Selección De Escritos Políticos De John Locke (RESUMEN)
VGHX15 de Julio de 2013
3.422 Palabras (14 Páginas)1.704 Visitas
Selección de escritos políticos de John Locke.
Introducción
Medico del siglo XVII, con gran influencia en la esfera del poder político, ocupó pequeños cargos políticos que lo llevaron a tener el conocimiento a fondo de este.
“Para no dar a pensar que todo gobierno es solamente de la fuerza y la violencia… debemos encontrar otro origen al gobierno, otra fuente del poder político y otro medio para designar t conocer a las personas que lo tienen”
1.- Poder político: El derecho de hacer leyes con sanciones de muerte, sanciones con penas menores, para la regulación y preservación de la propiedad y de emplear la fuerza de la comunidad para la ejecución de tales leyes; todo en vista del bien público.
2.- Del Estado Natural: Se encuentran los hombres en perfecta libertad para ordenar sus acciones y para disponer de sus posesiones y personas como a ellos les parezca más conveniente, dentro de los límites de la ley natural, sin pedir permiso ni depender de la voluntad de otro hombre. Viven en Estado de igualdad en donde el poder y jurisdicción son recíprocos, donde nadie tiene más que el otro, iguales entre sí, sin subordinación ni sometimiento. Tiene una libertad ilimitada pero no posee la libertad para destruirse o al otro, a menos que sea por un fin noble, por preservación. La razón constituye la ley natural, nadie debe dañar la vida, salud libertad del otro, cosa estipulada por el creador omnipotente que los hizo para que existan mientras le plazca a El. Los hombres están dotados de facultades iguales, hechos para la utilidad del otro, como las criaturas de rango inferior creadas para nuestro servicio.
Cada uno de los hombres está obligado a su propia preservación, hacer tanto como pueda la conservación de los demás, a menos que trate de hacer justicia con un agresor al querer dañar la vida de otro.
Para impedir que los hombres atropellen los derechos de los demás y con el objeto que se cumpla la ley natural de paz y conservación de todo el género humano, todos tienen derecho a castigar a quienes infrinjan esa ley ya que sería en vano si ningún hombre la pudiese ejecutar ya que es un Estado de perfecta igualdad. Por lo que se da un poder sobre otro pero únicamente para imponer un castigo, de acuerdo a los dictados de su serena razón y conciencia. La sanción no ha de ser mayor que la que pueda servir para reparar la falta y reprimir al ofensor. EL agresor al infringir la ley natural, declara vivir conforme a otra norma que la de la razón común de equidad, que Dios estableció, por lo que sería un peligro para la humanidad. Es decir, cualquier hombre tiene derecho a castigar al ofensor convirtiéndose en ejecutor de la ley natural.
El problema es cuando no se es razonable, el amor los hará juzgar con parcialidad en favor y la malevolencia o castigo los llevara a imponer castigos excesivos. Dios hubo de designar un gobierno para evitar la parcialidad y la violencia de los hombres, el gobierno civil es el remedio apropiado para estos inconvenientes.
¿Hubo alguna vez hombres en ese estado de naturaleza? El estado de naturaleza entre los hombres no se termina por medio de cualquier pacto, los hombres acceden de común acuerdo formar una comunidad y erigir un cuerpo político. Los hombres pueden hacer promesas y pactos y seguir viviendo en el estado de naturaleza. Para reafirmar Hooker plantea “Las leyes de la naturaleza obligan a los hombres de modo absoluto, en su calidad de hombres, aún cuando jamás hayan establecido una camarería estable, ni jamás hayan acordado formalmente entre su qué deben hacer o no. En vista de que no podemos por nosotros mismo procurarnos un adecuado suministro de los bienes necesarios para vivir, conforme lo desea nuestra naturaleza, nos sentimos inducidos a buscar comunión y camaradería, motivo por el cual en un principio los hombres se unieron entre sí en sociedades políticas” Todos los hombres se encuentran naturalmente en ese estado para luego convertirse en miembros de una sociedad política.
3.- Del Estado de Guerra: Estado de enemistad y destrucción. La intención deliberada y firme de querer conspirar contra la vida de otro. Es razonable que yo tenga el derecho a destruir aquello que me amenaza con destrucción y hacer lo que sea posible por preservar la vida del hombre, así salvar al inocente. Es decir, se puede destruir al hombre que ha manifestado odio hacia nosotros, hombres que no se sujetan a los lazos de la ley común de la razón. Un hombre que intenta poner a otro bajo su poder absoluto se coloca con respecto a éste en estado de guerra, quien pretende someterme a su poder sin mi consentimiento hará conmigo lo que se le antoje una vez que lo haya sometido, lo que va contra mi derecho de libertad, quien trata de privarme de esa libertad, intenta esclavizarme se coloca así mismo en estado de guerra conmigo.
Por lo que podemos observar un aclara diferencia entre el estado de naturaleza y el estado de guerra. Los hombres que viven conforme a los dictados de la razón se encuentran en el estado de la naturaleza. La intención de emplear la fuerza contra otra persona lo constituye en estado de guerra, en donde hay falta de instancia de apelación lo que da al hombre el derecho de guerra contra un agresor, aunque sean miembros de la misma sociedad, ya que la ley fue hecha para mi protección y me autoriza, cuando no puede interponerse para defender mi vida, me concede el derecho a guerra.
4.- Concepto de Libertad: La libertad de los hombres bajo el gobierno civil consiste en disponer de una norma permanente conforme a la cual ajusta sus vidas, norma común a todos los miembros de esa sociedad establecida por el poder legislativo que se ha erigido dentro de ella. La libertad de seguir mi propia voluntad en todo no está prescrita por esa norma, la libertad de naturaleza consiste en no encontrarse sometido a otra limitación que no sea la ley natural.
5.- De la Propiedad: Dios dio a los hombres el mundo en común, también les dio la razón para que hagan uso de ella de la manera más ventajosa, para su sustento y bienestar. Habiendo sido el mundo colocado a disposición del hombre, por necesidad tendrá que haber un medio de apropiárselos, a fin de cualquier hombre en particular pueda llegar a servirse o extraer algún provecho de ellos. Aunque la tierra y las criaturas inferiores sean comunes a todos los hombres, cada hombre tiene la propiedad de su propia persona. El esfuerzo de su trabajo y cuerpo son genuinamente suyos, por lo que cuando extrae una cosa del estado en el que la naturaleza la dispuso ha puesto en el esfuerzo y lo ha convertido en su propiedad. Al menos cuando de eso mismo queda suficiente cantidad y de igual calidad para el uso de los demás. La propiedad se inicia cuando se toma algo de lo que se tiene en común, sacándolo del estado en que la naturaleza allí lo había puesto. Mi trabajo, el de sacarlos de ese estado en común en que se encontraba determinó mi propiedad sobre ellos.
La misma ley natural, que de esa manera nos concede la propiedad, fija también límites a esa propiedad. Dios nos ha dado todas las cosas en abundancia. El hombre puede apropiarse de una cosa por su trabajo en la medida en que le es posible emplearla con provecho para su vida antes que se eche a perder. Nada de los que Dios creó fue hecho para que el hombre lo malgaste o destruya, se tiene que mantener dentro de los límites de la razón.
El objeto principal de la propiedad lo constituye la tierra misma ella contiene y proporciona todo lo demás. La extensión de tierra que un hombre labra, planta, mejora y cultiva, y cuyos productos puede utilizar, constituye la medida de su propiedad. Por su trabajo puede cercar el terreno, adueñándose de él, así hacerla útil para la vida. El caso de la tierra es idéntico al del agua, cuando de ambos hay suficiente cantidad. Dios les dio a los hombres el mundo en común, pero debía quedar para siempre como una propiedad común. Lo dio para que el hombre laborioso y racional se sirviese del mismo y el trabajo le conferiría el título de propiedad. EL cultivo de la tierra y la adquisición del derecho de propiedad de la misma van unidos entre sí. Cada cual debería tener tanto como pudiere utilizar, tendría todavía validez sin que ninguno se viese cercenado por ella, en el mundo habría tierra suficiente como para satisfacer las necesidades del doble de habitantes si no fuera por la invención del dinero, creando un acuerdo tácito y fijándole valor. La mayoría de los hombres en un principio se contentaban con lo que la naturaleza por si sola les ofrecía para la satisfacción de sus necesidades. Posteriormente el crecimiento de la población y el dinero hicieron que la tierra escasease y adquiriera cierto valor, regulándose por medio de leyes. Renunciaron de mutuo consentimiento al derecho natural común que originalmente tenían las tierras. El oro, la plata y los diamantes son cosas a las que el capricho les ha fijado un valor que es superior a la necesidad que realmente se tiene de ellas para la subsistencia. Antes únicamente debían preocuparse que no se echasen a perder, hasta que se introdujo el uso del dinero, duradero que podía guardarse, llevando a tener posesiones en diferentes proporciones, dando la posibilidad de aumentar sus bienes.
6.- De la Sociedad Política o Civil: Puede existir donde cada uno de los miembros haya renunciado a su poder natural poniéndolo en manos de la comunidad en todo aquellos casos en que puede recurrir en demanda de protección a la ley establecida por la sociedad. La comunidad se convierte en árbitro mediante el establecimiento de reglas permanentes, imparciales e iguales para todas las partes, castiga los delitos de alguien realizados contra la sociedad, aplicando penas que la ley establece.
...