Queretaro En El Tiempo

INTRODUCCION

En este segundo apartado del libro “Querétaro en el tiempo”, se analizaran los hechos ocurridos durante el Porfiriato y la revolución en el estado de Querétaro, periodos en los cuales esta entidad vivió una época de recuperación y en donde se dio la fundación de un noviciano franciscano “en medio de la nada”. Al final del periodo porfirista, se llego la celebración del primer centenario de la guerra de independencia.

A Querétaro lo sorprendió la revolución luego de que apenas había registrado una mejoría en el Porfiriato. La participación de Querétaro en la revolución no fue muy destacada, más bien fue un lugar por donde pasaban las tropas, en la región donde si se presentaron brotes revolucionarios fue en la sierra gorda entre 1911 y 1913 en donde un grupo de revolucionarios encabezados por julio del castillo, león Medellín, Rafael Lejarza y Aniceto flores se levantaron en armas.

Por otro lado también se describe la vida de los queretanos durante esta época, en la cual se vivió una terrible situación de saqueos, el hambre, las epidemias, entre otros muchos males.

EL PORFIRIATO

Porfirio Díaz (1830- 1915) fue un político militar oaxaqueño que nació en la capital de su estado, en su juventud adquirió una un grupo de ideas políticas liberales y se hizo militar; en la carrera de las armas tuvo una actuación patriótica y brillante, se rebeló y lucho en contra del dictador Antonio López de santa Anna y en diversas ocasiones venció a los conservadores.

En 1876, el general Díaz llego a la presidencia del país mediante un golpe de estado. Durante un largo periodo de 27 años ininterrumpidos, 31 años contándola primera presidencia, Díaz tuvo diversas etapas en su labor en la primera magistratura mexicana. En 1905 Díaz fue perdiendo el apoyo popular, hasta que francisco I madero (1873-1913) organizó una revolución que depuso a Díaz del poder.

En Querétaro los gobernadores no los elegía el pueblo, sino el presidente de la republica, así que Díaz eligió a Antonio Gayón (1832-1903) como gobernador de Querétaro; el cual decidió vigilar los caminos con soldados, fomentar la producción de talleres pequeños y apoyar las fabricas grandes, para que Querétaro volviera a ser la próspera región que fue durante la colonia. Pero a pesar de sus buenas intenciones no se logro lo propuesto; por lo cual se vio obligado a renunciar.

Gonzales de Cosío fue el gobernador siguiente; sus planes eran parecidos a los de Gayón. Su respuesta fue más favorable que su anterior. El suceso más vistoso y trascendental en esta época fue la construcción de la sección queretana del ferrocarril central mexicano; la llegada de este trajo oportunidades de comercio, industria, turismo y agropecuarias.

Con una población que oscilaba entre los treinta y cuarenta mil habitantes, la ciudad de Querétaro inició el siglo XX con relativa calma y tranquilidad. La estabilidad alcanzada hizo posible lo que durante casi todo un siglo les fue negado: que fueran más los nacimientos que las defunciones habidas en el estado.

La estratificación social durante el Porfiriato era rígida. La población era clasificada por su procedencia étnica pero también por su posición socioeconómica; la sociedad estaba dividida en 3 grandes agrupaciones: la aristocracia, es decir, los ricos, la clase media y los desheredados. La marcada diferenciación social existente era medida no solamente en términos económicos sino, ante todo sociales y culturalmente.

Al desgastado y autoritario régimen porfirista fue al que correspondió organizar los festejos conmemorativos del primer Centenario de la Independencia Nacional. La responsabilidad de organizar la celebración de Querétaro recayó en una comisión. La dinámica para la selección y posterior construcción, implicó un concurso donde participaron varios proyectos de arquitectos que contaban con amplio reconocimiento nacional.

Los festejos del Centenario en Querétaro se diferenciaron de los nacionales en ostentación y presupuesto. La celebración implicó para Querétaro el preludio del final del coto de poder gonzalista y el arribo de sectores menos favorecidos a la administración estatal.

REVOLUCION

El caudillo principal de la Revolución triunfante fue Francisco I. Madero, quien era miembro de la clase social adinerada a la cual el porfirismo había tratado bien; quería una revolución política, pero no económica ni social. En su lucha contra Díaz esperaban cambios radicales en la tenencia de la tierra, en oportunidades de educación, en condiciones de trabajo artesanal o fabril y en servicios médicos.

Madero llegó a la presidencia de la republica por medio de las elecciones libres, se dedico a apaciguar a los revolucionarios de las clases media y pobre, que querían

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