de una cultura antigua. Ya en el tercer milenio a. de c. sus habitantes se dedicaban al cultivo de la tierra, empleaban herramientas de trabajo y otros objetos hechos de cobre y de bronce, y moraban en ciudades rodeadas de gruesos muros.

En el segundo milenio a. de c. el país fue conquistado por un pueblo extranjero, los “arios” (nobles). A comienzos del primer milenio a. de c., después de un largo proceso de desintegración del régimen del comunismo primitivo, aparecen los primeros Estados esclavistas. La antigua India, después de la conquista aria, representaba una sociedad esclavista que conservaba la comunidad familiar y, más tarde, la comunidad aldeana.

La ideología religiosa sustentaba el concepto del inmenso

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