Revolución Rusa

Esta revolución destacó por sus dimensiones y consecuencias, pretendió transformar los fundamentos de la estructura capitalista y terminar con los restos de la economía feudal en Rusia, crear una sociedad mas justa y establecer un nuevo sistema de vida y mentalidad basado en la teoría socialista. La revolución rusa termino con el régimen zarista, impuso nuevos sistemas para distribuir socialmente la riqueza y configuró órganos políticos de participación colectiva.

Al iniciarse el siglo XIX abarcaba casi 20 millones de kilómetros cuadrados, donde predominaba la economía agraria y las relaciones feudales. Este imperio era dirigido por la dinastía de los Romanov , cuyos hombres habían ocupado el trono imperial los últimos 200 años (1612-1917) estos tenían ejercían poder absoluto, no estaban sometidos a ninguna constitución ni le rendían cuentas a ningún parlamento. Su régimen político (autocracia) descansaba en tres pilares: un ejército numeroso, un vasto cuerpo burocrático y el favor de la Iglesia ortodoxa.

Cuando Nicolás I conocido como “El gendarme de Europa” asumió el trono enfrento en 1825 el descontento de un grupo de estudiantes revolucionarios que conspiraba y esto se conoció como el movimiento decembrista. Para afianzar su poder Nicolás I se apoyó en el movimiento nacionalista ruso y en la Iglesia Ortodoxa, durante su gobierno Rusia inició un proceso de industrialización que intentó sustituir la producción artesanal por la fabril. La sociedad estaba compuesta por 80% de campesinos que en su 0ayoría servían como servidumbre. La política exterior del zar se caracterizó por su afán expansionista que lo llevo incluso a enfrentar a Inglaterra en la guerra de Crimea en 19854.

Ya con Alejandro II como zar se puso en marcha un conjunto de reformas con el fin de acabar con el régimen feudal. Se concedió cierta libertad de prensa, se apoyó la apertura de nuevas escuelas, se concedió autonomía a las universidades y se reformo el sistema judicial y administrativo del imperio. Para el último cuarto del siglo XIX Rusia vivía un clima de gran tensión social, ya que en 1881 el zar fue asesinado y con su muerte también llegó el fin de las reformas. Su sucesor Alejandro III estableció un gobierno absolutista, bajo su régimen se mantuvieron los privilegios latifundistas y de la burguesía industrial. Al mismo tiempo hubo pros tales como el impulso de la comunicación con la construcción del ferrocarril Transiberiano y se continuo el proceso de expansión territorial.

Desde finales del siglo XIX Rusia contaba con una limitada pero moderna industria, el gobierno había logrado el desarrollo manufacturero y fabril gracias a las inversiones extranjeras, pero solo se logró el desarrollo en ciudades como Donetz, Lodz, San Petesburgo y Moscú. El proceso industrial trajo consigo el crecimiento de una incipiente clase obrera y burguesía rusas. La burguesía demandaba un gobierno de tipo liberal que les permitiera participar en la vida política con el fin

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