Primera Guerra Mundial
valen73Monografía17 de Octubre de 2012
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|Primera Guerra Mundial
Durante el siglo XIX eran Francia e Inglaterra quienes dominaban la mayor parte del mundo. Pero a partir de 1870, con Alemania unificada y comenzando a industrializarse, la situación comenzó a resquebrajarse.
Veían en ella un potencial enemigo, que producía en grandes cantidades, buscaba colocar sus productos en mercados extranjeros (a menudo a bajos precios) y se posicionaba como un rival colonial en África, en el próximo y lejano oriente.
Otto Von Bismarck, canciller del nuevo Imperio Alemán, temía que una nueva guerra pudiera deshacer la unidad lograda; por ello mantuvo una política de paz hasta su retiro en 1890.
Para lograr protección Alemania se alió con Austria- Hungría en 1879, sumándose a esta unión Italia en 1882. Se formó así la Triple Alianza. Cuya base era que si alguno de los países se veía envuelto en una guerra con dos o más potencias, los aliados acudirían en su ayuda.
Los franceses veían cierto peligro en dicha alianza, por lo cual formaron una propia con Rusia, a pesar de las diferencias existentes entre ambas naciones. Se firmó así en 1894 la Alianza Franco- Rusa.
Los ingleses comenzaron a romper su aislamiento diplomático, al instalarse una competencia industrial y marítima con Alemania. Ante un posible adversario en común, acordaron Francia e Inglaterra apoyarse mutuamente contra protestas de terceros. No había una alianza específica, sino un estrecho entendimiento: una entente cordiale.
Francia intentó reconciliar a su nuevo aliado (Inglaterra) con Rusia; dándose en 1907 el convenio Anglo- Ruso. Para entonces Inglaterra, Francia y Rusia actuaban conjuntamente en la Triple Entente; aunque los ingleses se negaban a adquirir compromisos militares formales.
La situación fue tornándose explosiva a raíz de los conflictos internos que atravesaban las grandes potencias. Y los gobiernos trataron de resolver estas crisis sociales y políticas llamando a todos los sectores a dejar de lado sus diferencias y a unirse detrás de los superiores intereses nacionales. Fomentaron así un sentimiento patriótico.
La prensa jugó un importante papel en el proceso exagerando las cualidades de la nación y ridiculizando o disminuyendo las de los pueblos extranjeros.
Así mismo surgía un nacionalismo diferente: el de los pueblos dominados por naciones extranjeras, que luchaban por su autonomía como los Balcanes y Marruecos.
Estos hechos dieron origen a la Primera Guerra Mundial, pero atentado que lo desencadenó sucedió en Sarajevo.
El 28 de junio de 1914, un joven revolucionario, miembro de una sociedad secreta llamada “Unión o Muerte”, generalmente conocida como la “Mano Negra”, asesinó al heredero del imperio de los Habsburgo, el archiduque Francisco Fernando y su mujer en las calles de Sarajevo, capital de Bosnia.
Viena, que consideraba con recelo el engrandecimiento de Servia, se apresuró a culparla del magnicidio y exigió satisfacciones como preámbulo de su declaración de guerra el 28 de julio. Rusia, erigida en campeona de los países eslavos frente a Austria, proclamó la movilización general, mientras Alemania, que había dado seguridades a su aliada para una ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envió un ultimátum a este país, y otro a Francia como advertencia y más tarde la declaración de guerra a ambos países.
Una vez declarada la guerra, una oleada de patriotismo se extendió por todos los países involucrados. En Berlín, París y Londres, los hombres acudieron fervorosos para matar o morir defendiendo la bandera de su nación. Pensaban regresar para Navidad con el orgullo de la victoria conseguida.
Pero la Primera Guerra Mundial duró más de cuatro años, desde 1914 hasta finales de 1918.
Alemania y sus aliados se llamaron Potencias Centrales, los gobiernos de la Entente, los Aliados.
El gobierno alemán tenía planes dispuestos para una lucha en dos frentes: Francia y Rusia. Las desventajas de luchar en dos frentes se compensaba con la posesión de buenas vías férreas, que permitían el rápido ir y venir de las tropas de un frente al otro.
El plan de guerra alemán, conocido como el “Plan Schlieffen” se basó en ello. Contaban con deshacerse enseguida de Francia y dirigir luego sus golpes contra Rusia, cuya gran extensión y sus ferrocarriles menos desarrollados la obligarían a desplazarse más lentamente.
Para esto pretendían atravesar los países neutrales de Luxemburgo y Bélgica, y así flanquear las fortificaciones francesas. El 2 de agosto Alemania ocupó Luxemburgo y solicitó el derecho de paso a las autoridades belgas, las cuales se negaron. ecurrieron a los países firmantes del Tratado de 1839 (en el que se garantizaba la neutralidad de Bélgica en el caso de un conflicto en el que estuvieran implicados Gran Bretaña, Francia y Alemania) para que se cumpliera lo establecido en dicho acuerdo. Gran Bretaña, uno de los países signatarios del Tratado, envió un ultimátum a Alemania el 4 de agosto en el que se exigía que se respetara la neutralidad de Bélgica; Alemania rechazó la petición y el gobierno británico le declaró la guerra ese mismo día.
Italia permaneció neutral hasta el 23 de mayo de 1915, cuando rompió su pacto con la Triple Alianza para satisfacer sus aspiraciones territoriales y declaró la guerra a Austria-Hungría.
Alemania lanzó hacia el oeste 78 divisiones de infantería y se enfrentaron con 72 divisiones francesas, 5 inglesas y 6 belgas. Aún así los alemanes avanzaban irresistiblemente.
Pero los rusos habían mejorado sus capacidades y armamentos gracias a las inversiones económicas que Francia había realizado allí, y lanzaron dos ejércitos contra Alemania, que se vio obligada a retirar fuerzas del ala derecha en el Oeste para utilizarlas en el Este.
Los alemanes se debilitaban y sus líneas de comunicación eran cada vez más extensas.
Francia reorganizó sus ejércitos y pasaron a la ofensiva el día 5 de septiembre, en la batalla del río Marne donde sorprendieron a los desprevenidos alemanes que emprendieron la retirada. Esta batalla puso de relieve el fracaso de los planes alemanes para vencer a los franceses mediante un ataque relámpago.
La guerra que se esperaba durara sólo seis meses aún continuaba para mediados de 1915. En vistas de esto, se debió pasar de la guerra de movimientos antes descripta, a una guerra de posiciones o “de trincheras”.
Los frentes estables inmovilizaban a los ejércitos en líneas de trincheras que se extendían a lo largo cientos de kilómetros, desde el Mar del Norte hasta Suiza. Eran zanjas profundas que se cavaban para servir de protección a las tropas. Las condiciones eran espantosas: había inundaciones, lodo, ratas y cadáveres. Las de la línea de frente eran el blanco de fuego pesado y los hombres se salían de allí para avanzar y atacar a las tropas enemigas
El nuevo escenario bélico abrió paso a una guerra de desgaste desarrollada esencialmente en territorio francés y belga, que produjo un elevadísimo número de bajas y arruinó la moral de los soldados.
En el frente ruso los alemanes habían alcanzado exitosas victorias, sin embargo en el occidental fueron los aliados quienes tomaron la iniciativa durante el transcurso de 1915.
Los italianos intervinieron frente a los austríacos por el río Isonzo cosechando grandes pérdidas. Sin embargo, ninguno de los dos contendientes consiguió romper el frente, que permaneció casi invariable.
Para finales de 1916 se presentaba un equilibrio militar entre las potencias, lo cual sumado a la imposibilidad de dar fin a la guerra a corto plazo, puso en dificultades a los beligerantes.
Durante 1917 se desencadenaron protestas de soldados y numerosos motines que fueron duramente reprimidos. La unidad política se quebró en el seno de cada una de las potencias y comenzó a exigirse la negociación de la paz.
Estos hechos fueron frenados mediante fusilamientos en Francia. Mientras en Alemania se enfrentaron políticamente los bandos que pugnaban por la continuación de la guerra y los que pedían el fin de la misma.
De fundamental importancia para la guerra fue la Revolución Rusa de 1917, la cual reemplazó al zar por un gobierno comunista que inició conversaciones con los gobiernos centrales para culminar la guerra en su frente.
Finalmente Rusia abandona la contienda, y las potencias se inclinan en una encarnizada lucha contra el frente occidental.
La postura neutral de los Estados Unidos fue tornándose del lado del bando aliado con el transcurso de la Guerra. Comenzó un aumento del comercio entre estos y con el desarrollo del conflicto bélico y el consiguiente desgaste económico, los bancos estadounidenses concedieron importantes préstamos a los aliados.
Finalmente en 1917, cuando Alemania declaró la guerra submarina sin límites, se descubrió el telegrama de Zimmermann donde ofrecían a México a cambio de su apoyo contra los Estados Unidos importantes anexiones territoriales y se produjo el hundimiento del barco de lujo inglés Lusitania, en el que viajaban 123 estadounidenses el presidente Wilson rompió relaciones diplomáticas con Alemania y en abril Estados Unidos ingresaba a la guerra “con el fin de salvar a l mundo para la democracia”.
Este hecho inclinó la balanza definitivamente del lado de los aliados.
Para 1918 ambos bandos atravesaban serias dificultades tanto militares como económicas.
Fue fundamental el movimiento revolucionario que estalló en Berlín el 8 de noviembre, donde el Kaiser Guillermo II debió abdicar y se formó un nuevo gobierno encabezado por el socialdemócrata Ebert. Alemania firmó
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