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Sor Juana: El enigma de todos los tiempos

Michel FloresEnsayo24 de Noviembre de 2015

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Sor Juana: El enigma de todos los tiempos

por royarmjr | buenastareas.com


SOR JUANA IN�S DE LA CRUZ:

Sor Juana In�s de la Cruz: El Enigma de Todos los Tiempos.

INTRODUCCION:

Esclarecer al enigma de todos los tiempos, Sor Juana In�s de la Cruz, es un desaf�o intelectual sin precedentes. Su obra sigue vigente y prueba de ello es la gran cantidad de sor juanistas eruditos actuales, que hurgan, entre las p�ginas de su obra, las verdades ocultas que durante m�s de 300 a�os no han sido expuestas ante los ojos de sus seguidores.

Muy pocos, entre los comentaristas de Sor Juana, resiste la tentaci�n de inventarla. Alguno, incluso, empe�ado en vencer la consistente ambig�edad de la jer�nima, multiplic� obsesivamente su imagen, se aventur� en variantes desaforadas y muri�, sospecho, sin la certidumbre de haber acertado. Poderoso es el atractivo de esta mujer, que hace mas de tres siglos escrib�a poemas de amor y autos sacramentales en la celda de un convento mexicano; la celebridad de que goz� en vida llega hasta nosotros dilatada por el n�mero y rango de sus cronistas y cr�ticos; por la abundancia de ediciones cultas y populares.

Durante la �ltima d�cada del siglo XVII y las primeras del XVIII, ning�n otro poeta de lengua castellana aventaja a Sor Juana en el favor p�blico. Se agotan las sucesivas ediciones de sus obras y sus apologistas le dedican elogios que a veces parecen desmesurados. Antes de Karl Vossler y el alem�n Ludwig Pfandl, muchos eruditos de renombre se detienen en su viday obra. Entre los mexicanos el sorjuanismo es devoci�n y rito. Unos, como Alfonso Reyes y Octavio Paz han dedicado hermosas y esclarecedoras paginas, especialmente Paz, quien dedic� 20 a�os de su vida a escribir su ensayo: �Sor Juana In�s de la Cruz, o, Las Trampas de la Fe�. Otros, como Ermilo Abreu G�mez y Alfonso M�ndez Plancarte, le consagraron la parte medular de su actividad intelectual. Los �ltimos nombres de los sorjuanistas meritorios del Siglo XXI, son Alejandro Soriano Vall�s, cuyos t�tulos impresos �La Hora M�s Bella de Sor Juana�, as� como �Profesi�n de Fe�, arrojan nueva informaci�n de la inagotable veta de la intelectualidad de la monja-genio. Tambi�n cabe destacar al autor mexicano, Am�rico Larralde Rangel, quien dedic� veinticinco a�os de su vida a descifrar el m�s extenso poema de Sor Juana, Primero, Sue�o.

La importancia intr�nseca de la obra de Sor Juana, y los pocos hechos que forman su biograf�a no bastan, separadamente, para explicar la fascinaci�n, el encanto y fascinaci�n que emana de su personalidad. Por lo tanto, creo sinceramente que es un ejemplo a seguir para los j�venes de la actualidad, ya que es un modelo de inteligencia suprema puesto que la m�sica, las matem�ticas, las letras, el teatro, los idiomas, la historia y la cocina, eran parte de su vida y de la historia misma.

Sor Juana In�s la Cruz, es considerada la m�s insigne de las escritoras de habla hispana, y fue denominadacomo la primer feminista de Am�rica, F�nix de la Nueva Espa�a, y D�cima Musa. Nace en San Miguel Nepantla Estado de M�xico, el 12 de Noviembre de 1648, en el pueblo de San Miguel Nepantla, actual estado de M�xico. Hija de Isabel Ram�rez de Santillana, y nieta de Don Pedro Ram�rez de Santillana, quien fue su mayor influencia en la ni�ez, quien deleitaba a Juana con sus lecturas.

El padre de Sor Juana es un misterio para sus bi�grafos. Seg�n su madre, Isabel Ram�rez, en su testamento establece que el padre de Sor Juana es el capit�n espa�ol Don Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, a pesar de que Dorothy Sch�ns, bi�grafa norteamericana de principios del siglo XX, visita diversos lugares en Espa�a para esclarecer la procedencia del padre de Sor Juana, y no encuentra pruebas suficientes de su existencia (Paz, 91), inclusive Octavio Paz cuestiona si acaso el padre de la iglesia de Chimalhuac�n, fuera la misma figura paterna (Paz, 97), ya que era una tradici�n com�n que los sacerdotes tuvieran una mujer que les ayudara con las tareas dom�sticas y �filiales� al ser su pareja. �Por qu� entonces es tan importante conocer al padre de Sor Juana? Debido a que diversos bi�grafos sor juanistas tachan a Sor Juana de ser lesbiana por el simple hecho de crear poemas de tinte er�tico, que ponen en entredicho su sexualidad. Inclusive, su bi�grafo alem�n, Ludwig Pfandl, propone en su libro, Sor Juana In�s de la Cruz, la DecimaMusa de M�xico: Su vida, su Poes�a, su Psique, en el que el autor pone en evidencia la personalidad de Sor Juana como una ��personalidad neur�tica, �y con una enfermiza envidia del pene�. Sin embargo, Paz justifica esta �masculinizaci�n de Sor Juana tiene m�s que ver con el contexto hist�rico y social, que con su psique (Paz, 93-98).

Juana In�s siendo una ni�a muy peque�a, aprende a leer a los tres a�os de edad al visitar la escuela de �Amigas� de su hermana Josefa, en el cercano pueblo de Amecameca. La maestra, a quien le llam� la atenci�n la peque�a ni�a, le cuestiona al respecto, y Juana In�s miente al decirle que su ��madre le enviaba a que tomase lecci�n�� y ��supe leer en tan breve tiempo, que ya sab�a leer cuando mi madre lo supo�, seg�n lo describe en su �nico documento autobiogr�fico, Respuesta a Sor Filotea.

Al cumplir seis o siete a�os de edad, escuch� acerca de las universidades e insta a su madre para que la llevara, vestida de ni�o. Su madre, molesta le explic� que no ser�a posible porque las mujeres no pod�an asistir a la escuela y menos a las universidades, por lo tanto dijo lo siguiente: ��yo despiqu� el deseo de leer muchos libros viejos que ten�a mi abuelo...�

Tambi�n, se cortaba el cabello (�cuatro tantos�) al no poder aprender lo que deseaba. Dej� tambi�n de comer queso porque escuch� decir que �volv�a rudos� (torpes) a los que lo com�an, ya que ��no me parec�a raz�n que estuviese vestidade cabellos cabeza, que estaba tan desnuda de noticias��

Am�n de su extraordinaria inteligencia demostrada a tan corta edad, a los ocho a�os gana su primer concurso de poes�a con su �Loa al Sant�simo Sacramento�. Entre los ocho o nueve a�os de edad, ya sab�a hablar negroide y n�huatl, mismos. Lamentablemente, en 1659, muere su abuelo, y es enviada a vivir a la Ciudad de M�xico con su t�a materna, Mar�a Ram�rez de Mata y su t�o Juan de Mata. En este lugar encuentra un sitio adecuado a su inquisitiva naturaleza por saber cada vez m�s, al visitar bibliotecas, templos, y diversos lugares en la ciudad de M�xico, que despertaban cada vez m�s su inter�s en seguir aprendiendo.

Sus t�os perciben la gran inteligencia de Juana In�s y le permiten estudiar lat�n, clases de las cuales solo recibi� veinte lecciones por parte del bachiller Mart�n de Olivas, quien se asombra ante esta ni�a prodigio y se le conoce como tal llegando su fama a o�dos de los virreyes. A los trece a�os de edad es invitada a vivir en la corte de la Virreina de Mancera, con quien entablar�a una entra�able amistad por el resto de su vida.

En 1664 llega de Espa�a la nueva pareja de virreyes, Tom�s de la Cerda y su esposa Leonor Carreto. Sor Juana vive cinco a�os m�s en la corte, desarroll�ndose social e intelectualmente. Es en �sta �poca en la que se produce la mayor parte de su poes�a amorosa, especialmente los sonetos, d�cimas y endechas.

A los 18a�os de edad, fue puesta a prueba por el Virrey de Mancera ante los 40 hombres m�s inteligentes de la �poca: intelectuales, catedr�ticos universitarios, doctores en filosof�a y letras, cl�rigos, historiadores, especialistas en idiomas antiguos, etc�tera. Juana In�s contesto todos los cuestionamientos de tan doctos personajes, y el virrey de Mancera hubo de reconocer lo siguiente:

��que a la manera que un Gale�n Imperial se defender�a de pocas chalupas que lo embistieran, as� se desembarazaba Juana In�s de las preguntas, argumentos y r�plicas que tantos, cada uno en su clase, le propusieron�.

Virrey Marqu�s de Mancera (Citado en Lop�tegui, 88)

A pesar de su fama ya internacional, y ser considerada una ni�a prodigio. El 14 de Agosto de 1667, entra Juana In�s, a instancias de su confesor, Antonio N��ez de Miranda, al convento de las Carmelitas Descalzas, del cual sale el 18 de Noviembre del mismo a�o. Unos bi�grafos aseguran que se debi� a la recia disciplina del convento, y a su extrema pobreza, que hizo que se enfermara gravemente, y tuvo que volver a la corte.

N��ez de Miranda la acos� continuamente para que dejara de escribir, pensar y leer. Se le considera como el principal antagonista, ya que enviaba cartas a diferentes prelados de la iglesia instando a que Juana In�s deber�a dejar de realizar sus actividades intelectuales porque era muy �joven, inteligente y bonita�, como para que siguiera ��dandomalas ejemplos a las monjas y a las mujeres de la Nueva Espa�a� (Sabido, p. 156). Profesa en el convento de San Jer�nimo (actualmente sede del 21el 24 de Febrero de 1669, en donde permanecer�a por el resto de su vida con diferentes cargos: tesorera, maestra de m�sica, cocinera, etc�tera. Ella misma explica en su biograf�a lo siguiente: �Entr�me de religiosa porque� para la total negaci�n que ten�a al matrimonio, era lo menos desproporcionado y lo m�s decente que pod�a elegir�.

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