San Martin El Cruce De Los Andes, QUE ES LA PATRIA (Pelicula Y Un Poco De Historia)

Desde que se ha consolidado la industria cinematográfica en el mundo, las películas han servido como instrumento para contar la historia, además de la tradicional forma escrita. Es así que con ellas se puede narrar los hechos de formas tan diferentes como directores haya e incluso con un mismo director son los espectadores quienes pueden diferir frente a lo visto, otorgándole la maravillosa cualidad de ofrecernos miles de interpretaciones diferentes cada vez.

Poniendo como ejemplo al nuevo film estrenado en nuestro país “Revolución: el cruce de los Andes”, vemos otras tantas cualidades que enriquecen a este recurso elegido para contar las cosas, como la accesibilidad y el dinamismo, que hacen más llevadero cualquier relato y lo acercan a un público variado, entre ellos adolescentes y niños que, en la nueva era 2.0, no encuentran el atractivo o el interés en los libros, como las generaciones anteriores; o mismo esas generaciones ven como el avance de las tecnologías se han prestado a contar episodios tan conocidos y arraigados a nuestro pasado.

Contar el pasado sí, es eso lo que hace este film, pero no hay que olvidar que tanto La Revolución... como todas las demás producciones, se encuentra permeadas por el presente, de forma implícita o no, esos signos están ahí. Algunos ejemplos aclararán esta cuestión: es el mensaje de inclusión a los jóvenes y de la unión entre los países latinoamericanos el que se ve latente en esta película; teniendo en cuenta la participación del Estado en su realización, por qué no apoyar al proyecto que persigue el gobierno actual, “Nacional y Popular” que, afortunadamente y sin entrar en discusión, comparte varios aspectos con los ideales del Padre de la Patria. Esto aplicado puntualmente a nuestro país, no es ajeno a cualquier otra realización de características similares aquí o en cualquier otro lugar del mundo, ya que es un hecho que todos los proyectos fílmicos son reflejo en cierto modo del contexto social en el que son realizados.

Otro recurso que está siempre presente es el simbolismo y las metáforas, que al representarse los hechos gráficamente, se pueden adecuar a elementos, actos y dichos, para que el espectador pueda reconocerlas e interpretarlas; encontrarles sentido, luego de ubicarlas dentro de la historia.

De este modo, la nueva producción histórica, Revolución: el cruce de los Andes, no puede quedar atrás en estos aspectos:

- Paternalismo, subordinación, Sociedad Patriarcal: Escena en la que Corvalán le informa a su familia que lo habían solicitado en el ejército y su decisión era obedecer al llamado. El padre, furioso, exclama que si se iba, no se molestara en volver, pues no sería recibido y además dejaba de ser su hijo. Discusión que toma lugar frente a un madre, que llora desconsolada por su hijo, pero que no puede emitir opinión al respecto (doble angustia.

- Personalidad de San Martín: Ajedrecista, hombre estratega. Ordenado, cuaderno de anotaciones donde describe, cantidad de caballos, de armamento, de hombres, entre otras cosas. Con sentido del humor, y perspicaz, “ De nariz prominente”, lee en el cuaderno de Corvalán, y ríe; “Me parece que usted no es muy buen observador” responde.

- Corvalán, el joven que no pasará a la historia (metáfora): representa a todos aquellos que lucharon en silencio y lo hacen hoy en día. Es posible que no los veamos, pero sin su accionar el mundo sería completamente distinto.

Finalmente, vale la pena concluir, en que las películas tienen un rol sumamente importante y de mucho valor a la hora de contar la historia. Son esos elementos citados anteriormente y muchas otras cosas más que hacen que los directores sigan apostando a las producciones históricas, reconociendo que son un aporte más para reconstruir el pasado de una sociedad y acercarlo a todos los públicos que les sea posible.

“La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene”. San Martín estaba muy pendiente de aquellos a quienes se los consideraba “escorpiones”, traidores que lo podían llevar a la ruina a él, a su ejército y a su misión. Esto se ve en la escena en que descubren que quien los estaba guiando los había traicionado, escondiendo mapas y dibujos en un hueso de vaca, cuando el General estaba por ir a rastrear el lugar con algunos de sus soldados. Es así que designa a Corvalán para vigilar al traidor y lo autoriza para matarlo sin más en caso que intente gritar o huir.

“La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares”. Se representa en la idea que San Martín le comunica al coronel Blanco cuando lo cita a reunirse con él:

- No se debe mostrar miedo frente a los soldados para ellos no lo sientan.

- Se tiene que animar al ejército, darle palabras de aliento antes de cada batalla y valorar sus logros.

- Mostrar confianza y seguridad que se transmite tanto igual o más rápido que el propio miedo.

Claro es esto cuando el prócer se pone frente a su ejército en la arenga recordándoles por qué pelean y las recompensas y cambios que se darán en el futuro de la nación como consecuencia de sus hazañas.

La idea de “la unión hace la fuerza” y nos ayuda a lograr el objetivo de libertar a los pueblos de América está presente. La composición misma del ejército lo prueba; blancos, mulatos, negros, de cualquier posición social, juntos, que quisieran pelear, siendo libres de hacerlo, sin discriminación alguna. Cuanto más soldados se reunía, mejor para la causa.

También se representa el objetivo mismo de la Campaña Libertadora: ser independientes, reestableciendo el orden y el apoyo mutuo de las naciones latinoamericanas.

“ Las penas aquí establecidas y las que se dictasen según la ley serán aplicadas irremisiblemente: sea honrado el que no quiera sufrirlas: la Patria no es abrigadora de crímenes”. San Martín era un ferviente cumplidor de las leyes y pedía que su ejército también lo fuera. Que acaten sus órdenes y reglas; pues sino sería impuesto el castigo correspondiente. Lo vemos mismo en el episodio citado anteriormente de Corvalán y el traidor como se cumplía lo que el General decía de acuerdo a lo establecido. Además, con las actitudes mismas de enojo y frustración por parte del General cuando las cosas no salían del modo esperado, o

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