Roma ,fuentes Secundarias

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene por objetivo dar a conocer como a través de fuentes secundarias ,y la interpretación de ellas como fueron los inicios del cristianismo en Roma ,el fin del imperio romano y el legado que nos ha dejado Roma ,las fuentes son diversos planteamientos y visualizar la historia de esta civilización.

1.-Orígenes y expansión del cristianismo

El cristianismo recibe su nombre de Jesús Cristo, quien predicó una nueva religión entre los judíos (hebreos) de Palestina .

Ejecutado por los romanos quienes consideraron peligrosas sus enseñanzas ya que contradecían las creencias oficiales del Imperio, especialmente el culto al emperador.

Las persecuciones a los cristianos cesaron cuando el emperador Constantino se convirtió al cristianismo y en el año 313 d.C.

2.-Caida del imperio

Enemigos externos: Aparecen pueblos que amenazan las fronteras romanas, especialmente los persas en la zona de Mesopotámica y los germanos en el Rin.

Excesivo poder de los soldados: El peligro inminente de los pueblos germanos en la frontera noreste obligó a Roma a mantener en armas un ejército de medio millón de legionarios quienes comenzaron a usar la fuerza para nombrar a los emperadores que les prometían favorecerlos.

Crisis social y económica, se agudizan en todo el imperio.

El quiebre definitivo se produjo cuando Teodosio, emperador de origen español, legó el Imperio Romano, al morir, a sus dos hijos.

3.- Legado de Roma

La principal razón por la cual el legado romano ha permanecido vigente fue su amplia expansión gracias a la conquista. Esto, porque los romanos fueron capaces de unir a todos los pueblos de la cuenca mediterránea bajo el poderío de su imperio.El funcionamiento político, social y cultural de las sociedades occidentales actuales está basado en esta cultura.

INICIOS DEL CRISTIANISMO

El cristianismo se expandió por el Imperio y con él la idea de que Cristo, hijo de un único Dios, se había sacrificado para salvar a la humanidad. Perseguidos y fuertemente reprimidos durante más de tres siglos, los cristianos practicaron sus ritos en galerías subterráneas llamadas catacumbas, que también usaban como cementerios, pues era la forma de enterrar a sus muertos de acuerdo a sus propias creencias. En las paredes de las catacumbas dejaron pinturas y grabados, siendo común el dibujo de peces, principal símbolo cristiano antes de la cruz.

Las persecuciones cesaron cuando el emperador Constantino se convirtió al cristianismo y en el año 313 d.C. promulgó el Edicto de Tolerancia o Edicto

de Milán que permitió su culto. Más adelante, en el año 380, el emperador Teodosio promulgó el Edicto de Tesalónica mediante el cual ordenó que todos los habitantes del Imperio se convirtieran al cristianismo. Con ello, la religión que en un comienzo fue perseguida, pasó a ser el culto oficial del Imperio romano. Tras la caída del Imperio en el siglo V d.C., el cristianismo sobrevivió y continuó su expansión más allá de lo que

habían sido las fronteras imperiales.

Fuentes Secundarias :

Fuente Nº 1:

Hay una nueva raza de hombres nacidos ayer, sin patria ni tradiciones, asociados entre sí contra

todas las instituciones religiosas y civiles, perseguidos por la justicia, universalmente cubiertos de infamia,

pero autoglorificándose con la común execreción: son los Cristianos

Celso; "El Discurso Verdadero Contra los Cristianos" Alianza Editorial; Madrid 1988, Pág.11

Fuente Nº 2:

Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían. Vendían sus bienes y

propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba.

Acudían diariamente al Templo con mucho entusiasmo y con un mismo espíritu y compartían el

"pan" en sus casas, comiendo con alegría y sencillez.

Hechos de los apóstoles 2, 44-46

Fuente Nº 3: Edicto de Milán, 313

"Yo, Constantino Augusto, y yo también, Licinio Augusto, reunidos felizmente en Milán para tratar

de todos los problemas que afectan a la seguridad y al bienestar público, hemos creído nuestro deber tratar

junto con los restantes asuntos que veíamos merecían nuestra primera atención el respeto de la divinidad, a

fin de conceder tanto a los cristianos como a todos los demás, facultad de seguir libremente la religión que

cada cual quiera, de tal modo que toda clase de divinidad que habite la morada celeste nos sea propicia a

nosotros y a todos los que están bajo nuestra autoridad. Así pues, hemos tomado esta saludable y rectísima

determinación de que a nadie le sea negada la facultad de seguir libremente la religión que ha escogido para

su espíritu, sea la cristiana o cualquier otra que crea más conveniente, a fin de que la suprema divinidad, a

cuya religión rendimos este libre homenaje, nos preste su acostumbrado favor y benevolencia.

Lactancio, "De mortibus persecutorum" en: M. Artola "Textos fundamentales para la Historia",

Madrid, 1968, p. 21-22.

Fuente Nº 4: Edicto de Tesalónica, 28 de febrero del 380:

Todos nuestros pueblos (...) deben adherirse a la fe trasmitida a los romanos

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