Pensamiento Politico y juridico de Maquiavello
vanecarrizo14 de Noviembre de 2013
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Pensamiento Politico y juridico de Maquiavello:
Nicolás Maquiavelo, en italiano Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, nació el 3 de mayo de 1469 en Florencia. Fue un hombre político, diplomático, filósofo, historiador, poeta y autor teatral italiano. Originario de Florencia, fue un actor importante en el Renacimiento italiano, en particular en su componente política. Maquiavelo es considerado como el fundador de la filosofía política moderna y uno de sus principales exponentes. Su obra más popularizada, El Príncipe, fue objeto de vivas controversias y continúa siendo discutida. El nombre propio Maquiavelo ha dado origen al término maquiavelismo.
Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos políticos más notables del Renacimiento,pues con su aporte se abre camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social.
Maquiavelo se declara partidario de la república, partiendo del supuesto de que toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos: el del pueblo y el de los grandes, que quieren gobernar al pueblo, que están en constante conflicto. Para Maquiavelo el mejor régimen es una República bien organizada, aquella que logre dar participación a los dos partidos de la comunidad para de esta manera contener el conflicto político dentro de la esfera pública.Maquiavelo señala, y de aquí la calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto dentro de las mismas sin las cuales la república se desarmaría. Ninguna de las otras formas de gobierno como la aristocracia, la tiranía, la democracia o la monarquía logran el equilibrio de los partidos dentro del régimen por lo que son inestables.
Los intérpetes inclinados a las tesis republicanas han pretendido, desde Rousseau, conciliar la contradicción entre los Discursos y El príncipe, las principales obras de Maquiavelo, considerando que este último supone un ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz pública lo que eran las...
Ideas fundamentales de su pensamiento
El método: empirismo o naturalismo político
Maquiavelo sigue un método llamado empirismo o naturalismo político para definir su pensamiento. De acuerdo con esta forma de análisis, no realiza una construcción sistemática de un Estado ideal. Al contrario, analiza los hechos políticos, situaciones determinadas, como parte de la “realidad natural” política, y trata de descubrir su dinámica y sus reglas.
El pensador florentino aparta la política de justificaciones ideológicas y expone que los objetivos concretos de las acciones políticas son la adquisición, la conservación y el incremento del poder del Estado en un mundo muy inestable.
Base conceptual del pensamiento político.
Maquiavelo parte del análisis del hombre. En los Discursos pone de manifiesto su convicción de que la naturaleza humana no progresa con el transcurrir del tiempo, que el hombre ha sido y siempre será el mismo. Cree que el hombre es un ser esencialmente egoísta, siempre insatisfecho y que lucha para conseguir sus deseos. Esta condición inmutable le hace considerar la Historia como una gran reserva de experiencias y conocimientos útiles para el análisis del hombre.
El pensador piensa que las posibilidades de prosperidad de la Humanidad son limitadas. Por ello, la voluntad de los hombres (bien de forma individual, bien en grupo) de conseguir sus deseos genera una tensión que se traduce en una constante inestabilidad que desemboca inevitablemente en la lucha, en la guerra.
De acuerdo con este pesimismo antropológico, el Estado es necesario para mantener la convivencia entre los hombres insaciables y, por eso, el primer objetivo del gobernante es aniquilar las pretensiones de insumisión y la hostilidad de los gobernados hacia él.
La necesidad y la fortuna.
Para poder hacer realidad sus proyectos o cumplir sus deseos, el hombre debe enfrentarse a la realidad que le afecta, a su circunstancia. Esta circunstancia es superior a su control y a su voluntad, ya que tiene su propia dinámica o concatenación causal, y puede ser determinada por infinitos factores de la más variada índole. En general, los fenómenos naturales y las relaciones sociales suelen seguir su propio curso sin que el hombre pueda modificarlos. Por ello, si una persona quiere triunfar o conseguir cumplir sus objetivos o deseos, debe someterse a dicha realidad y actuar de acuerdo con ella. Es decir, el hombre experimenta la circunstancia en que vive como necessità. La necessità impone un determinado curso a la acción del hombre y su éxito depende de la fortuna, que puede ser favorable o desfavorable. Y para poder influir en mayor o menor medida sobre la fortuna, ha de tener virtù.
La virtùd.
La virtù de Maquiavelo no tiene connotaciones morales, sino puramente funcionales. En un mundo inestable, ante una necessità muy difícil o imposible de controlar, el hombre “virtuoso” es el que demuestra tener resolución, valor, coraje, intuición, capacidad para comprender rápidamente la realidad, ambición para buscar el triunfo en la vida, esto es, para conseguir honor y fama. El hombre de la virtù es, por tanto, el hombre luchador, dispuesto a abrirse paso y a conseguir el éxito social; es el héroe.
La relación entre virtù y fortuna.
La vida humana es para Maquiavalo el resultado de una síntesis dialéctica entre la virtù y la fortuna. Es dialéctica porque piensa que el hombre virtuoso puede llegar a influir, en mayor o menor medida, en su propia fortuna; debe vivir en permanente tensión y vigilancia, y nunca resignarse a su “suerte”.
El recurso a la fuerza.
La fortuna es la causa de la inestabilidad y de la variación imprevisible de las situaciones vitales del hombre. Maquiavelo vivió una época de extraordinaria inestabilidad política, lo que le llevó a orientar su pensamiento al triunfo del gobernante en tan compleja situación.
El pensador cree que la causa de esta inestabilidad es la violencia, ya que siempre se recurre a ella para la solución de los conflictos políticos. Esta se reviste de distintas formas, tanto individuales como colectivas: batallas, encarcelamientos, destierros, secuestros, asesinatos… Por ello, Maquiavelo concibe la política como un asunto de fuerza, como un combate continuo, que no es un fin, sino un medio para conquistar el poder y defenderlo.
Partiendo de este supuesto de la violencia política, para Maquiavelo, el instrumento más importante del poder es la fuerza de las armas, por lo que el ejército es la institución central del Estado y la primera preocupación del gobernante. Para el pensador florentino, ni las ideas ni el derecho sirven sin el apoyo del recurso a la fuerza.
El Príncipe
Espejo de príncipes.
El Príncipe es la obra más conocida de Maquiavelo. Se trata de una composición poco organizada, lejos de la estructura típica de los tratados políticos. Fue escrito en 1513 con la intención de congraciarse con los Medici. Pertenece al género literario “espejo de príncipes”, muy típico en el pensamiento político florentino de la época (podemos encontrar obras de este género de autores como Coluccio Salutati, Girolamo Savonarola, Marsilio Ficino, Giovanni Pontano, Bartolomeo Sacchi, Francesco Patrizi o Diomede Carafa).
El éxito del príncipe y la virtud maquiavélica.
El objetivo del libro es proponer al príncipe las reglas que le han de ayudar a conseguir el éxito, esto es, el logro del honor y la gloria por medio de la buena gobernación de sus dominios. Para conseguir el éxito es necesario que el príncipe tenga la fortuna de su parte. Y para ello, el príncipe debe ser virtuoso. En este punto, Maquiavelo se separa de la tradición filosófica-política, ya que mientras los demás autores citados entienden la virtud como un conjunto de valores morales, él confiere un nuevo sentido al concepto, separándose de la moral. De hecho, afirma que este tipo de virtudes no tienen por qué ser útiles para el buen gobierno y que pueden llevar a un príncipe a la ruina en vez de a la gloria.
Para Maquiavelo, las virtudes morales no siempre son operativas en el príncipe, porque tiene que tratar con hombres malos. Por ello, es partidario de aplicar el principio de la necessità a la conducta del príncipe. Así, este, a menudo, se ve obligado para conservar su Estado a actuar contra la caridad, contra la humanidad, contra la religión. Por eso necesita estar dispuesto a actuar en función del curso de los acontecimientos y de las variaciones de la fortuna.
El príncipe debe estar preparado para seguir dos tipos diferentes de conducta según la necesidad:
La típica de los hombres, teniendo en cuenta aspectos como el derecho, la razón o la moral.
La propia de las bestias, teniendo en consideración la fuerza, y también la trampa y el engaño.
El príncipe debe guiar sus acciones y decisiones por el principio del éxito, sin tener en cuenta consideraciones morales respecto a los medios. “El fin justifica los medios”. “En las acciones de todos los hombres y especialmente de los príncipes… se atiende al resultado. Trate, pues un príncipe de vencer y conservar su Estado, y los medios siempre serán juzgados honrosos y ensalzados por todos”.
El Principado.
Para Maquiavelo, el Principado es un poder personal de tipo militar, de acuerdo con su concepción violenta de la vida
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