Preambulo

preámbulo

Carta de Fortaleza - 1995; Carta de La Habana - 1997; Plataforma Quebec - 2000 establece los principios rectores del movimiento de las Américas, basado en la concepción de la salud como un derecho universal y el fortalecimiento de los gobiernos locales. Rosario - 2002, en los albores del siglo XXI, legitima el movimiento e implementa la Red de las Américas, con el fin de contribuir a la profundización de un diálogo multilateral entre las naciones del continente americano, lo que refuerza la autonomía y la democratización de las relaciones entre sus pueblos y naciones.

Desde Quebec se observa a nivel internacional, con el agravamiento de las consecuencias de la globalización en el proceso de la lógica neoliberal, una campaña ha sido una progresiva profundización de las desigualdades entre los países de la Región de las Américas y dentro de estos mismos países.

Hecho incuestionable es el rápido proceso de urbanización, debido a la creciente exclusión que impulsa un gran número de personas de campo a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida. Estas expectativas paradójicamente frustrar contra el desempleo, el crecimiento de los tugurios y la falta de infraestructura de la educación, la vivienda, la salud y

las políticas sociales de contención.

La explosión del fenómeno urbano plantea modos desafiantes de cuestiones interrelacionadas que afectan a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los más vulnerables. Destacan una cultura de la violencia; una prestación de servicios básicos inadecuados o inexistentes; el resurgimiento de enfermedades transmitidas por vectores, la superación de los límites geográficos; y la tendencia a un envejecimiento progresivo de la población en condiciones de vulnerabilidad y exclusión.

Esta complejidad refuerza la necesidad de que el enfoque de la salud como una expresión de las condiciones y calidad de vida, además de la posibilidad de acceso a servicios de salud. También refuerza el valor de la democracia, la ciudadanía y la participación social para abordar cuestiones tan abrumadoras a la península.

declarar

• La salud como un valor social fundamental, un bien público, garantizado por el Estado como un derecho universal integral y la equidad.

• La descentralización debe ser la conducción de los procesos democráticos participativos de empoderamiento de los ciudadanos y sus comunidades, en términos de salud como un proceso y producto social que permite, además de la atención de salud, calidad de vida.

• El gobierno local como una zona especial de desarrollo de unos nuevos ciudadanos estatales pacto, no burocrática, democrática, con la participación social efectiva y que articula los diversos sectores que contribuyen a mejorar la salud y calidad de vida.

Para los puntos anteriores se cumplen efectivamente, es necesario que los gobiernos nacionales y estatales jugarán su papel para garantizar el derecho a la salud, al reconocer y compensar las diferencias en las áreas locales para asegurar la equidad.

Estos principios son parte del movimiento de los administradores locales de salud en las Américas desde su creación en 1995 hasta el momento en que se da cuenta de las propuestas Américas red en Quebec, donde la red nacional articulada de los gerentes de salud locales y entidades asociadas en este esfuerzo .

La Red se propone como un observatorio procesos eficaces de los países, el respeto a la salud

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