Prisión Vida en prisión

la prisión Vida en prisión

El ingreso de una persona a prisión puede ser algo mui terrible, se envuelve en un total aislamiento afectivo y social, pierde totalmente sus roles sexuales, familiares y sociales, y su autoestima suele estar por los suelos en ese momento.

El comportamiento del preso siempre debe de estar supervisado por los guardias o funcionarios de las prisiones y si comete alguna falta dentro de ella inmediatamente se debe de corregir por un sistema de normas formales.

Michel Foucault en su libro vigilar y castigar, explica cómo puede sentirse una persona al momento de estar en prisión.

Solo en su celda, el detenido queda entregado a sí mismo; en el silencio de sus pasiones y del mundo que lo rodea, desciende a lo profundo de su conciencia, la interroga y siente despertarse el sentimiento moral que no perece jamás por completo en el corazón del hombre.

Dentro de las prisiones existe diversidad de pandillas muy peligrosas, generalmente el líder de la pandilla dominante o de la más peligrosa, suele ser un interno con una larga experiencia delincuencial y con una condena muy larga ya sea por algún delito muy grave, ya sea por variedad de homicidios a sangre fría o delitos de robo con violencia. Pero también hay prisioneros que se encuentran en los rangos más bajos ya sea por su físico débil o por crímenes que los mismos prisioneros rechazan y que suelen sufrir de discriminación o de abusos físicos entre los más fuertes, como por ejemplos los violadores sobre todos los de los niños, estos prisioneros sufren de una inmensa discriminación y de abuso sexual por parte de los demás reos, otros que también sufren de discriminación son los delatores y los estafadores.

Por lo general los líderes de las pandillas son los que tiene la mayor autoridad y son los que deciden cuando y a quienes molestar o a quienes discriminar.

Los reos tienen un principio fundamental dentro de las prisiones, todo lo que sucede entre los internos no lo deben de saber los funcionarios; la norma clave de esto es la de no chivarse. Y si por alguna razón uno de los reos que ha sido maltrato físicamente o sexualmente a de dar aviso a las autoridades sufre grandes consecuencias por soplón y muchas veces puede morir por riñas ocasionadas intencionalmente.

El tiempo en prisión ha de servir para reeducar, reinsertar y preparar para la vuelta en libertad.

En la vida de los establecimientos penitenciarios tienen lugar una serie de actividades que, de una forma u otra, facilitan y complementan el proceso de tratamiento.

En las cárceles casi nunca hay nada que hacer, o más bien nunca hay nada que hacer, el recluso no puede planificar su tiempo. La seguridad en las prisiones debe de ser lo principal, los reos casi no se interesan o no se motivan a participar en las actividades que

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