Presentación online

Seres humanos pensantes, apasionados, que actúan por instinto y persiguen sentimientos. Personas con alma, razonamiento e ideas que podríamos llegar a defender hasta la muerte. Eso es lo que somos y vivimos en un mundo en el que se nos permite la libre expresión, pero sin embargo, forja nuestra forma de ser a través de experiencia, ejemplos, teoría y práctica.

Hoy en día, la tecnología ha tenido un gran avance tanto en nuestro país como en el mundo entero. Ha dado paso a que estemos conectados, a que exista interculturalidad y principalmente ha facilitado nuestras tareas: ya no es necesario tener que ir a la biblioteca a buscar libros y leer hasta encontrar la respuesta que deseamos a alguna interrogante, podemos buscarlo en internet. Ya no es necesario preparar cartulinas con nuestras disertaciones, podemos hacer una presentación online. No existe la necesidad de viajar a comprar algo que no se encuentra en nuestra ciudad, se pide por internet. Son muchos los ejemplos que podría entregar para hacer claras y visibles todas las ventajas de la tecnología, pero de la misma forma, quisiera aclarar que no todo es color de rosa. Así como conlleva cosas buenas, conlleva cosas malas. Así como es bueno tener internet para encontrar respuestas, también era bueno leer libros.

Nuestra capacidad de innovación, nuestro interés y nuestra necesidad de cuestionamiento ante lo que nos rodea, se ha ido extinguiendo. Preferimos un momento en las redes sociales a ayudar a quien más lo necesita. Elegimos no votar en las elecciones presidenciales por inconsciencia y pereza de levantarnos un día temprano, hacer una fila y entregar nuestra opinión. Escogemos no leer un libro entregado en el colegio por falta de tiempo, aburrimiento y porque es mejor y más entretenido ver una película. Pero de esta misma forma, estamos escogiendo ser analfabetos funcionales, personas que sólo viven, indiferentes, a ser personas que cuestionan, opinan y ayudan a formar una sociedad mejor. Vargas Llosa dijo en su primer discurso como Premio Nobel de Literatura que la buena literatura da placer y crea menos gente manipulable. Pero, ¿Cómo esto nos ayudará si no optamos por ella?

La buena literatura existe, está presente en nuestra realidad y en muchos escritos, pero no somos personas interesadas en ella ni en todos los beneficios que nos entrega.

Para poder adentrarnos más en el tema de la buena literatura, se debe saber primordialmente su significado. Esta palabra deriva etimológicamente del latín littera, que significa “letra” o “lo escrito”. Cabe destacar, que la primera manifestación literaria conocida fue la literatura de transmisión oral y que ésta es un arte por lo que también se relaciona con la estética.

Lo que hace que un texto sea literario es su modo de narración y el orden de los acontecimientos que ocurren en él. R. Jakobson afirmó que lo literario no estriba en los ornamentos del texto, sino en la revaluación del mismo, porque el propósito del autor es estético.

Podemos observar que muchas personas han obtenido como retribución a sus escritos el premio nobel de literatura, entregado por Suecia. Pero para esto deben ser propuestos por un comité de especialistas en literatura o por personas que han obtenido este premio previamente. Claramente, para que esto suceda, esos escritos deben ser literatura de calidad, lo que nos lleva a una disyuntiva entre los clásicos y los best sellers. Personalmente, considero que si existe literatura de calidad pero no se aprecia, se prefieren los best sellers –no quisiera generalizar que todos los best sellers son malos- de fácil lectura y de rapidez a leer un libro de buena literatura, clásico, como puede ser Don Quijote De La Mancha (Miguel de Cervantes), La Odisea (Homero), entre otros.

Con best sellers me refiero a todos los libros que han sido vendidos en una gran cantidad en poco tiempo, entre

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