Que Es La Historia

Qué es la historia?

21ABR2011Dejar un comentario

by eltxini32 in Artículos

Como afirmó E. H. Carr, “estudien al historiador antes de ponerse a estudiar los hechos”.[1] Por que cada época ha entendido y explicado la historia de una forma distinta, con unos objetivos y una metodología distintos. Por supuesto que la Historia, como la definió Collingwood, es “un tipo de investigación o inquisición”[2], pero cuyo objetivo es variable. La historia como disciplina nace en el siglo XIX, junto a la sociología, pero tradicionalmente se ha mantenido que el primer historiador de la historia de la Humanidad fue Herodoto. El gran viajero griego, que recorrió los tres continentes conocidos en su época, se interesó por lo que le rodeaba y a partir de ahí llevó a cabo una recopilación de información cuya finalidad era “preservar del olvido lo que han hecho los hombres, celebrar las grandes y maravillosas acciones de los griegos y de los bárbaros y, sobre todo, desarrollar los motivos que les condujeron a hacerse la guerra”.[3] Aunque Herodoto no utiliza el método histórico, ¿no debemos considerar que hacía Historia? ¿Acaso, no es una de las finalidades dela Historia preservar el pasado y preguntar sobre las causas que originaron dichos acontecimientos? Pues eso es lo que hacia Herodoto hace más de 2000 años. A pesar de ello, sigue habiendo muchas incógnitas sobre Herodoto y su método de investigación. Por lo tanto, debemos tratar el tema con mucha finura y objetividad, ya que su estudio no es solamente histórico, sino que abarca otras ciencias sociales, como la antropología, la sociología, la geografía, etc.

Con la llegada de los romanos y su expansión por todo el Mediterráneo, que duraría siete siglos, la concepción que se tenía sobre la historia se modificará. Los historiadores, en lugar de contar anécdotas, tradiciones, peculiaridades de los distintos pueblos del entorno, pasan a servir al poder. Emperadores, senadores, generales, sacerdotes, serán los encargados de promocionar dicha historia, que ensalza su figura como personaje público. Lo que interesa al historiador romano es “relatar las conquistas de Roma”y las “hazañas de los grandes personajes”. Pero, historiadores como Polibio van más allá de la mera descripción de los hechos. Al igual que había hecho Herodoto, aunque de forma incipiente, entre los historiadores romanos existe un interés por la búsqueda de las causas que han generado los acontecimientos que están narrando, por lo tanto, no les basta con relatar los hechos, sino que es necesario explicarlos, y ahí entra la figura del historiador romano. Pero el marco cronológico sobre el que se mueven los historiadores de la antigüedad es muy limitado. A ellos sólo les interesa el próximo pasado. Como afirma Momigliano “la misión de los historiadores romanos consistía en conseguir las modificaciones, tanto las profundas como las relativamente rápidas que afectaban al cuerpo político”,[4] el momento vivido.

La caída de Roma y las “invasiones” bárbaras acabaron con la concepción de la historia antigua, hecha por griegos y romanos. Con la formación de pequeños reinos durante la Alta EdadMedia y la necesidad de legitimar el poder de las nuevas autoridades, los historiadores se interesan por los acontecimientos históricos “más por su carga simbólica que por sus antecedentes y consecuencias”. Para los historiadores medievales, la Historia es un relato verídico fundamentado en la cronología. Ésta concepción tiene como misión exaltar y defender los derechos de los príncipes. La importancia que adquieren los historiadores y cronistas durante esta etapa de la Historia es espectacular. Como base legitimadora del poder principesco, los estudios encargados desde el poder se centran en exaltar las hazañas de los principies y de su dinastía. Para ello, se encargan de “recoger y buscar las historias y leyendas relacionadas con los hechos de este reino”. Por lo tanto, la historia durante el medievo era la historia de los hechos militares, la vida en la corte y las grandes ceremonias religiosas y civiles. En resumen, como afirmó Basin, la Historia medieval tenía como finalidad la de “escribir y transmitir a la posteridad, en forma de auténticos relatos, la historia del pasado y sobre todo la vida de los personajes ilustres”.[5]

El surgimiento del Renacimiento a mediados del siglo XIV rompe con la concepción medievalista. El pensamiento evoluciona, el arte cambia, la diplomacia se desarrolla, el comercio se intensifica, etc. Es una época de grandes cambios. ¿Y la Historia? Pues la historia del Renacimiento mantiene la misma concepción que existía en el mundo griego y romano. La Historiarenacentista sigue siendo, citando a Popelinière, “una narración general, elocuente y juiciosa de las acciones más notables de los hombres y de otros accidentes significativos según el tiempo, los lugares, causas, progreso y acontecimientos”. Estos hombres notables no sólo pertenecen al mundo de la política, militar o eclesiástico, sino que el objeto se multiplica. La vida de los artistas, sobre todo en el ámbito italiano, pasa a primer plano. En este sentido, la obra culmen es la Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos, escrito por Giorgio Vasari, quien narra las biografías de artistas italianos, colección de métodos, anécdotas, rumores y leyendas de la época de los personajes. Esta forma de hacer historia se mantiene a lo largo dela Edad Moderna, siendo recogido por los historiadores del siglo XVIII y XIX.

Durante estos años son los grandes acontecimientos políticos, militares, económicos y personales los que priman en la narración histórica. Entonces, ¿debemos considerar Historia sólo aquello que produce la política, la guerra, etc.? O ¿debemos considerar Historia a todo aquello que acontece? es decir, cultura, mujer, mundo rural, etc. Tradicionalmente se ha considerado historia sólo la política.[6] El siglo XIX es, sin duda, el siglo del apogeo del Historicismo. Fue el periodo de los grandes estudios generales iniciales, que aplicaron la erudición concienzuda a una amplia gama de épocas, pueblos, civilizaciones y figuras sobresalientes (Ranke, Mommsen, Tocqueville, Fustel de Coulanges o Macaulay). Es la época del progreso del nacionalismo. Los historiadores van a servir a los poderosos de sus países para crear un legado histórico que, en muchas ocasiones, es inventado. Como bien afirmó Becker“cada siglo reinterpreta el pasado de manera que éste sirva para sus propios fines”. Se lleva a cabo una selección de los hechos históricos que sirvan para justificar la creación de las nuevas naciones del siglo XIX. Por lo tanto, la historia de las naciones europeas no es más que “un

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