Seguridad

INTRODUCCIÓN

La educación es necesariamente normativa. Su función no es sólo instruir o transmitir unos conocimientos, sino integrar en una cultura que tiene distintas dimensiones: una lengua, unas tradiciones, unas creencias, unas actitudes, unas formas de vida.

Es formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales.

Si bien es cierto muchos padres suelen decir en algún momento...“mis hijos me desbordan”… ¿Será acaso que los padres no tienen la seguridad suficiente sobre los valores y la educación que hay que mantener con firmeza y por consiguiente los límites que deben lograr que sus hijos reconozcan y acepten, ya que sienten culpa al aplicar lo que conviene hacer en virtud a que parten de que quieren una vida buena para sus hijos y no pasar por lo que ellos pasaron?

Sin embargo, cuando se dice “nuestro hijos o estudiantes nos desbordan” es porque algo anda mal en la convivencia y en la comprensión de que es el adulto quien debe tomar la iniciativa de buscar lo correcto y aplicarlo, de no dejar que crezcan de cualquier forma, de buscar si es necesario una buena convivencia, aunque esto implique que se requieran de valores y límites claros desde el hogar y en el colegio para una educación integral.

Poner límites es vivir en valores que contribuirán a una sana convivencia, tanto en el hogar como en el colegio.

Conclusiones

Reseña del libro Valores Y Limites

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Los muchos cometarios recibidos y la forma en que el público dio cuenta de las dos primeras ediciones de 'Valores y límites en la educación', nos señalaron Que el libro era para muchos más lectores. Restringirlo al espacio de la educación formal era reducir su alcance y su excelente enfoque de los tiempos que vivimos.

Por eso, a la vez que decidíamos una nueva reimpresión, le pedimos al Dr. Labaké un nuevo título que ampliara ese espectro de sus lectores. Y él aceptó nuestras razones; pero puso una condición: escribir un 'Capítulo previo' que justificara con mayor claridad el título que ahora denominaría su obra. Así quedó establecido 'VALORES Y LÍMITES: LA BRÚJULA PERDIDA. Y el comienzo con ese valioso 'Capítulo previo' que muestra con gran claridad y profundidad la necesidad de la brújula perdida'.

Más aún, esperamos que este nuevo capítulo sea el preanuncio de un nuevo libro. Tanta es su riqueza.

Una vez más nos enorgullecemos de presentar este libro, en tiempos en que el mundo parece andar a la deriva y necesitamos con urgencia reencontrarnos con la esperanza.

“LA FALTA DE INTERIORIDAD”

1.“El hombre de hoy vive más “exteriormente” que “interiormente””. Pg.19

Hoy en día el hombre dedica todo su tiempo a sus quehaceres cotidianos. Es común ver, sobre todo en las grandes ciudades, como la gente es absorbida por actividades rutinarias e inútiles. Este tipo de personas no dedica tiempo a su yo interno, a conocerse a si mismo, lo que se deriva en enfermedades modernas como la falta de autoestima, estrés, personalidades débiles, etc.

2.” La meditación y el silencio, que constituyen algo así como el marco de la vida interior, le son totalmente extrañas.” Pg. 19

La meditación y el silencio son una forma de conocerse así mismo. Son como un alimento para el alma, lo mismo que es la oración. Si el hombre no dedica tiempo a conocerse puede perderse entre los múltiples y peligroso caminos de las vicitudes.

3.”La celeridad vertiginosa trivializa la capacidad de reflexión, al rebasar el ritmo vital que las impresiones recibidas necesitan para entrañarse, para dar pábulo a una maduración en la intimidad”. Pg.22

El ritmo de vida tan acelerado de hoy en día no permite al hombre apreciar cosas sencillas pero enormemente bellas como un atardecer o un día soleado; esta absorto en cumplir con sus funciones como una máquina. Como principal factor de esta conducta podemos mencionar la influencia de la tecnología que aleja al hombre de su comportamiento común: la convivencia.

Un buen ejemplo es observar a los niños de hoy y compararlos con los niños de hace 15 o 20 años. Los niños modernos no conviven entre si, pueden pasar horas frente al televisor o la computadora; mientras que los niños antiguos salían a jugar al parque en bicicletas y a desarrollar su sentido de convivencia.

4.”Lo que predomina es el culto de la cantidad, de la extensión. El hombre moderno vive cuantitativamente, no cualitativamente.” Pg.23

La sociedad actual vive en función de las cosas materiales y en la cantidad que cada uno posee. Las funciones y vivencias espirituales quedan relegadas a un segundo o hasta tercer plano. Esta sociedad pueden inclusive rechazar sus valores y creencias con tal de relucir en esta sociedad materialista.

Es como los políticos, que se supone que su labor es proteger al pueblo de las injusticias, pero pronto se corrompen al llegar al poder y olvidan sus principales metas. Este es el triste caso de la política, sobre todo en países subdesarrollados como México.

5.. “La vida entera va tomando el carácter de trámite y expediente, lo cual contribuye, evidentemente, a una creciente desinteriorización.” Pg. 23

Las actividades rutinarias pero importantes absorben la energía del individuo. Este tipo de actividades limita la superación personal y profesional, lo cual puede afectar la autoestima de la persona. De igual manera puede volver a una persona alegre y aburrida. De esta manera se llega a la desinteriorización. Por eso en esta época hay muchos suicidios, porque las personas sienten que no valen nada, que nunca podrán hacer alguna diferencia y que su vida no tiene sentido.

“EL DESARRAIGO”

1. “El hombre de hoy ha perdido sus arraigos” Pg. 24

Poco a poco el hombre se ido despojando de sus valores y tradiciones, dando como resultado un mundo cada vez más perverso. Las cosas antes consideradas sagradas son objetos de constantes agresiones. Los valores más básicos en una sociedad se han ido

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