Reporte Del Desarrollo De Un Estado
Erwin198610 de Junio de 2012
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CROSSMAN, R.H.S. Biografía del Estado Moderno. F.C.E., México, 1974. Traducción de J.A. pp. 11-54.
BIOGRAFÍA DEL ESTADO MODERNO
Las teorías no pueden construir una ciencia absoluta. Tenemos que considerar a la política solo como un aspecto de la vida en una época determinada, y la teoría política como un aspecto del pensamiento de esa época. Estudiar la historia de las ideas políticas, es estudiar nuestras propias ideas, y ver cómo hemos llegado a adquirirlas.
Los comienzos del estado moderno
Nación y estado.
En el mundo moderno del estado influye hasta en lo más íntimo de nuestras vidas privadas: la amplitud de la familia, la educación que adquirimos, los libros y periódicos que leemos; todo se encuentra influido en gran parte por la forma de gobierno que nos rige. Por profundas que sean las diferencias entre las varias formas de gobierno, los parecidos son aún más significativos.
La nacionalidad es algo que depende de un gobierno central.
Nación Estado
Debe someterse a una forma de control centralizado. Debe poseer o surgir de una base de nacionalidad.
El estado Nación viene siendo como la vasija en que se han vertido los nuevos vinos del capitalismo, nacionalismo y democracia. La nacionalidad y la autoridad del estado, son factores elementales en nuestro medio de vida.
Pero tan pronto como comenzamos a reflexionar, nos damos cuenta que en ningún modo son tan evidentes o necesarias como las suponíamos. El estado- Nación surgió menos por el propósito humano, que por fuerzas ciegas fuera del control del hombre, y no se basa en principios perfectamente definidos, sino orientados por determinados cambios económicos y sociales que ocurrieron en Europa entre los siglos XIII y el XVII.
El monarca absoluto. Maquiavelo.
Nicolás Maquiavelo nació en Florencia el día 3 de mayo de 1469, y murió en junio 22 de 1527, fue un político activo y un experimentado diplomático. Escribía de política tal como la había practicado; del arte de adquirir el poder, y de conservarlo, y de los errores que debe de evitar un príncipe para mantenerse en el ejercicio de sus funciones.
Era un ardiente partidario de las instituciones republicanas que percibía que ningún estado podía prosperar donde la moral había fallado. Él comprendía el valor de la libertad y de las leyes imparciales, y aún de la sana religión, pero también sabía que la iglesia, tal como existía entonces, no podía proporcionar ninguno de estos beneficios.
La bondad, el constitucionalismo y la moralidad tradicionales no eran suficientes bases para una sociedad estable; por esta razón predica la doctrina del poder. Es más importante ver que la humanidad y la justicia son solo posibles en una sociedad en donde alguna autoridad central puede lograr obediencia.
Maquiavelo era la encarnación de este nuevo espíritu de independencia, su credo no era la defensa propia, sino la imposición de su yo, era antirreligioso y antisocial; sus filosofías eran profundamente humanas y no abstracciones teológicas.
En el nuevo mundo algunos hombres se habían transformado en dioses ya que regían omnipotentemente sobre sus semejantes, y los utilizaban como instrumentos de su voluntad. El resultado del desplazamiento de los centros comerciales fue el aumento gradual de la importancia de Inglaterra y de los países bajos.
La rápida expansión del comercio no podía adaptarse al sistema económico localista del feudalismo y un nuevo sistema bancario internacional comenzó a desarrollarse para satisfacer las crecientes necesidades del comercio. Con la aparición de los banqueros y comerciantes, en cada país surgió una nueva clase, los burgueses.
La burguesía estaba esencialmente constituida por las clases adineradas, controlaban los medios de circulación y fueron sus barcos los que navegaron en todas direcciones, siendo sus casas comerciales las que efectuaron el tráfico de mercancías entre los países de Europa.
Empezaron a darse cuenta de que el individuo podía en realidad llevar una vida cristiana sólo si se liberaba de su dominación. Y la invención de la imprenta le proporcionó una norma de vida que había de remplazar los dogmas de la tradición católica. La biblia impresa estaba ahora abierta a todo el que supiese leer; mediante ella, el lego podía recibir la verdad directamente sin mediación de un sacerdote.
La teoría medieval desapareció con la jerarquía de las clases feudales y los nuevos dueños de la sociedad comenzaron a considerar la tierra como vienes movilizables, capaces de ser vendidos y comprados como cualquiera otra mercancía.
Teoría política del absolutismo.
Resulta innecesario analizar en detalle cualquiera de estos argumentos a favor de la obediencia pasiva, o en pro del derecho de resistencia. Aunque muchos de sus propagandistas resultaron hábiles panfletistas, no hicieron más que servir a su causa interesada.
HOBSBAWM, Eric. Naciones y nacionalismo desde 1780. Crítica, Barcelona, 2004. Traducción castellana de Jordi Beltrán. Pp. 9-53.
NACIONES Y NACIONALISMO
Consideramos a la nación como una novedad muy reciente en la historia humana, así como fruto de coyunturas históricas concretas, e inevitablemente localizada o regional. Han sido frecuentes los intentos de determinar criterios objetivos de nacionalidad, o de explicar por qué ciertos grupos se han convertido en naciones y otros no, basándose en criterios únicos tales como la lengua o la etnicidad o en una combinación de criterios tales como la lengua, el territorio común, la historia común, rasgos culturales o lo que fuera.
Tampoco es posible reducir siquiera la nacionalidad a una sola dimensión, ya sea política, cultural o de otro tipo. Ni las definiciones objetivas ni las subjetivas son satisfactorias, y ambas son engañosas. El nacionalismo re refiere básicamente a un principio que afirma que la unidad política debería ser congruente.
El Diccionario de la Academia Española define a nación en 1925 como un conjunto de personas de un mismo origen étnico y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común. El primer significado de la palabra nación indica origen o descendencia. La palabra patria o, en el uso más popular, tierra, significa únicamente el lugar, ciudad o país en que se ha nacido, o cualquiera región o provincia, o el distrito de algún dominio o estado.
Hasta 1884 no se adscribió la palabra tierra a un estado; y hasta 1925 no oímos la nota emotiva del patriotismo moderno, que define patria como nuestra propia nación, con la suma total de cosas materiales e inmateriales, pasado, presente y futuro que gozan de la lealtad amorosa de los patriotas. John Stuart Mill: los miembros de una nacionalidad desean estar bajo el mismo gobierno, y desean que sea el gobierno de ellos mismos o de una parte de ellos mismos exclusivamente.
Con todo, al pasar de este punto, nos encontramos, en el discurso liberal del siglo XIX, con un grado sorprendente de vaguedad intelectual. Esto no se debe tanto a que no se pensara detenidamente como a la suposición de que no era necesario explicarlo en detalle, toda vez que ya era obvio. Por consiguiente, gran parte de la teoría liberal de las naciones aparece tan solo, por sí decirlo, en los márgenes de discurso de los autores liberales. Asimismo, como veremos, un campo central del discurso teórico liberal hacia que fuese difícil considerar la nación intelectualmente.
Molinari: la división de la humanidad en naciones autónomas es esencialmente económica. Porque el estado después de todo, garantizaba la seguridad de la propiedad y los contratos. El principio de la nacionalidad era aplicable en la práctica sólo a nacionalidades de cierta importancia. Lo que debe de tomarse en cuenta, sin embargo, es que el periodo clásico del nacionalismo liberal nadie hubiera soñado con abandonarlo. La autodeterminación para las naciones sólo era aplicable a las naciones que se consideraban viables: cultural y desde luego, económicamente. Las lenguas nacionales se verán cada vez más limitadas al uso doméstico, e incluso allí tenderán a ser tratadas como un mueble viejo heredado de la familia, algo que tratamos con veneración aun cuando no tiene mucha utilidad práctica.
Así pues, vista con la perspectiva de la ideología liberal, la nación fue la etapa de la evolución que se alcanzó a mediados del siglo XIX. Por otro lado, no hay que olvidar que los Estados Unidos en modo alguno eran el único estado que ofrecía libremente la pertenencia a una nación a cualquiera que quisiese ingresar en ella, y las naciones aceptaban la entrada libre más fácilmente que las clases. Pero la nación moderna formaba parte de la ideología liberal de otra manera. Estaba vinculada al resto de las grandes consignas liberales por la larga asociación con ellas más que por necesidad lógica: del mismo modo que la libertad y la igualdad lo están a la fraternidad.
SANTAMARÍA, Antonio. Los nacionalismos. De los orígenes a la globalización. Ediciones Bellaterra. Barcelona, 2001. Pp. 39-66.
LOS ORÍGENES DEL ESTADO-NACIÓN
Las identidades múltiples
Identidad, es un término relativamente reciente, nos permite a las identificaciones individuales y colectivas del sujeto. La identidad presupone la vinculación entre la identidad individual y otras identidades constituidas por múltiples roles de género,
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