Sarmiento alberdi

Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi fueron  pensadores  pertenecientes a la generación del 37’, grupo de intelectuales dedicados a pensar la realidad sociopolítica y preocupados por la construcción de una identidad nacional.

Alberdi  atraído al modelo europeo y su acción civilizadora opinaba en un principio que  Juan Manuel de Rosas, no era un déspota sino un representante del pueblo argentino, esta visión sobre el “restaurador”  cambiaria más adelante por la negativa de éste de escuchar a los hombres de  generación del 37.

Alberdi proponía una “república posible” la cual se  lograría aumentando  el número de inmigrantes europeos, los cuales producirían  riqueza, se tenía que poblar el desierto y  la Constitución debía dar  garantías a los inmigrantes  como la libertad religiosa, de matrimonios mixtos, abrirles el paso a los empleos públicos, etc.

El llamado trasplante daría lugar a una  reordenamiento  gradual de la sociedad, la inmigración europea iba a civilizar, infundiendo hábitos de trabajo.

En cuanto a las  libertades solo otorgaba la civil  y que una minoría se ocupase de la política ya que la nación tenía que enriquecerse, es decir, pretendía una república de habitantes.

 La educación que planteaba era  “la educación de las cosas” concebida como un saber práctico, esencial al trabajo manual, por lo que consideraba que el pueblo debía formarse y luego instruirse.

La forma de gobierno sería la de un gobierno autoritario que prevalezca sobre los demás, el legislativo (compuesto por dos cámaras) y judicial, una democracia restrictiva en la que se excluiría a la mayor parte de la población.

En el caso de Sarmiento pensaba que Rosas había institucionalizado el orden pero no creía que pudiera lograr el progreso, opositor a éste se exilia en Chile en 1840.

Estaba inspirado por el modelo norteamericano al cual veía como una sociedad de  igualdad y  libertad que logró la unidad gracias a la plena unión de sus ciudadanos a un mercado nacional.

Expresaba  en torno a las comunicaciones que la construcción de redes  apropiadas permitiría a la nación, poblar y abrir el comercio a través del  contacto fluido con el resto del mundo.

Con respecto a la educación opinaba que el mal que aquejaba a la Argentina era  el desierto, y la población debía saber leer y escribir. El resultado de esto sería el aumento de la  productividad como de conocimientos, proyectaba una república de ciudadanos, la república de la virtud, la cual integraba política y socialmente a todos por igual.

Consideraba que el poder Ejecutivo debía estar limitado, preservando así el principio federal. Los inmigrantes tenían que acceder a la tierra para asegurar su ascenso social, pensando en reproducir el sistema de colonización de los EE.UU.

Para concluir  se podría decir que  Alberdi y Sarmiento emprendieron  un debate  en el que buscaban ser  los  constructores de las nuevas políticas estatales. Alberdi suministró el marco ideológico para la Constitución de 1853 y  Sarmiento la educación pública, laica y gratuita que fue implementada en la Ley 1884.

2)

La Política nacional de la década del 80 estuvo caracterizada  por una república restrictiva donde  pocos participaban , estos eran los denominados “notables”, un grupo  que a través de un sistema de control dominaba el país a partir de su  inversión en el  sistema representativo, la organización  del  Partido Autonomista Nacional, una facción heterogénea surgida  tras la alianza entre el Partido Nacional y el Partido Autonomista, éstos  elegían  a los integrantes del Colegio Electoral .

Los candidatos a la presidencia no emprendían su carrera electoral con la organización formal de un partido y una campaña donde se incitaba al pueblo a votarlos, ya que con el fraude y la exclusión  poco importaba ganarse el voto del ciudadano, se podría decir que  las elecciones se “ganaban en otro lado”, era más bien una campaña silenciosa y secreta donde a través del trato personal se constituían pactos de adhesión mutua entre los dirigentes provinciales(gobernadores, senadores ,diputados y  ocupantes de sitios claves en la administración  nacional ) y los aspirantes al poder presidencial, de estos pactos surgieron las denominadas “ligas”, que tenían como  objetivo dominar la política nacional en las elecciones  presidenciales.

El P.A.N no tenía una estructura interna, tampoco acordó entre sus miembros reglas a seguir para consensuar candidaturas a los puestos nacionales, esto agudizó la presencia de ligas internas dentro del partido, ya que la carrera presidencial giraba en torno a  la competencia entre ellas, contribuyendo a aumentar el faccionalismo  y el personalismo en la  política Argentina.

Tras la primera presidencia de Julio Argentino Roca  en el periodo de 1880 hasta 1886, se inició la lucha por la sucesión presidencial en Argentina, los candidatos  principales eran Bernardo de Irigoyen (Ministro del Interior), Dardo Rocha (Gobernador de la provincia de Buenos Aires) y Miguel Juárez Celman (ex gobernador de Córdoba).

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