Reformas Borbonicas
Nrgarcia19 de Marzo de 2015
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LAS REFORMAS BORBÓNICAS. (1750-1808)
Antecedentes.
• Cuando hablamos de REFORMAS BORBÓNICAS, nos referimos a un período (1750-1808), en el que ocurren las transformaciones mayores que en estricto sentido, se inician con el cambio de dinastía de los monarcas en España: el fin de LOS HABSBURGO que inició con CARLOS V en 1517 y terminó con CARLOS II en 1700, y — luego de una guerra, conocida como la Guerra de Sucesión—, la asunción al poder de los monarcas de la dinastía de LOS BORBONES, que inician con FELIPE V, (gobernó: 1700—1746) y que, con algunas interrupciones por la dictadura Franquista —a principios del Siglo XX— siguen siendo los monarcas de España, hoy con JUAN CARLOS DE BORBÓN, aunque ahora como monarquía constitucional, en donde su poder se ha visto reducido de manera sustancial.
• En efecto, durante el gobierno español de los BORBONES, pero en particular a partir de CARLOS III, (1759—1788), se aceleran y profundizan las transformaciones que tendrán un mayor impacto: la reforma política y administrativa más radical que emprendió España en sus colonias y ocurre el auge económico más importante que registra Nueva España; por ello algunos historiadores se refieren a las "reformas borbónicas", como "la segunda conquista". No obstante, como veremos más adelante, también se producen tensiones, desajustes y desgarramientos sociales, así como la aparición de ideas nuevas y la búsqueda de formas de expresión de los nuevos actores sociales, lo que impactará en el proceso de independencia.
Pensamiento de los monarcas Borbones
• Las reformas borbónicas —recordemos que se aceleran y profundizan con el rey Carlos III—, comenzaron a buscar la remodelación del sistema, tanto en la España europea como en su relación con las colonias y por tanto al interior de estas.
• Las reformas borbónicas se encuadran en una nueva concepción del Estado que busca reabsorber todos los atributos del poder que había delegado en grupos y corporaciones, y asumir plenamente la dirección política, administrativa y económica del reino.
• Los principios básicos de esta nueva política se identifican con las del llamado "despotismo ilustrado" o "regalismo", que postulan el predominio de los intereses del rey y del Estado, sobre los de individuos o corporaciones. En lo económico, impulsan la aplicación de sistemas racionales, basados en el desarrollo y conocimiento de la ciencia y la técnica para eficientar la minería, la agricultura, la industria, y el comercio. En lo cultural apoyaron la producción y difusión de las artes.
• En la estructura de gobierno, reorientaron el reclutamiento de los cuadros técnicos y administrativos entre la clase media ilustrada y entre los extranjeros.
• Desde el punto de vista de los intereses de la Corona española, y en alguna medida respecto del pensamiento político, el despotismo ilustrado o regalismo que postularon LOS BORBONES, significó un avance frente a las concepciones de la dinastía anterior, —LOS HABSBURGO—, quienes se inspiraban en doctrinas como las de Santo Tomás y Francisco Suárez que permitía a esta dinastía justificar la perpetuación de la desigualdad y la injusticia: "la jerarquización de la sociedad responde a un orden natural que no se puede alterar sin atentar contra la justicia divina"
Las reformas económicas y administrativas:
• Uno de los más activos y eficaces operadores de las reformas borbónicas fue JOSÉ DE GALVEZ, visitador (reformador) de la Nueva España de 1765 a 1771, quién contó con el firme respaldo de la Corona española para su propósito, logrando inclusive la disciplina y colaboración de los Virreyes novohispanos. Los servicios otorgados por Gálvez a favor de los intereses de la Corona, serían recompensados después al ser nombrado Ministro de las Indias, cargo que desempeñó de 1776 a 1787.
• A GÁLVEZ correspondió —apoyado por el Virrey en turno—, iniciar en Nueva España la recuperación de las atribuciones que los Habsburgo habían delegado en grupos y corporaciones.
• El primer blanco de ataque fue LA IGLESIA. En 1767 se ordena la expulsión de los misioneros JESUITAS, de todos los dominios americanos. Los jesuitas sostenían el principio de adhesión y fidelidad al Papa e independencia frente al Estado. Naturalmente, este principio chocaba frontalmente con la nueva concepción de la monarquía española.
• En Nueva España se expulsa a cerca de 400 jesuitas. Por los vínculos estrechos entre estos misioneros y la población, se produjeron rebeliones populares en varias partes de la colonia, que fueron puntualmente reprimidas por orden del visitador GÁLVEZ y el saldo fue de 86 ahorcados; 73 azotados; 117 laicos deportados; y 674 condenados a diversas penas. Asimismo fueron encarcelados varios sacerdotes.
• Pero el golpe más grande contra el poderío de la iglesia fue la disposición que le ordenó enajenar (vender) los terrenos, ranchos, haciendas, construcciones, y bienes raíces en general, política desamortizadora que los Borbones iniciaron en España desde 1798, y que hicieron efectiva en América por Cédula Real de 1804 (nótese que ello fue sólo 6 años antes de que se iniciara el movimiento independentista con el levantamiento popular encabezado por Miguel Hidalgo)
• Por aplicación de esta Ley, se entregaron a la Real Tesorería de la Nueva España unos 12 millones de pesos, es decir, casi la cuarta parte del capital atribuido a la Iglesia. La economía agrícola de la colonia resintió gravemente esta medida, sobre todo los medianos y pequeños agricultores que perdieron su fuente de financiamiento.
• Otro blanco fue el Consulado de Comerciantes de la ciudad de México, que perdió parte de su inmenso poder, y su control monopolista de este negocio, como consecuencia de las llamadas leyes de libertad de Comercio (1778), de la cancelación del contrato de arrendamiento de la Aduana de Veracruz, así como de los demás centros recolectores, y la creación de otros consulados competidores de aquellos, como los de Veracruz (1795), Guadalajara (1795) y Puebla (1821).
• En 1754 ya se había cancelado a los comerciantes sus facultades fiscales y con ello el retiro de la concesión de la recaudación de los impuestos y alcabalas. Además —como detallaremos adelante—, se expidió la Real Ordenanza de Intendentes (1786) que mandó suprimir el cargo de ALCALDES MAYORES, que eran los principales colaboradores del CONSULADO DE COMERCIANTES DE MÉXICO.
• En el caso de la minería, cuya recuperación era prioritaria para la Corona, ésta actividad fue apoyada con subsidios, créditos y otras prebendas como la creación de su propio Consulado, de un Tribunal de Minería (como una especie de fuero para los empresarios mineros) y se fundó la Escuela de Minería en 1792, para formar ingenieros y demás especialistas del ramo, con el apoyo de técnicos europeos.
• Para aumentar la eficiencia en la extracción y beneficio de los metales preciosos, que era una de las principales preocupaciones de la Corona, se introdujo el uso de la pólvora para crear socavones, romper las entrañas del suelo, y construir túneles de desagüe, así como otras mejoras tecnológicas que revolucionaron la productividad de la minería, descubriéndose nuevos filones y encontrándose nuevas vetas en minas que habían sido abandonadas (Parral, Álamos, Real de Catorce, Bolaños, la Valenciana, Zacatecas y Real del Monte)
• En relación con la agricultura, si bien se repartió algunas tierras marginales a campesinos, los Borbones manifestaron en general poco interés y más bien impulsaron medidas erráticas para favorecer o desalentar productos, según conviniera a la economía de la metrópoli. La producción de caña de azúcar sufrió en particular estos vaivenes.
• Se crea el "Estanco del tabaco" que prohibió la producción, procesamiento y comercialización de esta planta, lo que en adelante fue monopolio del estado; esta reforma permitió que de no obtener las tesorerías coloniales casi nada por esta actividad, pasara a producir entre 3 y 4 millones de pesos anuales para la Corona.
• Asimismo se prohibió el cultivo y fomento de los olivares y viñedos para "proteger" a los comerciantes españoles del vino y del aceite de olivo.
5. Las reformas políticas y de gobierno.
• En cuanto
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