Raices ancestrales

Raíces Ancestrales

El extenso territorio que forma la sección Maturín, lo poblaban a fines del siglo XVI diversas tribus indígenas, entre otras: Cumanagotos, chaimas, Guachires, Tuapocos, Caribes, guaraunos,etc. Estos últimos habitaban nómadas, el Dental del Orinoco. Los Caribes las orillas septentrionales del mismo rio, entendiéndose siempre a sus inmediaciones, hasta parte de las tierras de la actual sección Barcelona, que ya recorrían. Los actuales nagotos, chaimas, guachires, tuapocos, ocupaban los actuales departamentos, Acosta, Piar y Bermúdez, y el de Maturín vivían cumanagotos y chaimas hasta guanipa y el tigre, pues desde morichal largo a Orinoco no existían otros que los guaraunos y caribes indicado.

Estas raíces ancestrales, ya descritas, fueron pocos sus rastros ecológicos en su época, en estas tierras ecúmenes; motivado principalmente a la barbarie de exterminio ibérico. El éxodo nómadas contribuían a la inestabilidad y crecimiento de la población, se dice que estos lugares estuvieron impregnados de similitudes, que representaron a ese tiempo una remembranza contenida de un manojo de leyendas, versiones importantes, a veces recogidas por la historia, sobre los cuales se levanta una biografía originada sobre estos lugares, en cuanto a su poblamiento entre ellos, la formación del origen del caserío La Puente. A esto se le atribuyen las vivencias frecuentes  de estos grupos nómadas o recolectores. (Guaraunos-Caribes).

         De acuerdo a estos  decantos históricos, se le acotan las siguientes versiones      

Versión “A” Los primitivos habitantes de este escaso villorrio (1920-1925) constaron a existencia de algunas pruebas arqueológicas un cementerio en ruinas; tesoros escondidos; restos de solares; permanencia de árboles frutales de larga durabilidad. Entre otros.

Lucio Villarroel, uno de estos incipientes moradores – narra que cuando llego en 1925 a este lugar, era visiblemente notoria una “meseta” ubicada en la parte  Este de la  quebrada de la morrocoya que pudo  ser la Mata de la Muerte. Fue   un cementerio en ruinas (destruido en la década de los años setenta, y se instalo el relleno sanitario de la ciudad de Maturín), actualmente ocupado por las instalaciones de un parque recreativo que funciona en el Barrio Bolívar de esta misma localidad. Allí yacía ese antiguo cementerio. El tiempo y la comunidad fueron testigos de ese ecocidio.

Continua-El narrador- que en la década de los cuarenta que en la granja agropecuaria, adquirida en buena por el criador Eusebio Díaz  a través de una compra-venta, con el dueño de la misma: Don Armonio Pontentine. El nuevo capataz que apodaban “el chingo”  Ricardo Rodríguez, un día de tanto de ver espectro de la luz óptica, que producen con el tiempo el entierro de tesoros , se resolvió y “desenterró”  una botijuela de buena dimensión muy repleto de monedas  de “oro” el dichoso e infeliz inocente la entrego al poder de amo o patrón por encontrarse enterrada esta fortuna que dicho propietario compro con esa fortuna varios hatos en el Estado Apure y le regalo en recompensa a su criado cinco mil pesos en plata, finalizo diciendo nuestro narrador.

Versión “B” Esta versión incluye el elemento de mayor jerarquía de su leyenda, esta nace desde el mismo momento fundacional de la sección Maturín (1710). Bautizado como: trochas o caminos reales de antaño.

Fundación: La prehistoria de este villorrio lugar, según versión de cronistas destacados sobre esta materia, no ha sido descartada totalmente pero algunos testigos –vivientes –recurrentes de generación en generación dan fe de esta cultura histórica. Al correr el tiempo concluyen en concertar  que el origen de la fundación del caserío está basado en narrativas orales: Pedro Romero, Lucio Villarroel, y  data a partir del año 1920. Según en esa época, esta comarca contaba con su propia extensión  territorial en las riberas o valles del morichal que lleva su nombre; extendiéndose desde el yaciente de su cabecera hasta la ribera de una rinconada, que une la quebrada los guaros con el morichal la puente. Su demografía estaba comprendida por tres sectores; “Las cabeceras, el centro y el Jacobo o la puente arriba”; forma utilizada por sus moradores, para el mejor desenvolvimiento de sus actividades agrícolas y de la cría.

Dejando atrás estas versiones antiguisimas, estas familias se congregaron y en el nombre del todo poderoso y de las leyes del hombre, solamente declaran: la fundación de - este - caserío la puente: el día 08 de diciembre del año de 1920. En representación  de los sectores descritos, estuvieron presentes sus primeras familias fundadoras; Dalas – Mejías, palmares – Camacho, Rodríguez-salas- Garanton – ledezma, respectivamente.  

“La Puente”

En relación a la toponimia lugar han surgido diferentes versiones basado en testimonios veraces, principalmente los obtenidos a través de sus primeros habitantes (Pedro Romero, Claudio Villarroel Rondón.  Comisarios generales del lugar) fundadores vivientes del caserío La Puente entre ellos los hermanos Serranos Sifontes.  

Opiniones que datan desde su fundación en el año de 1920 hasta la presente  fecha, los cuales han recorrido un espacio importante y como tal le ha tocado estar en ese pasado y presente en la opinión de sus habitantes, colectivo general de igual manera casi  en todos los actos celebrados cotidianamente  de sus actividades políticas gremiales socio – económicas, educativas – religiosas, culturales, donde en más de una ocasión se ha interactuado el tema, inquietud de vital importancia que ha formado parte de su remembranza histórica de sus raíces que ha merecido ser reconocida por los exponentes mas versados en la materia. (Juan José Ramírez – Celestino Serrano).

Existe la firme convicción e irrevocable que el nombre original de este caserío fue el de “La Fuente” manifestando e inspirado a través del encanto natural promovido por la existencia hidrosfera de agua cristalino que formo el reservorio de una cuenca que origino la formación de un “Paso Real”  enclavado  en la parte intermedio de  la  ribera del morichal (1743-1745).

Se presume que el correr del tiempo la palabra “Fuente” sufrió un lapsus – lingual (equivocación que se comete al hablar) produciendo una emulación que distorsiona una consonante incurriendo en un nuevo sonido de pronunciación promovido por los itinerantes de la época (1920- 1925). Por esta incoherencia surge entre sus moradores el nombre “La Puente” quedando esta como la toponimia legitima del lugar, ya que está descartada la posibilidad que el caserío  la puente deba a su nombre al apellido o epónimo de algún personaje residente, fundador o a la existencia de algún elemento coincidente con la palabra Fuente.

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