Pensamiento Politico
jennyarevalo24 de Mayo de 2013
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Pensamiento Político de Bernardo O"Higgins
He elegido para tratar con profundidad el pensamiento político del Capitán Bernardo O"Higgins, ya que su figura es muy atrayente, y su pensamiento aún más.
Si observamos detenidamente en las figuras de los héroes de América, hasta ahora yo creía que Morelos y Artigas, eran quienes más se habían acercado al indígena, pero realmente Bernardo O"Higgins, es quién también se acerca, y avanza mucho más allá de entregar tierras y derechos políticos. Bernardo O"Higgins le entrega en 1819 la independencia al pueblo araucano, como le decía a los mapuches, pero lamentablemente nunca fue ratificada.
Mucho en su Chile natal se ha escrito sobre su pensamiento y su obra política de O"Higgins, pero poco y nada se ha hablado de su posición favorable con respecto a los nativos de su país. Es por este motivo, que si bien vamos a analizar el pensamiento político de un liberal como era.
Biografía: Bernardo O"Higgins nació el 20 de agosto de 1778 en Chillán Viejo, era hijo de un irlandés al servicio de la corona de España, el entonces Intendente de Concepción don Ambrosio O'Higgins y de una "señora principal" de Chillán, doña Isabel Riquelme.
Sólo hay constancia de que en noviembre de 1782, a los cuatro años y dos meses de edad, un apuesto Oficial de la Colonia, acompañado de un Sargento y de un Cabo, lo sacó de Chillán, a lomo de su caballo y lo llevó a Talca, a casa del acaudalado comerciante y agricultor Juan Albano Pereira. Aquí fue bautizado; aquí recibió los cuidados y el cariño de la esposa de don Juan, doña Bartolina de la Cruz y aquí inició sus, juegos infantiles con el hijo de aquelmatrimonio, el que sería futuro sacerdote y gran amigo de O'Higgins, don Casimiro Albano de la Cruz.
O"Higgins cuenta, en 1837, que «la primera escuela pública a que asistió, fue la que su propio padre había fundado para la educación de los [hijos de los] caciques [mapuches]». «Complacíase además de llamarse araucano, y decía que sus primeros camaradas, en la escuela de Chillán, fueron esos indomables [indígenas] cuya historia fue la primera que aprendió».
Por instrucciones de su padre fue enviado a Lima donde estudió en la «Escuela de los Príncipes» que era el establecimiento donde se educaba la aristocracia colonial limeña y los hijos de los caciques principales; allí fue compañero de aula de un muchacho de Chilca, Juan Nepuceno Manco Inca, con el cual mantuvo, después, una abundante correspondencia y una larga amistad.
Posteriormente, su padre lo envió a estudiar a Inglaterra; entre los revolucionarios que conoció en Europa estaba Francisco de Miranda (el precursor de la independencia) que en una carta titulada «Consejos de un viejo sudamericano a un joven compatriota al regresar a su país», escrita, probablemente, en 1800, contándole que había leído la historia escrita por el jesuita Juan Ignacio de Molina, le dice: «Por los dichos referidos en esa historia esperaría mucho de vuestros campesinos, particularmente del Sur, donde, si no me engaño, intentáis establecer vuestra residencia. Sus guerras contra sus vecinos deben hacerlos aptos para las armas, mientras que la carencia de un pueblo libre debe traer a sus espíritus la idea de la libertad y de la independencia».
El 18 de septiembre de 1810 colaboró activamente con Juan Martínez de Rozas en la creación de un cuerpo de milicias y la convocatoria de un Congreso Nacional, para el que obtuvo el acta de diputado por Los Ángeles. Luego se trasladó a Santiago y se integró en el Tribunal Superior de Gobierno. Siguió después una confusa etapa en la que las luchas políticas se mezclaron con asonadas militares, que desembocaron en un proceso legislativo más activo y liberalizador. El golpe militar de José Miguel Carrera le condujo a la cuarta Junta Gubernativa,
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