Tema- La Galatea

Miguel de cervantes

Cervantes cultiva tanto la poesía como el teatro pero, sin duda, su maestría y        genialidad se manifiestan en la novela, género que le ha valido la fama y el reconocimiento        literario. Es considerado uno de los precursores de la novela moderna y su influencia ha llegado a todas las épocas y a escritores de diferentes culturas. Su versatilidad le permite experimentar con los distintos modelos narrativos existentes, con lo que contribuye a su renovación.

La Galatea

Su primera novela publicada es una novela pastoril, aunque su concepción responde más a la idea de poema que de novela. Fue su obra preferida. Cuando la publica, cervantes es consciente de que el género ya no está en su máximo esplendor; de hecho, no alcanza el éxito con ella. Está dividida en seis libros y contiene los ingredientes básicos de las novelas pastoriles, pues sus personajes son pastores y el tema fundamental es el amoroso. La acción comienza al amanecer y acaba al ponerse el sol, como en las églogas tradicionales. La influencia de Garcilaso en la obra es evidente: sus versos son citados en varias ocasiones, la pastora se llama Galatea y el espacio es el tajo.

La novedad y la originalidad de Cervantes en esta novela consisten en introducir en ella digresiones y juicios de crítica literaria y en establecer la relación entre realismo e idealismo, binomio que resuelve definitivamente en el Quijote.
Dentro de las novedades destacan la inclusión de una visión crítica, el distanciamiento respecto del ensimismamiento sentimental, la localización de la historia en un lugar concreto  y la inserción de narraciones de diversa índole.

Las Novelas ejemplares

Este título incluye un total de doce novelas publicadas en 1613, entre la primera y la segunda parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha . Cervantes tenía entonces 66 años.

Se denominan ejemplares porque, según afirma el propio Cervantes en el prólogo, de ellas se puede extraer una enseñanza; y son  originales, no proceden de traducciones extranjeras, como las narraciones breves al uso. Cervantes se jacta de ser el primer autor en lengua castellana en hacerlo.

El amor es el punto de partida de muchas de ellas, aunque no se presenta en todas en el mismo grado. Se observa también ese dualismo entre realismo e idealismo característico del Quijote, aunque a veces los límites no están claros. A pesar de ello, se suele aceptar esa doble clasificación.

A su visión idealista corresponden varias novelas de acción complicada y en ocasiones inverosímil, con personajes que destacan por su belleza física y moral; a la realista, una segunda serie con escenas de ambientes sociales bajos o de la vida cotidiana, con un lenguaje más ágil y familiar, y frecuentes toques de humor.

Los trabajos de Persiles y Sigismunda

Se trata de una auténtica novela bizantina, escrita al final de su vida (1617) y publicada póstumamente. Con un estilo muy cuidado, deja a un lado la ironía para dar paso a la narración grave. Persiles y Sigismunda son una pareja de amantes sometidos a los avatares del destino, cuyos viajes, aventuras y desventuras culminan con el encuentro final de los amantes, como es propio del género. El amor es el auténtico eje de la novela .

En esta obra, Cervantes aporta nuevos matices a la novela de aventuras, como el empleo de nuevos escenarios y una geografía fantástica con ficciones y aventuras insospechadas. El interés principal del autor es escribir un libro acorde a los cánones literarios de la prosa narrativa.

Don Quijote de la Mancha

Partiendo del modelo de las novelas de caballerías, el encadenamiento de aventuras que acontecen al hidalgo y su escudero, construye Cervantes El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La obra se compone de dos partes publicadas independientemente en1605 y 1615, y divididas a su vez en capítulos de extensión desigual.

Argumento y estructura

Entre las dos partes, don Quijote realiza en total tres salidas de estructura circular (salida, aventuras, vuelta a casa): dos en la primera parte y una en la segunda.

En la primera parte (1605) se presenta al héroe, Alonso Quijano. Este se vuelve loco con la lectura de las novelas de caballerías e, imaginándose un caballero andante, con la pretensión de resucitar , adopta el nombre de don Quijote de la Mancha y toma como dama a quien honrar a Dulcinea del Toboso, sobrenombre de Aldonza Lorenzo.

Sale así a luchar contra las injusticias y a resolver entuertos con una armadura que había pertenecido a sus antepasados y un rocín flaco.

En esta parte realiza dos salidas la primera sin Sancho. En el prólogo, Cervantes insiste en la intención de burlarse de los libros de caballerías: la obra entera pretende ridiculizar el estado de locura en que se halla don Quijote a causa de la lectura de aquellos libros. Tras la primera tentativa, de la que vuelve maltrecho y apaleado, sale por segunda vez, en este caso acompañado de Sancho Panza, después de que el cura y el barbero hayan quemado los libros que le han llevado a tal estado. Se suceden entonces una serie de aventuras, como la de los molinos de viento o la del vizcaíno, que Cervantes deja interrumpida. Cervantes temía que, al reducirse a los dos personajes principales, su novela adoleciese de variedad. La estructura es abierta, pues el héroe vuelve a casa engañado por el cura y el barbero.

En el prólogo de la segunda parte (1615), Cervantes se defiende de las acusaciones de Avellaneda. Se produce la tercera salida de don Quijote, animado por Sansón Carrasco, vecino del pueblo, quien intenta curarlo de su locura. En esta parte se ve a Sancho como gobernador de la ínsula Barataria, donde los duques de Villahermosa lo someten a una serie de bromas crueles. A pesar de ello, el escudero del caballero de la Triste Figura se comporta de una forma juiciosa, dándoles a todos una lección. En su intento de curar a don Quijote, Sansón Carrasco, como el caballero de los Espejos o del Bosque, lo reta, pero es vencido por el héroe cervantino. Sin embargo, después, como caballero de la Blanca Luna, vence a don Quijote y le impone como condición que se retire a su aldea y renuncie a las aventuras durante un año. Muere al poco de llegar, después de haber recobrado la razón.

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